domingo, 2 de septiembre de 2012

LA PLATA ESTABA EN EL BANCO: SCOCCO ENTRÓ Y OTRA VEZ LE DIO LA VICTORIA A NEWELLS

El equipo de Gerardo Martino lidera, se copa y se aleja en los promedios. Los once ya deberían contar con Nacho, que nuevamente fue clave para el desahogo de Newell's.
La Capital | 
Ignacio Scocco sigue entrando desde el banco, pero ya está demasiado on fire para desaprovecharlo tanto tiempo. Los once ya deberían contar con Nacho, que nuevamente fue clave para el desahogo de Newell\'s. En la anterior cita en el Coloso, sirvió un misil tierra-aire para asegurar la victoria que se sostenía con alfileres en minoría ante San Martín de San Juan. Y ayer usó su olfato goleador para desentrañar un partido ultra complicado ante un amarrete Estudiantes, que ya se regodeaba con un punto. Con esta nueva conquista, el equipo de Martino infló sus números: 11 puntos para liderar el Inicial, al menos hasta hoy, para quedar al tope de la tabla que clasifica a la Copa Libertadores 2013 y, sobre todo, para alejarse lo más rápido posible de la zona que angustia, algo que está logrando con creces.
La vida le sonríe a Newell\'s y a Martino, que aún con decisiones futbolísticas cuestionables, está armando una estructura sólida. Creciendo por otra parte con resultados trabajados pero merecidos. Su equipo aún no tiene el juego que pretende, pero gana bien, como ayer sobre Estudiantes. Como quizás debió hacerlo con Independiente y no tanto ante Belgrano.
Y el presente es esperanza porque hay un potencial que se olfatea, aunque no apareció en su esplendor y porque el equipo se va haciendo de la forma más lógica: desde sus cimientos, de atrás hacia adelante.
Hay que referir que todavía Guzmán no pasó grandes pruebas de suficiencia para entender que el invicto se sostiene más en un sistema defensivo que se está haciendo fuerte, con el emblema de Heinze pero también con el crecimiento que a su lado viene experimentando Vergini. Y en el que López, más allá de la roja, o Casco, que con altibajos se mostró siempre, parecen sentirse más seguros. Y en el que Villalba hace bien el trabajo sucio en retroceso, más allá de su exasperante imprecisión de ayer.
Con esa seguridad atrás, Newell\'s intentó siempre, hizo circular la pelota de un lado a otro (allí también fueron valiosos varios cambios de frente de Heinze en su nueva función de 3), pero esa imprecisión y la falta de criterio para darle profundidad impidieron que se tradujeran en situaciones de riesgo en cantidad suficiente como para asustar a un Estudiantes que no guarda ni atisbos de la gloria de otrora de la mano de la Brujita Verón.
Tuvo algunas buenas opciones el equipo del Tata, pero lo suyo casi nunca fue claro ni derivó de asociaciones constantes y menos punzantes. Sólo lo logró en el final y fue el botón de muestra de cómo le costó el partido a Newell\'s, ya que Scocco y Urruti se llevaron la pelota a la rastra, peleándola con uñas y dientes sin sobrarle nada, pero convencidos de que, así y todo, podían.
Y Newell\'s pudo. Y se intuye puede más. Asentó su piso y su techo parece aún por descubrir. Mientras, suma y suma en pos de una meta primaria que puede llevarlo a otras sin pérdida de tiempo.

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