El Vicegobernador de Santa Fe,
Jorge Henn, reveló que el Gobernador Antonio Bonfatti bajó la orden a
sus colaboradores para dialogar con la oposición. En vísperas del
reinicio de la actividad legislativa –el receso termina el 31 de enero–,
se comienza a entrever una nueva relación entre el Poder Ejecutivo y
los diputados y senadores de la oposición, que controlan ambas cámaras.
El gobernador Antonio Bonfatti instruyó a sus ministros a
dialogar con la oposición todas las veces que sea necesario, a los fines
de garantizar que las iniciativas que remita el gobierno obtengan el
visto bueno de la Legislatura.
“Los ministros tienen que estar a disposición de los legisladores para saber qué, cómo, dónde, cuándo; es parte del sistema democrático”. Así lo aseguró el vicegobernador Jorge Henn en diálogo con El Ciudadano. El número dos de Bonfatti explicó que la idea del mandatario es lograr un diálogo más fluído entre el Ejecutivo y la Legislatura. Y se refirió, además, a los proyectos que remitió el gobierno el año pasado y cuya sanción definitiva sigue pendiente, entre ellos el nuevo sistema de salud pública, la creación de Radio y Televisión Santafesina y la Corporación Financiera.
—¿Imaginaba que enero iba a ser un mes más calmo desde el punto de vista político?
—Cuando aparecen problemas de agenda, nosotros lo primero que pensamos es en tener una vicegobernación cercana a las decisiones cotidianas de la gente. Eso quiere decir que intentamos apuntalar las políticas del gobernador; hemos ido a todas las reuniones de gabinete, sabemos qué es lo que está pasando, acompañamos al gobernador en las recorridas que se han hecho. Hubo algunas complicaciones relacionadas con la sequía, en el norte. Hemos ido al departamento 9 de Julio y tomamos nota con el gobernador de algunos problemas serios, estructurales. Y luego estuvieron los cortes (de energía), que afectaron principalmente a la ciudad de Rosario.
—En ese sentido, la oposición hizo críticas muy duras…
—Cada uno tiene que hacer su tarea, es lógico: pedir informes, saber lo que está pasando sobre los problemas concretos. Pero en lo que tiene que ver con las herramientas para gobernar, las cámaras han tomado nota. El gobernador necesita un presupuesto y se lo han dado; necesita un fiscal de Estado, se reunió la Asamblea Legislativa (a fines de 2011) y se votó (en referencia al pliego de Pablo Saccone); se necesitan modificaciones presupuestarias para atender algunas contingencias y las han dado. Después hay cuestiones en las que podemos no estar de acuerdo; son las reglas del juego. Lo importante es dialogar sin ruido y creo que están dadas las condiciones para que no haya ruido y poner los temas arriba de la mesa, pensar qué podemos hacer juntos para mejorar la provincia.
—¿Cómo será el reinicio de la actividad legislativa?
—Vamos a plantear temas que quedaron en agenda. Los senadores han expresado su disposición a analizarlos. Estamos hablando de la Corporación Financiera, que es la creación de un banco que pueda financiar a las pymes. La creación de un canal y de una radio provincial. El sistema de salud integrado, que es en elemento central de las políticas que quiere llevar adelante el gobierno. Hay que cambiar la mecánica, profundizar el diálogo. El gobernador ha sido muy claro: los ministros tienen que estar a disposición de los legisladores para saber qué, cómo, dónde, cuándo. Estamos avanzando hacia una democracia participativa, con la complejidad que implica no tener las dos cámaras del mismo color político que el Ejecutivo.
—¿Eso significa que habrá más diálogo entre el Ejecutivo y la Legislatura?
—Absolutamente. Lo planteó el gobernador tanto en las reuniones de gabinete como en los encuentros que mantuvo con diputados y senadores de la oposición. Están todos los ministros a disposición para que el legislador haga su trabajo. Cuando fuimos al departamento 9 de Julio lo hicimos junto al senador (Raúl Gramajo, del PJ). Terminados los procesos electorales no se deben priorizar las diferencias sino las demandas que todavía están insatisfechas. El gobierno tiene la energía puesta en solucionar los problemas, y los diputados y senadores también. Cuando se ponen los temas sobre la mesa, se empiezan a generar las condiciones para que los problemas se solucionen.
—Entre todos los temas pendientes, ¿cuáles son las prioridades?
—Hay temas importantes y otros urgentes. La creación de cargos para el área de salud y para la Agencia de Seguridad Alimentaria es una necesidad, igual que cuando se aprobaron los cargos docentes en función de una negociación paritaria con los gremios. Y después hay temas que son importantes, como la reforma constitucional. En eso nos debemos una discusión mano a mano con el ciudadano acerca de la importancia de la reforma. Esto significa tratar de dar cuenta ante el ciudadano de que no es un tema académico, sino que tiene un impacto directo en la gente: hablar de coparticipación, de recursos, de sistemas de organización. Son temas centrales para mejorar la calidad de vida de la gente. Pero primero tenemos que dar cuenta de que una mala institucionalidad, de baja calidad, mediocre, como la que tenemos ahora en la provincia, no es algo neutro a la hora de resolver los problemas de la gente.
—¿Cómo van a instrumentar ese diálogo con la sociedad?
—El gobernador va a hacer convocatorias en febrero y marzo a los sectores políticos, a las instituciones y a las ONG.
—Algunos constitucionalistas sostienen que no es urgente la reforma y que primero se debería cumplir con lo que plantea la actual carta magna…
—Es una valoración y puede ser cierta. Pero no es menos cierto que hay nuevos instrumentos de participación y de control –la autonomía municipal, la revocatoria de mandatos– que son centrales. La autonomía es la posibilidad de que el municipio empiece a organizarse desde cero: con qué recursos, para cubrir qué demandas. Hoy hay demandas que el poder central (la Nación) no atiende porque se desmanteló el Estado de bienestar y esas demandas vienen a la provincia y terminan en los municipios o en los Concejos. Hoy los municipios están involucrados en temas de seguridad porque el intendente es el jefe político de la ciudad y se tiene que hacer cargo de cuestiones de salud, educación, empleo, desarrollo local. Pero para eso tiene que tener recursos.
“Los ministros tienen que estar a disposición de los legisladores para saber qué, cómo, dónde, cuándo; es parte del sistema democrático”. Así lo aseguró el vicegobernador Jorge Henn en diálogo con El Ciudadano. El número dos de Bonfatti explicó que la idea del mandatario es lograr un diálogo más fluído entre el Ejecutivo y la Legislatura. Y se refirió, además, a los proyectos que remitió el gobierno el año pasado y cuya sanción definitiva sigue pendiente, entre ellos el nuevo sistema de salud pública, la creación de Radio y Televisión Santafesina y la Corporación Financiera.
—¿Imaginaba que enero iba a ser un mes más calmo desde el punto de vista político?
—Cuando aparecen problemas de agenda, nosotros lo primero que pensamos es en tener una vicegobernación cercana a las decisiones cotidianas de la gente. Eso quiere decir que intentamos apuntalar las políticas del gobernador; hemos ido a todas las reuniones de gabinete, sabemos qué es lo que está pasando, acompañamos al gobernador en las recorridas que se han hecho. Hubo algunas complicaciones relacionadas con la sequía, en el norte. Hemos ido al departamento 9 de Julio y tomamos nota con el gobernador de algunos problemas serios, estructurales. Y luego estuvieron los cortes (de energía), que afectaron principalmente a la ciudad de Rosario.
—En ese sentido, la oposición hizo críticas muy duras…
—Cada uno tiene que hacer su tarea, es lógico: pedir informes, saber lo que está pasando sobre los problemas concretos. Pero en lo que tiene que ver con las herramientas para gobernar, las cámaras han tomado nota. El gobernador necesita un presupuesto y se lo han dado; necesita un fiscal de Estado, se reunió la Asamblea Legislativa (a fines de 2011) y se votó (en referencia al pliego de Pablo Saccone); se necesitan modificaciones presupuestarias para atender algunas contingencias y las han dado. Después hay cuestiones en las que podemos no estar de acuerdo; son las reglas del juego. Lo importante es dialogar sin ruido y creo que están dadas las condiciones para que no haya ruido y poner los temas arriba de la mesa, pensar qué podemos hacer juntos para mejorar la provincia.
—¿Cómo será el reinicio de la actividad legislativa?
—Vamos a plantear temas que quedaron en agenda. Los senadores han expresado su disposición a analizarlos. Estamos hablando de la Corporación Financiera, que es la creación de un banco que pueda financiar a las pymes. La creación de un canal y de una radio provincial. El sistema de salud integrado, que es en elemento central de las políticas que quiere llevar adelante el gobierno. Hay que cambiar la mecánica, profundizar el diálogo. El gobernador ha sido muy claro: los ministros tienen que estar a disposición de los legisladores para saber qué, cómo, dónde, cuándo. Estamos avanzando hacia una democracia participativa, con la complejidad que implica no tener las dos cámaras del mismo color político que el Ejecutivo.
—¿Eso significa que habrá más diálogo entre el Ejecutivo y la Legislatura?
—Absolutamente. Lo planteó el gobernador tanto en las reuniones de gabinete como en los encuentros que mantuvo con diputados y senadores de la oposición. Están todos los ministros a disposición para que el legislador haga su trabajo. Cuando fuimos al departamento 9 de Julio lo hicimos junto al senador (Raúl Gramajo, del PJ). Terminados los procesos electorales no se deben priorizar las diferencias sino las demandas que todavía están insatisfechas. El gobierno tiene la energía puesta en solucionar los problemas, y los diputados y senadores también. Cuando se ponen los temas sobre la mesa, se empiezan a generar las condiciones para que los problemas se solucionen.
—Entre todos los temas pendientes, ¿cuáles son las prioridades?
—Hay temas importantes y otros urgentes. La creación de cargos para el área de salud y para la Agencia de Seguridad Alimentaria es una necesidad, igual que cuando se aprobaron los cargos docentes en función de una negociación paritaria con los gremios. Y después hay temas que son importantes, como la reforma constitucional. En eso nos debemos una discusión mano a mano con el ciudadano acerca de la importancia de la reforma. Esto significa tratar de dar cuenta ante el ciudadano de que no es un tema académico, sino que tiene un impacto directo en la gente: hablar de coparticipación, de recursos, de sistemas de organización. Son temas centrales para mejorar la calidad de vida de la gente. Pero primero tenemos que dar cuenta de que una mala institucionalidad, de baja calidad, mediocre, como la que tenemos ahora en la provincia, no es algo neutro a la hora de resolver los problemas de la gente.
—¿Cómo van a instrumentar ese diálogo con la sociedad?
—El gobernador va a hacer convocatorias en febrero y marzo a los sectores políticos, a las instituciones y a las ONG.
—Algunos constitucionalistas sostienen que no es urgente la reforma y que primero se debería cumplir con lo que plantea la actual carta magna…
—Es una valoración y puede ser cierta. Pero no es menos cierto que hay nuevos instrumentos de participación y de control –la autonomía municipal, la revocatoria de mandatos– que son centrales. La autonomía es la posibilidad de que el municipio empiece a organizarse desde cero: con qué recursos, para cubrir qué demandas. Hoy hay demandas que el poder central (la Nación) no atiende porque se desmanteló el Estado de bienestar y esas demandas vienen a la provincia y terminan en los municipios o en los Concejos. Hoy los municipios están involucrados en temas de seguridad porque el intendente es el jefe político de la ciudad y se tiene que hacer cargo de cuestiones de salud, educación, empleo, desarrollo local. Pero para eso tiene que tener recursos.
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