Paulo Rosales, quien debía firmar su contrato, culpó al presidente de no haber sellado su nuevo vínculo. Por su lado, Luis Spahn, dijo: “Lo que estaba pactado hace siete días, hoy para ellos no está bien”.
Todo hacía suponer que la novela del verano tendría ayer un final feliz. Más todavía cuando al mediodía, Paulo Rosales dialogó con Ovación Radio, donde contó que estaba en pleno viaje rumbo a Santa Fe y que por la tarde se acercaría al club para llevar a cabo la tan esperada firma de la renovación de su contrato.
Sin embargo, esta novela promete tener nuevos capítulos ya que por la tarde el coscoíno se reunió con su representante Damián Siocán en el Hotel Holiday Inn, desde donde llegaron a la conclusión que había algunas cuestiones que no les cerraba en el nuevo acuerdo que proponía el club.
El problema radica en que el jugador pretende que Unión se haga cargo de los impuestos a las ganancias, mientras que la institución mantiene como premisa en todos sus contratos que los mismos corran por cuenta de los jugadores.
Así lo explicó Luis Spahn por LT 10, al manifestar: “Anoche estaba reunido con Kudelka y otros dirigentes y recibí un llamado de su representante (Siocán), le dije que lo llamaba cuando terminaba mi encuentro con el entrenador. Cuando me comuniqué nuevamente con él me encontré con la novedad que se había corrido un poco el arco y bastante. En estas condiciones si ellos no recapacitan y se dan cuenta que lo que estaba arreglado deberíamos cumplirlo, no se firmará un nuevo contrato y Paulo rescindirá su vínculo y se irá a un equipo del exterior como lo permite la FIFA. En caso contrario seguirá con nosotros brindándonos lo mejor desde lo futbolístico y lo humano entablando un nuevo acuerdo”.
Luego, el máximo directivo tatengue expresó: “Estaba todo acordado y no cambiamos ni una coma del contrato que estaba preparado para firmar el 28 de diciembre. Confiamos en la palabra porque el jugador había manifestado vía telefónica mientras se ausentaba de la ciudad que llegaba el 4 de enero y firmaba. Sin embargo, anoche (por el martes) le encontraron cosas que creen que no es lo que se habló. Lo que estaba bien hace siete días hoy ya no está del todo bien”.
“El contrato iba a tener las mismas características de las que firmó con Juan Leonardo Vega y César Dona y que reviste las mismas características de los demás jugadores”, continuó el presidente de la entidad de la Avenida López y Planes.
“En lo personal no voy a decir que estoy peleado con Rosales, no comparto la visión que tienen ellos. Lo que nunca voy a trasladar es el no acuerdo en un negocio a entorpecer la relación personal.
El respeto a la otra persona es fundamental para manejarse en la sociedad. Hicieron una interpretación errónea del contrato y yo les tengo que responder que por el bien del club que no puedo satisfacer lo que me están planteado”, cerró Spahn.
El descargo de Rosales
Unos minutos antes de la hora 20, Rosales y Damián Siocán se hicieron presentes en la sala de conferencia del Hotel Holiday Inn para explicar su posición. El volante creativo, entre otras cosas, manifestó: “Hay gente que quiere que no siga en Unión, yo ya dije que me quería quedar en el club. Mañana (por hoy) me voy a presentar a entrenar junto a mis compañeros en Casasol. Si no desean que siga en el club que se hagan cargo”.
Luego, el mediocampista tatengue tiró: “Tengo contrato hasta junio, me presentaré a entrenar y veré qué pasa, las puertas están abiertas para seguir dialogando con los dirigentes. Hablamos mucho con Damián (Siocán), hace un rato lo llamó al presidente y le respondió que ya lo llamaba pero todavía no se comunicó. Sin embargo salió a hablar por distintos medios. Prefiero que me digan de frente que no quieren que siga en el club y listo”.
“Hay cosas que ya estaban pactadas y se cambiaron a la hora de firmar, yo digo lo que siento y es que no me quieren en el club. Todo esto me desgasta pero no me duele. Cuando me atacan me defiendo, me quieren ensuciar y no se hacen cargo de las cosas. Soy un jugador más, no me considero imprescindible”, siguió el enganche.
Y para terminar, afirmó: “Al club lo quiero y esa es la realidad, por eso quería quedarme. En Unión no me quiero salvar, si me quisiera salvar ya me hubiese ido. La realidad es que el presidente (Spahn) no me quiere, ya me metió en varios problemas en los que no tenía nada que ver”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario