El titular de la UIF dijo que los gobernadores se resisten a afectar la renta agraria con el Impuesto Inmobiliario, porque creen que los factores de poder “van a volver. El funcionario pidió además que se grave la renta financiera.
Desde el Gobierno, acusan a los gobernadores provinciales de pactar con los factores de poder, y creen que sería necesaria una renovación dirigencial en algunos distritos.
José Sbatella, titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), exigió ayer a los gobernadores que no negocien con los “factores de poder, pensando que van a volver”, y que afecten la renta agraria, no sólo con las retenciones, sino también con el Impuesto Inmobiliario, aunque aceptó que el gravamen tenga progresividad.
“Lo que pasa en las provincias es que hay una dirigencia que vivió del poder centralizado. Se necesita una renovación dirigencial, lo que puede llevar tiempo o hacerse muy pronto”, aseguró el funcionario.
En el Congreso de AEDA, Sbatella pidió además que se grave la renta financiera. “No se entiende cuál es la razón última” para que siga desgravada la renta financiera, “cuando la justificación histórica ha sido que cobrarles impuestos espantaba a los inversores, y la verdad es que la hemos pasado muy bien sin los inversores para que hoy se diga que no hay que espantarlos”, enfatizó Sbatella, e insistió en que “los inversores internacionales que venían lo hacían con tasa de retorno a corto plazo y a apropiarse de las rentas nacionales”.
El funcionario remarcó que “la vacuna que nos dio el 2001 debería hacer que no tengamos prejuicios para atacar en algunos temas, sin temer el conflicto por los recursos, Si vamos a cobrar, vamos a tener conflicto”.
Sbatella también propuso que una eventual reforma tributaria tienda a “la afectación de las rentas de manera más específica”, y enumeró la renta petrolera, minera y, “sobre todo, pesquera”.
El IVA, comentó, es difícil de modificar de modo que el beneficio llegue a la gente, ya que “la gran pregunta es qué pasa si lo bajo y se lo quedan como tasa de ganancia, como le pasó a Duhalde, que bajó 2% y no bajaron precios, se quedaron con el valor del impuesto”.
“Una forma concreta es devolver el IVA por sector social, por acuerdo, por región; la mayoría de las personas que no deberían pagar están con una tarjeta de débito, ya que se dan por esa vía los beneficios sociales”, opinó.
En el mismo panel sobre “Escenario Fiscal y desafíos en política tributaria”, Alfredo Iñiguez (AEDA) presentó una completa propuesta de reforma impositiva, que incluyó gravar la renta financiera, pero reconoció que “si pasó lo que pasó con la Resolución 125, hay que elegir el momento para los cambios”.
Jorge Gaggero (Plan Fénix) criticó duramente, por su parte, el “sesgo antiproductivo” de la política tributaria, que prioriza a las inversiones financieras, o en countries o departamentos, así como los consumos de alto costo y de productos importados.
Gaggero rechazó la política de la AFIP respecto de los paraísos fiscales. “¿Para qué firma la AFIP acuerdos de intercambio de información con paraísos fiscales, si no dan ninguna información?”, se preguntó, y subrayó que a esos países de escasa o nula tributación les basta –por una normativa de la OCDE– con firmar 12 de esos convenios para lograr mejorar su status internacional.
José Sbatella, titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), exigió ayer a los gobernadores que no negocien con los “factores de poder, pensando que van a volver”, y que afecten la renta agraria, no sólo con las retenciones, sino también con el Impuesto Inmobiliario, aunque aceptó que el gravamen tenga progresividad.
“Lo que pasa en las provincias es que hay una dirigencia que vivió del poder centralizado. Se necesita una renovación dirigencial, lo que puede llevar tiempo o hacerse muy pronto”, aseguró el funcionario.
En el Congreso de AEDA, Sbatella pidió además que se grave la renta financiera. “No se entiende cuál es la razón última” para que siga desgravada la renta financiera, “cuando la justificación histórica ha sido que cobrarles impuestos espantaba a los inversores, y la verdad es que la hemos pasado muy bien sin los inversores para que hoy se diga que no hay que espantarlos”, enfatizó Sbatella, e insistió en que “los inversores internacionales que venían lo hacían con tasa de retorno a corto plazo y a apropiarse de las rentas nacionales”.
El funcionario remarcó que “la vacuna que nos dio el 2001 debería hacer que no tengamos prejuicios para atacar en algunos temas, sin temer el conflicto por los recursos, Si vamos a cobrar, vamos a tener conflicto”.
Sbatella también propuso que una eventual reforma tributaria tienda a “la afectación de las rentas de manera más específica”, y enumeró la renta petrolera, minera y, “sobre todo, pesquera”.
El IVA, comentó, es difícil de modificar de modo que el beneficio llegue a la gente, ya que “la gran pregunta es qué pasa si lo bajo y se lo quedan como tasa de ganancia, como le pasó a Duhalde, que bajó 2% y no bajaron precios, se quedaron con el valor del impuesto”.
“Una forma concreta es devolver el IVA por sector social, por acuerdo, por región; la mayoría de las personas que no deberían pagar están con una tarjeta de débito, ya que se dan por esa vía los beneficios sociales”, opinó.
En el mismo panel sobre “Escenario Fiscal y desafíos en política tributaria”, Alfredo Iñiguez (AEDA) presentó una completa propuesta de reforma impositiva, que incluyó gravar la renta financiera, pero reconoció que “si pasó lo que pasó con la Resolución 125, hay que elegir el momento para los cambios”.
Jorge Gaggero (Plan Fénix) criticó duramente, por su parte, el “sesgo antiproductivo” de la política tributaria, que prioriza a las inversiones financieras, o en countries o departamentos, así como los consumos de alto costo y de productos importados.
Gaggero rechazó la política de la AFIP respecto de los paraísos fiscales. “¿Para qué firma la AFIP acuerdos de intercambio de información con paraísos fiscales, si no dan ninguna información?”, se preguntó, y subrayó que a esos países de escasa o nula tributación les basta –por una normativa de la OCDE– con firmar 12 de esos convenios para lograr mejorar su status internacional.
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