Evangelina Ríos cuestionó dos allanamientos realizados este año en el local comercial que regentea sobre la Ruta 19. Sin embargo, desde la Dirección de Trata de Personas y la Fiscalía aseguran que allí se ejerce la prostitución y faltan controles.
Evangelina Ríos cuestionó dos allanamientos
realizados este año en el local comercial que regentea sobre la Ruta 19.
Sin embargo, desde la Dirección de Trata de Personas y la Fiscalía
aseguran que allí se ejerce la prostitución y faltan controles.
“Nosotras trabajamos como coperas, pero no ejercemos
la prostitución”, aseguró Evangelina Ríos, que se queja por la clausura
del bar El Eclipse, ubicado sobre Ruta Nº 19, km 26, en jurisdicción de
la comuna de San Carlos Norte. El eufemismo a través del cual la mujer
justifica su actividad abre camino a la crítica, que en este caso se
centra en la Unidad de Trata de Personas, que el viernes pasado allanó
el local por segunda vez en el año.
El procedimiento policial realizado el 10 de agosto
contó con todas las garantías que exige la ley, aseguran desde el
Ministerio de Seguridad, que es el órgano del cual depende el brazo
operativo dedicado a combatir la trata de personas en Santa Fe.
Una orden de allanamiento impartida por el juez
Correccional Nº 1, Gabriel Candioti; la presencia en el lugar del fiscal
Nº 7, Jorge Andrés, para contralor judicial; y la contención a cargo de
una psicóloga de la repartición policial para atender a las mujeres
explotadas, fueron parte del operativo que ahora se cuestiona.
Ley de Profilaxis
Aunque para Ríos “no hay constancia en ningún ente
oficial del reclamo” que ahora hace público, El Litoral acreditó la
existencia de al menos una denuncia contra las jefas de la Dirección
Especial de Prevención y Sanción del Delito de Trata de Personas,
presentada por un abogado local que mueve sus piezas desde el anonimato.
Mientras Ríos acusa que se las trata como “basura”,
las autoridades constataron que las personas que vivían allí lo hacían
en “condiciones deplorables”, suficientes como para corroborar que el
local infringía todas las garantías que protege la Ley Nº 12.333 de
Profilaxis de enfermedades venéreas.
Dos dominicanas de 24 años y una santafesina de 25
fueron rescatadas del denominado bar El Eclipse. Las tres estaban a
cargo de Ríos, que es la titular del comercio, donde también vivía su
hermano Matías, de 18 años.
Dominicanas
“Dicen que nos tienen a resguardo, pero es mentira
porque nos dejaron en la calle”, denunció Ríos. “La primera vez que nos
van a hacer un allanamiento no nos encontraron nada”, asegura la mujer
de 32 años en referencia a un procedimiento realizado en mayo por la
fuerza pública.
La frase “no nos encontraron nada” significa para
Ríos que no había menores trabajando, ni personas privadas de la
libertad, ni sustancias prohibidas; sin embargo ya en ese entonces la
Unidad de Trata de Personas advirtió que allí se intercambiaba dinero
por sexo.
También acusó al Estado provincial de haber expulsado
“a las dos dominicanas, que no tienen dónde ir a vivir”. “Las echaron
por tres meses de Santa Fe” y debieron regresar a Necochea, donde tienen
residencia según los trámites de migraciones.
Pero allá “se les venció el contrato de alquiler y
terminaron en la calle. Me llamaron para volver (a San Carlos N.) y yo
no las voy a dejar en la calle”, desafió la encargada. “A la otra chica
santafesina la tiraron en la calle igual que a mí”, agregó.
Llegan clientes
A propósito de esas acusaciones, el fiscal Jorge
Andrés ratificó que “el procedimiento se hizo bajo absoluto marco de
normalidad y corrección”.
“Se corroboró que se estaba ejerciendo la
prostitución”, dijo el funcionario y relató el cuadro con el que se
encontraron al llegar al local. “Hay habitaciones con camas y baño de
los denominados en suite, pero todo es muy precario. Paredes con
humedades, techos sin cielorraso y una cocina deteriorada” es el cuadro
lúgubre con el que se encontraron al llegar; y como si fuera poco,
“mientras se desarrollaba el procedimiento todavía arribaban los
clientes”.
Foto: Mauricio Garín
Autorización y falta de controles
El bar El Eclipse está enclavado sobre la Ruta
Nacional Nº 19, km 26, en jurisdicción de la comuna de San Carlos Norte,
que es la administración encargada de habilitar y controlar el
emprendimiento.
Consultados por El Litoral, la actual gestión
encabezada por Carlos Chavarini, del Frente Progresista Cívico y Social,
aseguró que el comercio cuenta con todos los requisitos para funcionar.
“El local tiene habilitación para bar” y “hace unos
dos años que está funcionando” bajo esa denominación, confirmaron.
También explicaron que “cada tanto la comuna hace el chequeo de que
estén pagando en los términos que establece la ley”, aunque se
lamentaron de no poder hacer las inspecciones correspondientes porque
“no tenemos autoridad de control” que en otro tiempo estaba a cargo del
Juzgado de Faltas que ya no funciona.
Ahora “interviene la policía” directamente y “en
este caso sería la policía del departamento Las Colonias”, aseguraron
las fuentes consultadas en el lugar. No obstante el descargo por la
falta de control, la Justicia analiza la responsabilidad de funcionario
público, en este caso por la presunta omisión en el ejercicio de sus
tareas de fiscalización.
A propósito de ello las autoridades comunales de San
Carlos Norte concertaron una audiencia en el Ministerio de Seguridad
provincial, prevista para el martes que viene.
El Eclipse fue clausurado tres veces desde 2010, las dos últimas -mayo y agosto de 2012- mientras estaba al cuidado de Ríos.
160 Preservativos.
Entre los elementos secuestrados en Eclipse la
semana pasada constan unos 160 preservativos cerrados con la inscripción
del Ministerio de Salud de la Nación. “Los preservativos que
encontraron del Ministerio de Salud son los que nos da el médico (del
Samco de SCN), porque tenemos la libreta de sanidad al día”, afirmó
Evangelina Ríos.
/// EL DATO
Vida de copera
Evangelina Ríos tiene 32 años y hace 16 que trabaja
como copera. La mitad de su vida se dedicó a esa actividad que define
como “acompañar a los caballeros a tomar una copa”. “Jamás tuve
antecedentes”, se enoja Evangelina, quien la semana pasada fue arrestada
e identificada dactiloscópicamente junto con su hermano.
Entre sus antecedentes laborales enumera los lugares
por donde pasó: “Río Cuarto, Río Gallegos, Bahía Blanca, Punta Alta, en
todos lados; y la verdad que nunca tuve el maltrato que nos dieron
ahora. Creemos que se ensañaron con nosotras”, evalúa.
“No sé en base a qué dicen que estábamos ejerciendo
la prostitución, porque es un bar y la gente va a tomar algo”, se
defendió. Es más “la primera vez que nos allanaron encontraron a siete
clientes”.
“Yo estoy de acuerdo con que clausuren donde haya
personas contra su voluntad”, pero “lo que lograron con esto es dejarnos
en la calle. No nos dejan tranquilas y nos tienen al acecho con la
policía”.
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