martes, 25 de septiembre de 2012

STA FE: En el mes de septiembre, comienzan a proliferar alacranes en el hogar


Aplicar las medidas básicas y tempranas de prevención es la mejor estrategia para evitar accidentes con estos arácnidos, que “reaparecen” con los primeros calores.

En el mes de septiembre, comienzan a proliferar alacranes en el hogar

Los alacranes se encuentran durante todo el año pero se registra un aumento de su población en septiembre, cuando comienzan los días de calor, por eso es fundamental comenzar de manera temprana la prevención.

El peligro de su picadura proviene del veneno que deja cuando una persona contacta accidentalmente con uno de ellos y que, en los casos más extremos, puede ser de suma gravedad.
Para reconocer a los alacranes, hay que señalar que el Tityus trivittatus es la especie que con más frecuencia se encuentra en la región y la más peligrosa. Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras.

La longitud de un ejemplar adulto de alacrán es de entre 40 y 65 milímetros, generalmente es de color amarillento o amarillo rojizo, con tres bandas oscuras longitudinales en su dorso. Los ejemplares más jóvenes son de coloración más clara. Tienen cuatro pares de patas, un par de pinzas y un par de quelíceros (apéndice prensor), entre aquellos.

Al ser un animal de hábitos nocturnos permanece oculto durante el día en el suelo o entre las cortezas de los árboles.

Es frecuente encontrarlos en lugares habitados por el hombre, en sitios con maderas caídas, escombros, tejas, ladrillos, (ámbito peri domiciliario) pero, también, dentro de las casas, en grietas de paredes, pisos, zócalos, huecos de revestimiento de maderas, en desagües que conectan con cloacas, habitaciones y depósitos sin aireación, detrás de cuadros, bajo los muebles o entre las ropas y los zapatos.

Ante un ataque el dolor –que se manifiesta en el sitio de la picadura– en general, es intenso, y en los niños provoca una variedad de signos y síntomas locales y generales que se expresan con diferentes grados de severidad, entre ellos, palidez, náuseas, vómitos, salivación excesiva, piel de gallina y palpitaciones.

La picadura, frecuentemente, sucede de noche; la población más afectada son los niños pequeños; y la localización es en los miembros inferiores.

Asimismo, hay una serie de factores que determinan la evolución que dependen de la persona afectada: el peso, el estado nutricional, la presencia de enfermedades como asma, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes.

En tanto, entre los factores que dependen de la especie de alacrán, se señalan el lugar del cuerpo y la cantidad de picaduras efectuadas, la cantidad de veneno inyectado y la época del año.


Cómo actuar en la emergencia
En caso de picadura se recomienda concurrir rápidamente al hospital más cercano para su atención y tratamiento.
Como produce intenso dolor, se puede colocar hielo en el sitio afectado para aliviar las molestias mientras se transporta a la persona.
Si durante la consulta se detectan síntomas de gravedad, el paciente recibirá suero antiescorpiónico para neutralizar la toxina.


Calor y humedad
Los especialistas explican el aumento del escorpionismo –como denominan en términos científicos al fenómeno– por una serie de causas, sobre todo al calentamiento global, con incrementos de temperatura y humedad.

Esos cambios climáticos traen aparejado un aumento en la tasa metabólica y reproductiva de los alacranes y sus presas, como las cucarachas.
También la urbanización, que eliminó de las casas a sus predadores naturales (las gallinas), y un factor que, de hecho, hay que celebrar, aunque suba la estadística: se registran más casos porque al crecer la información también hay más consultas.


Gravedad
En relación a las razones por las cuales la picadura de este artrópodo, primo de las arañas, que en esta zona pertenece a la especie Tityus trivittatus, tenga consecuencias tan distintas sobre cada organismo, el toxicólogo Juan Carlos Piola explicó que eso depende de varios factores.
Entre ellos, básicamente están la edad y el peso de la víctima, del tipo, edad y tamaño del alacrán, de la cantidad de veneno que inocule y de dónde lo haga, cuanto más cerca de la cabeza, peor.
Por eso, si el alacrán ataca a un chiquito, hay que consultar rápido al médico. Lo que para el toxicólogo ya es un hecho es que “cada vez son más frecuentes las consultas por picaduras de alacrán y, lo que es peor, cada vez de mayor gravedad”.

Y si bien la incidencia de casos graves sigue siendo baja, no se puede descartar la evolución a formas clínicas severas, sobre todo en niños pequeños.


Los insecticidas disponibles
Para controlar la población de alacranes existen en el mercado varios insecticidas de amplio espectro que atacan también este tipo de arácnidos.
En la ciudad ofrecen a las empresas de control de plagas productos a base de fosforados y carbamatos. Cualquiera de estos dos grupos de insecticidas matan alacranes y todo tipo de insectos.
Por algunas características de mayor toxicidad se recomienda un uso restringido y profesional.
Los productos a base de fosforados y carbamatos para alacranes deben ser empleados con precaución y en forma puntual.
Se deben utilizar, por ejemplo, en rejillas, en cámaras cloacales, sumideros, pero no en forma indiscriminada dentro de las viviendas
Para realizar fumigaciones más generales en el interior de las viviendas se recomienda recurrir al uso de piretroides que son menos tóxicos. Es un grupo de insecticidas que tienen menos restricción y se pueden utilizar de manera más amplia. Se puede hacer una pulverización de los zócalos del piso, debajo de los muebles, heladeras y cocinas.

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