La diputada justicialista se
refirió a la situación del personal de seguridad, que hoy trabaja en
condiciones de irregularidad y pidió que se cumplan las reglas.
Días atrás, Diario UNO publicó la denuncia del padre de un
joven de 19 años, que fue agredido –junto a su primo y la novia– por
patovicas en una discoteca santafesina, ubicada sobre la ruta 168. La
diputada provincial Alejandra Obeid se refirió a estos hechos y criticó a
la Municipalidad de Santa Fe por la falta de controles al personal de
seguridad de los boliches bailables santafesinos.
La ex concejala y actual diputada justicialista –autora de la ordenanza que regula la actividad del personal de seguridad en locales bailables– acompañó el reclamo de las víctimas de violencia en boliches y manifestó su preocupación por la llamativa laxitud de los controles y por el incumplimiento de la ley en relación a esta problemática.
La legisladora explicó que desde hace más de cuatro años estudia el tema y que trabajó junto al Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia (Sutcapra) para lograr la sanción de la ordenanza que regula la actividad: “En 2009, cuando se aprobó la legislación que establecía los criterios de habilitación y obligaciones para el personal de seguridad de los boliches, vimos junto al sindicato la necesidad de regular la actividad y reglamentarla para que no quede en manos de cualquiera el rol de brindar seguridad en la noche santafesina”.
Y agregó: “Desde la sanción de la normativa y hasta hoy, no hemos visto grandes cambios: casi la totalidad del personal de seguridad está en condiciones laborales precarias y no está debidamente capacitado para ejercer su función. Esperemos que las autoridades municipales asuman su responsabilidad y hagan cumplir la ley para que no sigamos lamentando más víctimas y debatiendo sobre el tema cada vez que sucede una tragedia”.
El violento episodio
“Los tres están muy shockeados todavía, pero además, están heridos. Mi hijo tiene un corte profundo en la boca, marcas de ahorcamiento en el cuello; mi sobrino recibió golpes de puño en la cara y patadas en el cuerpo y la novia de él, golpes en los tobillos, pantorrilla y en la cara”, contó a Diario UNO, Alejandro De Luca, el padre de una de las víctimas.
El episodio se habría registrado el sábado 4, a las 6, en la puerta de un boliche ubicado sobre la ruta 168, donde los jóvenes habían participado de un cumpleaños. “Estaban con un grupo grande de gente, así que muchos vieron lo que ocurrió. Aún estaban dentro del boliche cuando un patovica agredió a mi sobrino y a su novia. Ellos estaban charlando cuando un patovica se acercó, empujó a mi sobrino y le dijo a la novia: «Linda, ¿te está molestando?». Ella le contestó que no, pero el patovica insistió y cuando mi hijo vio lo que pasaba intentó defender a mi sobrino. En ese momento, los sacaron afuera del lugar y fue en la zona del estacionamiento donde los golpearon a los tres. Además, había una chica más, amiga de la novia de mi sobrino que sufrió un desmayo por la situación”, relató el hombre.
Y continuó: “Yo me enteré de lo que había sucedido cuando los tres chicos ya estaban en el hospital Cullen donde les atendían las heridas. Hasta el hospital los llevó un amigo de ellos, que pasó con el auto y vio cómo les pegaban. Por lo menos, habrían participado ocho patovicas”.
La ex concejala y actual diputada justicialista –autora de la ordenanza que regula la actividad del personal de seguridad en locales bailables– acompañó el reclamo de las víctimas de violencia en boliches y manifestó su preocupación por la llamativa laxitud de los controles y por el incumplimiento de la ley en relación a esta problemática.
La legisladora explicó que desde hace más de cuatro años estudia el tema y que trabajó junto al Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia (Sutcapra) para lograr la sanción de la ordenanza que regula la actividad: “En 2009, cuando se aprobó la legislación que establecía los criterios de habilitación y obligaciones para el personal de seguridad de los boliches, vimos junto al sindicato la necesidad de regular la actividad y reglamentarla para que no quede en manos de cualquiera el rol de brindar seguridad en la noche santafesina”.
Y agregó: “Desde la sanción de la normativa y hasta hoy, no hemos visto grandes cambios: casi la totalidad del personal de seguridad está en condiciones laborales precarias y no está debidamente capacitado para ejercer su función. Esperemos que las autoridades municipales asuman su responsabilidad y hagan cumplir la ley para que no sigamos lamentando más víctimas y debatiendo sobre el tema cada vez que sucede una tragedia”.
El violento episodio
“Los tres están muy shockeados todavía, pero además, están heridos. Mi hijo tiene un corte profundo en la boca, marcas de ahorcamiento en el cuello; mi sobrino recibió golpes de puño en la cara y patadas en el cuerpo y la novia de él, golpes en los tobillos, pantorrilla y en la cara”, contó a Diario UNO, Alejandro De Luca, el padre de una de las víctimas.
El episodio se habría registrado el sábado 4, a las 6, en la puerta de un boliche ubicado sobre la ruta 168, donde los jóvenes habían participado de un cumpleaños. “Estaban con un grupo grande de gente, así que muchos vieron lo que ocurrió. Aún estaban dentro del boliche cuando un patovica agredió a mi sobrino y a su novia. Ellos estaban charlando cuando un patovica se acercó, empujó a mi sobrino y le dijo a la novia: «Linda, ¿te está molestando?». Ella le contestó que no, pero el patovica insistió y cuando mi hijo vio lo que pasaba intentó defender a mi sobrino. En ese momento, los sacaron afuera del lugar y fue en la zona del estacionamiento donde los golpearon a los tres. Además, había una chica más, amiga de la novia de mi sobrino que sufrió un desmayo por la situación”, relató el hombre.
Y continuó: “Yo me enteré de lo que había sucedido cuando los tres chicos ya estaban en el hospital Cullen donde les atendían las heridas. Hasta el hospital los llevó un amigo de ellos, que pasó con el auto y vio cómo les pegaban. Por lo menos, habrían participado ocho patovicas”.
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