Un cuerpo forense habló de su
\"deterioro cognitivo moderado y un síndrome depresivo que debilitan su
psiquismo\". Pero peritos de parte sostienen que el imputado puede
seguir siendo enjuiciado, aunque podría hacerlo desde su domicilio.
El Tribunal Oral Federal Nº 2
resolverá mañana si el ex general Ramón Genaro Díaz Bessone puede
seguir siendo sometido a juicio, o si su estado de salud lo impide. Lo
hará luego de escuchar vía teleconferencia la explicación de los peritos
del Cuerpo Médico Forense, que el jueves último arribaron a la ciudad,
con ese fin. Para estos tres profesionales "Díaz Bessone presenta un
deterioro cognitivo moderado y un síndrome depresivo que debilitan su
psiquismo. Desde el punto de vista psiquiátrico y psicológico, al
momento del examen, no se encuentra en condiciones psíquicas de estar en
juicio en audiencia de debate. Desde el punto de vista físico no se
evidencian modificaciones significativas en el estado neurológico al
momento actual". Asi reza el parte del cuerpo médico forense de la Corte
firmado por los doctores Mónica Herrán, Celmina Guzmán, Esteban Toro
Martínez, Néstor Estevez y Nicolás Fiore.
Sin embargo los tres peritos de parte puestos por la querella -Gisela
Felibert, Oscar Pellegrini y Mauricio Moussalli, quienes son
profesionales del sistema de salud público de Santa Fe- el imputado está
en condiciones de seguir en juicio, aunque comparten con los de la
Corte en este momento que debería seguirlo desde su domicilio.En tanto desde la agrupación Familiares convocaron a manifestarse frente a la Cámara Federal ( Entre Ríos y Urquiza) el lunes a las 11 "para decirle a los jueces que separarlo del juicio sería una burla a los sobrevivientes, a la memoria de nuestros compañeros y a la democracia misma".
"Aun considerando el grado moderado de afectación cognitiva que plantea el escrito pericial oficial, entendemos que ese nivel de afectación no priva al periciado de su capacidad comprensiva para permanecer en el juicio que se le lleva adelante. Si bien coincidimos en licenciar al mismo de su permanencia en la sala de audiencias para disminuirle los niveles de estrés concomitantes y permitirle que pueda seguir dicho proceso en su ámbito domiciliario".
Según el informe de los peritos de parte, los achaques de salud de Díaz Bessone no son muy distintos de los de cualquier hombre de su edad. "Si bien sus funciones psíquicas se encuentran lentificadas, solidario con los tiempo propios de una persona de 86 años, esto no impide que el mismo comprenda y perciba con claridad", observaron los profesionales.
Los médicos de la salud provincial hicieron alusión en su escrito al parte del Hospital Militar del que fue dado de alta Díaz Bessone tras haber sufrido un accidente cerebro vascular (ACV) en octubre pasado, en el que constaba "que el paciente fue dado de alta con buena evolución, deambula con uso de asistencia, mejora su labilidad emocional". Los peritos constataron que desde aquel momento a la actualidad, "hay una mejora significativa, ya que en la actualidad deambula solo".
El informe consigna que ante la pregunta de cómo se siente, Díaz Bessone responde con la obvia actuación: "mal, decaído, olvido nombres, medicinas, el pasado". Y más adelante ante una consulta similar responde, como si le hubiera recomendado un especialista: " ahogo, confusión, perturbación".
Para la abogada querellante Gabriela Durruty "la contundencia del dictamen pericial de Pellegrini, Felibert y Mousalli no dejan lugar a la duda: Díaz Bessone tiene capacidad para ser sometido a proceso. Solo debemos estar a algunas de las escenas sucedidas durante la pericia para comprender la veracidad de esta afirmación. Preguntado acerca de las imputaciones que pesan sobre él responde: "Nunca maté ni torturé" Luego dirá "Yo no cometí delito". "Soy católico profundo, confío en Dios". Luego agregará: " Yo no cometí delito, no tengo dinero, me ayudan mis hijos".
Para Durruty "las respuestas están en la misma línea de su defensa material, en sus ampliaciones indagatorias en el juicio el procesado sostuvo afirmaciones similares. Comprende perfectamente lo que ocurre. Dice tener abogado y que no le interesa la causa. Se trata de una estrategia defensista, la última, para evitar la justeza de una sentencia condenatoria" amplía al abogada.
Para la abogada "sería de una gravedad supina que se le permita tener éxito y salir impune luego de casi dos años de juicio. Estas estrategias no son nuevas, al contrario, proliferan entre los genocidas, recordemos a Massera, cuya lucidez solo fue reconocida por los peritos italianos, a Pinochet parándose de su silla de ruedas al arribar a Chile luego de burlar a los peritos británicos, a Patti, entrando en camilla a la sala de audiencia, a Bussi, escudándose en un respirador, y podríamos seguir".
Según Durruty "la pericia ofrecida por esta querella debe contrastarse con una ambigua opinión de los peritos oficiales y de la propia defensa que realmente no responde la pregunta del tribunal. Diaz Bessone debe seguir en juicio y ser condenado a prisión perpetua a cumplirse en cárcel común".
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