jueves, 27 de septiembre de 2012

INT. Moody's pasa a negativa la calificación de 30 bancos argentinos


La consultora informó que el retroceso obedece a una modificación reciente del panorama de la calificación B3 de los bonos soberanos argentinos, que pasó a negativa desde estable, tanto en moneda local como extranjera.

Moody's pasa a negativa la calificación de 30 bancos argentinos

La consultora informó que el retroceso obedece a una modificación reciente del panorama de la calificación B3 de los bonos soberanos argentinos, que pasó a negativa desde estable, tanto en moneda local como extranjera

La agencia Moodys cambió este jueves a negativa, desde estable, la perspectiva de la calificación de la fortaleza financiera de 30 bancos de Argentina y de las notas de depósitos en moneda local de otras 24 instituciones del sector.

La calificadora informó que la nueva perspectiva obedece a una modificación reciente del panorama de la calificación B3 de los bonos soberanos de Argentina, que pasó a negativa desde estable, tanto para los nominados en moneda local como extranjera.

El cambio refleja la correlación entre los perfiles crediticios de los bancos y los del gobierno argentino, dijo Moody\'s.

Para la agencia, la perspectiva negativa incorpora los riesgos relacionados "a una creciente intervención del Gobierno a través de mecanismos poco favorables para la generación de ganancias, dinámicas de fondeo y para la flexibilidad financiera de las instituciones".

Entre esos mecanismos, la calificadora incluyó la aplicación de mayores controles de cambio, de topes a las tasas de interés de las tarjetas de crédito, el direccionamiento compulsivo del crédito y otras medidas "que podrían afectar la valoración del riesgo de los bancos".

En agosto de 2011, un reporte de Moody\'s Investors Service había cambiado a negativa de estable la perspectiva para el sistema bancario argentino.

El cambio de perspectiva reflejó entonces la vulnerabilidad del sistema bancario frente a factores macroeconómicos y a medidas intervencionistas por parte del gobierno argentino para los próximos 12 a 18 meses.

El reporte del año pasado ya establecía tres preocupaciones principales para los bancos argentinos: 1) la fragilidad de las ganancias, que dependen cada vez más de las políticas acomodativas pero insostenibles del Gobierno; 2) su vulnerabilidad a la confianza de los inversores; y 3) su exposición a riesgos políticos y a situaciones que podrían afectar negativamente la distribución de sus activos, su rentabilidad y su capitalización.

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