Se realizará este viernes en
Rosario una actividad de detección gratuita del virus B y C y vacunación
contra la Hepatitis B. La actividad es organizada en forma conjunta por
el Ministerio de Salud provincial, a través de la Dirección de
Epidemiología; la Secretaria de Salud Pública de Rosario; la Unidad
Centinela de Hepatitis del Hospital Centenario; Grupo Hepatitis Rosario;
Bioquímicos del Centro de Tecnología en Salud Pública (CTSP); la
Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR); y
Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Médicas.
La
misma tendrá lugar de 10 a 17 en la Plaza Montenegro (ubicada en San
Martín entre San Juan y San Luis). Para realizarse la detección del
virus B y C se requiere 3 horas de ayuno, en tanto que para aplicarse
la vacuna contra hepatitis B se sugiere concurrir con el carné de
vacunación. El objetivo es iniciar o completar esquemas de vacunación
en menores de 20 años sin la misma o con esquema incompleto y vacunación
universal para mayores de 20 años. Los interesados mayores de 18 años,
deberán asistir con DNI y menores acompañados por un mayor con
documentos.
Al respecto, el director de Epidemiología, Julio Befani, indicó que “esto no es una campaña de vacunación, sino que va a permanecer para toda persona mayor de 20 años que no se haya vacunado. Las personas menores de 20 años ya tendrían que estar con el esquema completo de vacunación y aquellos que no lo tengan puedan hacerlo en cualquier centro de salud municipal o provincial, con su carné de vacunación y se les estará aplicando”.
También mencionó además que son tres dosis: “una primera, la segunda al mes y la tercera a los seis meses. Desde el día lunes 30 de julio la vacuna está disponible en todos los vacunatorios y pueden empezar a concurrir”.
HEPATITIS B
La Hepatitis B es una enfermedad del hígado para la cual existe vacuna y que el virus de la enfermedad ataca al hígado y lo lesiona, si no es detectada y tratada en forma temprana puede producir fibrosis, cirrosis e, incluso, cáncer hepático, lo que conlleva a veces a necesitar un trasplante de hígado.
Una de las principales características de la Hepatitis B es que en la mayoría de los casos “no presenta síntomas visibles, hasta que no está en un período avanzado y muchas veces es confundido con un malestar hepático pasajero como fiebre, dolor de cabeza, en los músculos y en las articulaciones, color amarillo en la piel y en los ojos y orina oscura”.
La enfermedad se transmite por la sangre, las relaciones sexuales sin protección, las agujas compartidas o reutilizadas y de la madre infectada al bebé recién nacido durante el parto.
La mayor parte de los adultos infectados pueden librarse del virus de la hepatitis B sin ningún problema, pero algunos adultos y la mayoría de los bebés y niños infectados no pueden deshacerse del virus y desarrollan infecciones crónicas.
Existe una vacuna segura para prevenir la infección de hepatitis B y tratamientos nuevos para los que ya están infectados con el virus, detectada a tiempo, la Hepatitis B tiene tratamiento farmacológico, que prescribirá un médico especialista en hígado (hepatólogo).
HEPATITIS C
Por su parte, la Hepatitis C es una enfermedad del hígado. Hepatitis significa inflamación del hígado. Inflamación es la hinchazón dolorosa y de color rojo que ocurre cuando los tejidos del cuerpo se infectan o lesionan. La inflamación puede causar que los órganos no funcionen adecuadamente.
La Hepatitis C se puede transmitir principalmente en transfusiones de sangre, o con el contacto con la sangre de una persona infectada, al hacerse un tatuaje o una perforación con instrumentos que no hayan sido esterilizados y que se usaron en una persona infectada, al pincharse accidentalmente con una aguja que fue usada por una persona infectada, usando la máquina de afeitar o el cepillo de dientes de una persona infectada, compartiendo agujas para inyectarse drogas con una persona infectada y, raramente, al haber nacido de una madre con Hepatitis C y mediante relaciones sexuales con una persona infectada.
La mayoría de personas no presenta síntomas hasta que el virus causa daño al hígado, lo que puede tardar 10 años o más. Otros presentan uno o más de los siguientes síntomas: color amarillento de los ojos y la piel, el sangrado demora más tiempo de lo normal en detenerse, hinchazón del estómago o los tobillos, moretones que aparecen fácilmente, cansancio, malestar estomacal, fiebre, pérdida de apetito, diarrea, heces claras, orina turbia y amarillenta.
Destacó también que para la Hepatitis C, no existen vacunas y usualmente no necesita de tratamiento alguno a menos que se vuelva crónica. La Hepatitis C crónica se trata con medicamentos que retrasan o detienen el daño que causa el virus al hígado.
PREVENCION
Para prevenir las Hepatitis es importante vacunarse contra la Hepatitis B y no compartir jeringas, usar guantes si tiene que tocar la sangre de otra persona, usar preservativos cuando tiene relaciones sexuales, no usar el cepillo de dientes y la máquina de afeitar de otra persona, ni cualquier otro objeto que pudiera tener sangre, asegurarse que los instrumentos sean estériles antes de realizarse tatuaje o perforación en una parte del cuerpo, no donar sangre o productos derivados sanguíneos si tiene hepatitis C.
CONSULTAS
Para consultas podrán hacerlo a los referentes Edith Michelotti del Grupo Hepatitis Rosario, teléfono: 0341–155 978530; y Eduardo Codino, coordinador General de las actividades 0341-153 360658.
Al respecto, el director de Epidemiología, Julio Befani, indicó que “esto no es una campaña de vacunación, sino que va a permanecer para toda persona mayor de 20 años que no se haya vacunado. Las personas menores de 20 años ya tendrían que estar con el esquema completo de vacunación y aquellos que no lo tengan puedan hacerlo en cualquier centro de salud municipal o provincial, con su carné de vacunación y se les estará aplicando”.
También mencionó además que son tres dosis: “una primera, la segunda al mes y la tercera a los seis meses. Desde el día lunes 30 de julio la vacuna está disponible en todos los vacunatorios y pueden empezar a concurrir”.
HEPATITIS B
La Hepatitis B es una enfermedad del hígado para la cual existe vacuna y que el virus de la enfermedad ataca al hígado y lo lesiona, si no es detectada y tratada en forma temprana puede producir fibrosis, cirrosis e, incluso, cáncer hepático, lo que conlleva a veces a necesitar un trasplante de hígado.
Una de las principales características de la Hepatitis B es que en la mayoría de los casos “no presenta síntomas visibles, hasta que no está en un período avanzado y muchas veces es confundido con un malestar hepático pasajero como fiebre, dolor de cabeza, en los músculos y en las articulaciones, color amarillo en la piel y en los ojos y orina oscura”.
La enfermedad se transmite por la sangre, las relaciones sexuales sin protección, las agujas compartidas o reutilizadas y de la madre infectada al bebé recién nacido durante el parto.
La mayor parte de los adultos infectados pueden librarse del virus de la hepatitis B sin ningún problema, pero algunos adultos y la mayoría de los bebés y niños infectados no pueden deshacerse del virus y desarrollan infecciones crónicas.
Existe una vacuna segura para prevenir la infección de hepatitis B y tratamientos nuevos para los que ya están infectados con el virus, detectada a tiempo, la Hepatitis B tiene tratamiento farmacológico, que prescribirá un médico especialista en hígado (hepatólogo).
HEPATITIS C
Por su parte, la Hepatitis C es una enfermedad del hígado. Hepatitis significa inflamación del hígado. Inflamación es la hinchazón dolorosa y de color rojo que ocurre cuando los tejidos del cuerpo se infectan o lesionan. La inflamación puede causar que los órganos no funcionen adecuadamente.
La Hepatitis C se puede transmitir principalmente en transfusiones de sangre, o con el contacto con la sangre de una persona infectada, al hacerse un tatuaje o una perforación con instrumentos que no hayan sido esterilizados y que se usaron en una persona infectada, al pincharse accidentalmente con una aguja que fue usada por una persona infectada, usando la máquina de afeitar o el cepillo de dientes de una persona infectada, compartiendo agujas para inyectarse drogas con una persona infectada y, raramente, al haber nacido de una madre con Hepatitis C y mediante relaciones sexuales con una persona infectada.
La mayoría de personas no presenta síntomas hasta que el virus causa daño al hígado, lo que puede tardar 10 años o más. Otros presentan uno o más de los siguientes síntomas: color amarillento de los ojos y la piel, el sangrado demora más tiempo de lo normal en detenerse, hinchazón del estómago o los tobillos, moretones que aparecen fácilmente, cansancio, malestar estomacal, fiebre, pérdida de apetito, diarrea, heces claras, orina turbia y amarillenta.
Destacó también que para la Hepatitis C, no existen vacunas y usualmente no necesita de tratamiento alguno a menos que se vuelva crónica. La Hepatitis C crónica se trata con medicamentos que retrasan o detienen el daño que causa el virus al hígado.
PREVENCION
Para prevenir las Hepatitis es importante vacunarse contra la Hepatitis B y no compartir jeringas, usar guantes si tiene que tocar la sangre de otra persona, usar preservativos cuando tiene relaciones sexuales, no usar el cepillo de dientes y la máquina de afeitar de otra persona, ni cualquier otro objeto que pudiera tener sangre, asegurarse que los instrumentos sean estériles antes de realizarse tatuaje o perforación en una parte del cuerpo, no donar sangre o productos derivados sanguíneos si tiene hepatitis C.
CONSULTAS
Para consultas podrán hacerlo a los referentes Edith Michelotti del Grupo Hepatitis Rosario, teléfono: 0341–155 978530; y Eduardo Codino, coordinador General de las actividades 0341-153 360658.
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