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lunes, 13 de febrero de 2012

“En Santa Fe aún nos quedan por erradicar 2.500 ranchos”

Lo dijo el coordinador general del Movimiento Los Sin Techo, José Luis Ambrosino, con relación al trabajo que realizan en la ciudad desde 1987. La entidad lucha por una Santa Fe sin excluidos.
 
El 2012 es un año de balances para el Movimiento Los Sin Techo. La institución cumple en este período 25 años de trabajo continuo en la ciudad con una labor que logró trascender fronteras por sus vistosos resultados que no sólo se centran en el área habitacional –que fue el puntapié del padre Atilio Rosso cuando creó la entidad– sino que también se extendió al campo de la salud y la educación con la conformación de centros de salud, jardines maternales y aulas informáticas.


El Movimiento Los Sin Techo logró erradicar, durante toda su trayectoria, más de siete mil ranchos; dos mil seiscientas conexiones domiciliarias de agua; más de veinte centros comunitarios y once centros de salud. “Estamos conformes con el trabajo, pero somos conscientes de que aún falta mucho y de que existen –en el departamento La Capital– unos 2.500 ranchos o casillas que aún no pudimos transformar. Si no fuera por nuestro trabajo, hoy tendríamos cerca de 10 mil familias en situaciones de extrema pobreza habitacional”, dijo José Luis Ambrosino, coordinador general de la entidad, quien aseguró que los datos que manejan “fueron corroborados con las cifras del último censo”.


El responsable de la institución dijo además que “la situación sería distinta si se tomaría la decisión política de poner un equipo de trabajo que planifique tareas edilicias en los barrios y no sólo se centre en lo que sucede en San Martín y Tucumán, por ejemplo”.


Respecto del trabajo que Los Sin Techo desarrollan a través del programa Primero Mi Primaria, Ambrosino explicó: “Le brindamos asistencia educativa a 300 chicos y ya distribuimos más de 200 netbooks. Dos veces por semana se juntan las maestras, las psicopedadogas y los informáticos para enseñarles a las mamás a manejar las computadoras y que sean ellas quienes les transmitan a los chicos sus conocimientos. El objetivo es que se pueda reforzar, desde el hogar, los contenidos aprendidos en clases”.


Cabe destacar que el programa educativo desarrollado por la institución tiene como objetivo central evitar la deserción escolar de los niños de 1º, 2º y 3º grado. “Cuando un niño abandona su educación en ese nivel, no vuelve nunca más”, afirmó el coordinador general de Los Sin Techo y complementó: “Este programa es novedoso y los rendimientos observados muy positivos. Es una realidad que sería interesante que tuvieran en cuenta quienes están al frente del sistema educativo estatal para que incorporen a sus programas esta metodología”.


Sistema de trabajo
El movimiento Los Sin Techo tiene claro que no es una organización de servicio cualquiera, su trabajo apunta a una transformación coyuntural de la realidad de las familias más carentes de Santa Fe. “El nuestro es un movimiento propositivo que trabaja en 22 barrios, que no tiene ninguna bandería política y que siempre ha metido la pata en el barro y ejercido su labor con convicción de cambio”, detalló el santafesino.


Ambrosino marcó una diferencia entre las acciones que se realizaron en años anteriores y las actuales. “Al comienzo de este siglo no había ningún rancho en Santa Fe y eso lo verificamos con el padre Rosso y el gobernador de turno, en una recorrida que hicimos en helicóptero sobre los barrios marginados de la ciudad. ¿Cómo lo logramos?, porque nos propusimos una ayuda real y no extravagante”.
En ese sentido el coordinador general de la institución detalló: “Si hubiéramos pretendido hacer una casa de clase media: con sala de estar, dos dormitorios, cocina y baño, no se habría hecho nunca; lo que se hizo fue eliminar la pocilga de barro por una pieza con techo, luz y baño instalado con inodoro. Dimos el puntapié para que la gente saliera de la situación en la que estaba inmersa y empezara a trabajar. A partir de una vivienda digna esta población hizo un click y se sintió incluida”.


Desafíos
El Movimiento Los Sin Techo trabaja con una meta: “Santa Fe sin Ranchos en 2016”. Actualmente trabaja en la edificación de veinte viviendas en el barrio Las Lomas Norte y el mejoramiento de cien casas en Villa Corpiño (Alto Verde) y Nueva Esperanza. Para ello lograron la aprobación de la ley provincial de expropiación de tierras Nº 13.126 y de la entrega de documentación dominial por parte de la Municipalidad de Santa Fe.


“Estamos construyendo veinte viviendas, en Regimiento 12 de Infantería y Camino Viejo a Esperanza, con una inversión aproximada de ocho mil dólares. El Movimiento puso el terreno, la gente el trabajo y el gobierno la plata”, dijo Ambrosino y complementó: “No es mucha la plata que demanda, lo que falta para terminar con los ranchos en Santa Fe es, sencillamente, decisión política. Yo siempre digo que la democracia está perfecta para un sector de la sociedad, pero con los excluidos está en deuda. A los gobernantes les digo «suban un cambio», porque es hora que se den cuenta de que existe una realidad que está postergada, destrozada y que no tiene tiempo que perder”.


Para finalizar, y haciendo hincapié en el número de ranchos que aún faltan erradicar del departamento La Capital, Ambrosino dijo:
“¿Se imaginan cómo se vería hoy Santa Fe con siete mil ranchos más? Esa realidad hubiera generado un efecto multiplicador de violencia, malestar y de inaccesibilidad terrible... Lo que pasa es que los planificadores tardan veinte años en pensar soluciones porque nunca vivieron en un barrio con estas características, donde no se puede salir de noche y con condiciones precarias. El gobierno se ha olvidado de muchas cosas, por eso les pedimos que salgan a la calle y vean qué es lo que verdaderamente falta, para pensar un cambio”.

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