viernes, 25 de mayo de 2012

ROSARIO: "Se buscó evitar un enfrentamiento mucho más grave entre los clubes"

La policía rosarina justificó su pasividad frente a los incidentes de anteanoche en el centro de la ciudad. Temían un choque entre hinchas de Central y Newell\'s en el parque Independencia.
La Capital | 
La policía rosarina defendió su actuación durante los incidentes protagonizados por hinchas de Central el miércoles a la noche. Frente a las críticas por la pasividad manifiesta durante los desmanes, la cúpula de la fuerza explicó que se buscó evitar un enfrentamiento "mucho más grave" con simpatizantes de Newell\'s en Oroño y Pellegrini por encima de las detenciones en pleno centro de Rosario.
"Se optó por disuadir y no detener (a los que generaron destrozos)", precisó el titular de la Unidad Regional II, Walter Miranda. El subjefe, Hernán Brest, aclaró que no hubo imputados "porque los agentes estaban en inferioridad numérica".
Parte de los incidentes en la peatonal Córdoba y el Paseo del Siglo fueron registrados por el sistema de videovigilancia de la Municipalidad.
En ese sentido, el subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita, confirmó que el lunes próximo los apoderados legales del municipio harán una presentación judicial. Por su parte, la comisión directiva de Central salió a repudiar lo ocurrido (ver aparte).
Prioridades. Según la versión policial, los hechos fueron "graves" pero pudieron haber sido "de consecuencias extremadamente complicadas" si ocurría un choque entre facciones de Central y Newell\'s en Oroño y Pellegrini. De allí que se defiende el operativo, que privilegió impedir ese escenario por sobre preservar el orden en las calles.
Los desmanes se generaron en medio de la conmemoración del Día de la Lealtad, que la hinchada auriazul instauró para hacer público su "aguante" al club en el aniversario del descenso de categoría, consumado el 23 de mayo de 2010, frente a la celebración rojinegra ante la desgracia de su eterno rival. La convocatoria fue a través de las redes sociales y el punto de encuentro acordado fue el Monumento a la Bandera.
Al respecto, Brest confió que unos 60 policías fueron designados para el operativo en la zona del bajo, donde había más de 700 hinchas, según las estimaciones de la fuerza. De ese total, unos veinte efectivos permanecieron en el lugar y el resto acompañó a los 400 simpatizantes que subieron por el centro de la ciudad.
Allí la policía pudo confirmar que el destino final de la marcha era la cancha de Newell\'s, donde había al menos un centenar de hinchas leprosos. Fue entonces que la prioridad del operativo se centró en impedir ese choque.
Miranda precisó que la situación se complicó cuando la movilización intentó "tomar calle Córdoba hacia la peatonal, algo que fue impedido por la policía".
Según el jefe de la fuerza, pese a los controles "estos jóvenes generaron desorden y roturas a su paso, con una actitud hostil y violenta que llama poderosamente la atención".
Los destrozos aludidos se registraron por calle Rioja, desde Juan Manuel de Rosas hasta España, donde hubo roturas de vidrieras e impactos en autos que estaban estacionados. También fueron agredidos y robados ocasionales transeúntes de esa arteria.
Una vecina, Abigail, denunció que, al ver la violencia de la manifestación, llamó a la policía "pero pasaban de largo, no hacían nada, y era muchísima gente".
"La sensación que me queda después de todo esto es que, si algún día me pasa algo, sé que no puedo contar con la policía", agregó.
En ese sentido Miranda señaló: "Entiendo que la gente quería el resultado de las detenciones pero preservamos la integridad física de todas las personas por sobre las cuestiones materiales. Estamos viviendo una etapa de gran violencia e intolerancia que, lamentablemente, la padecemos todos".
El momento de mayor tensión se dio en Rioja y Oroño, cuando la policía disparó balas de goma para disuadir a los manifestantes de que tomaran el bulevar y llegaran al parque Independencia.

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