El secretario de Comercio,
Guillermo Moreno, fue el primero en bajar del avión y salir del hall del
aeropuerto. Sin embargo, no pudo eludir a representantes de la feria de
Lomas de Zamora, que esperaron a los empresarios con remeras y
alfajores de regalo. Los pormenores de la travesía en África.
El secretario de Comercio Interior –que no suele hacer
declaraciones a la prensa– destacó los logros obtenidos en ese viaje y
defendió la participación de representantes de la Feria La Salada en la
comitiva.
Tal fue el entusiasmo de Moreno, que al regresar a Ezeiza posó
sosteniendo una remera con la inscripción \"Feria La Salada: Precio
Justo, Trabajo Digno\".
Varias marcas que se comercializan en esa feria viajaron junto a la
delegación de empresarios argentinos –la mayoría pyme–, en un periplo
que buscó ampliar a Angola como destino comercial. Entre los empresarios
que viajaron se encontraba Jorge Castillo, administrador de la feria de
Lomas de Zamora.
Bernardo Galkin, otro de los empresarios de La Salada, reveló luego en
Radio 10 que las remeras fueron parte de un obsequio que prepararon los
comerciantes de la feria para todos los empresarios que viajaron a
Angola.
“Les regalamos una remera a cada uno y una caja de alfajores. No sabía
que Moreno posó con la remera, él se bajó muy rápido del avión y se fue a
su oficina”, contó.
Galkin aseguró que el secretario tuvo un comportamiento “excelente”
durante la travesía por África. Según relató, el funcionario demostró
una capacidad de trabajo “increíble”.
Moreno viajó en clase turista con el resto de los empresarios, con
quienes compartió mates y risas y a quienes arengó a vender.
“Venía hablando con todo el mundo y les preguntaba a los empresarios qué
llevaban y si tenían buen precio. Se la pasó motivando a la gente para
que se movilizara, la verdad que tiene una energía asombrosa”, reveló
Galkin.
La agencia de noticias NA le atribuyó al secretario un chiste sobre el
CEO de La Salada. “Es el único radical que trabaja, es más, creo que es
peronista y él todavía no se dio cuenta”.
Más allá de los chistes, los empresarios destacaron que Moreno arrancaba
las jornadas de trabajo muy temprano, cerca de las 8, y se sentaba en
las mesas que se habían dispuesto en el hotel para realizar el
intercambio comercial entre empresarios de la Argentina y de Angola.
Entre los negocios que se cerraron en África, quedó abierta la
posibilidad concreta de que se instale un predio similar a La Salada en
Angola. Por lo pronto, a fin de año está previsto que se inaugure una
feria en Miami, en donde el emprendimiento generó gran interés local.
Los feriantes que viajaron a Angola llevaron prendas de vestir y de
trabajo. “La verdad que los angoleños se quedaron sorprendidos porque
los valores son menores del tercio de lo que pagan ellos. Es toda ropa
hecha en nuestros talleres”, relató Galkin.
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