Algunas cadenas de supermercados
locales restringen la venta a una botella por persona, desde hace
semanas. Sin embargo, el rubro produce en buenas cantidades en la
provincia de Santa Fe.
“Sr. Cliente: ACEITES GIRASOL/MEZCLA Y/O MAÍZ, de 900 ml, 1
lt, y 1,5 lt máximo de compra limitado a 1 (una) unidad en total”. El
mensaje es claro y conciso, cada consumidor sólo se puede llevar una
botella de aceite de las clases más económicas –allí no se encuentra la
de oliva, por ejemplo.
El cartel puede observarse en los locales de distintas cadenas de supermercados santafesinas, en las góndolas que ofrecen esos productos. La decisión rige desde hace varias semanas en forma más o menos similar. No es la primera vez que ocurre ni con éste ni con otros componentes de la canasta básica de alimentos. En otras oportunidades, se limitó también la compra de pollo y de leche.
Sin razones explícitas ni fundamentos que puedan deducirse con facilidad del escenario actual, estas restricciones aparecen y desaparecen de los pasillos de los súper, sin ningún tipo de control ni sanciones. Tampoco hay gran variedad de marcas disponibles.
El secretario general del Sindicato Aceitero de Rosario, Adrián Dávalos, señaló que “la producción no desciende, lo que ocurre es que no hay muchos controles”. En ese sentido explicó que pueden haberse incrementado las exportaciones, pero que en la provincia de Santa Fe al rubro “le va muy bien, al igual que al resto de la agroindustria”.
De hecho, esta semana, la entidad fue la primera en resolver las escalas salariales de este año con los empresarios del rubro, con un buen acuerdo para sus trabajadores. A nivel nacional se acordó el 24 por ciento.
“El acuerdo consiste en un sueldo básico de 6.000 pesos a partir del primero de enero de 2012 para la categoría del peón, y una suma fija no remunerativa de 200 pesos también a partir del primero de enero. En tanto, 100 de esos 200 pesos pasan a ser remunerativos a partir de julio próximo y los otros 100 pesos restantes a partir de octubre próximo”, indicaron desde Rosario.
El sindicato informó que además se logró una suma fija no remunerativa de 4.600 pesos por única vez en concepto de premios para todos los trabajadores aceiteros a cobrarse en este mes de enero.
Hace cuatro años
En febrero de 2008, Diario UNO reflejaba en sus páginas los mismos inconvenientes en cuanto a este producto. Cuando los santafesinos llegaban a la góndola del supermercado para elegir y comprar aceite comestible, se encontraban con que, en general, sólo podían optar entre una o dos marcas, una sola variedad (girasol), en envase de un litro.
Los compradores remarcaban que el producto –más allá de que su precio está regulado desde hace años– también estaba más caro, por lo cual comenzaron a volcarse a las segundas y terceras líneas.
Si bien la mayoría de los comerciantes reconocía en ese entonces tener faltante de mercadería, los responsables de supermercados del centro de la ciudad confirmaban que habían “recibido con normalidad” de los proveedores, aunque sus góndolas estaban semivacías.
La justificación de ese momento era el incremento de las exportaciones y las fallas que surjían en la cadena de distribución hacia el interior del país.
El cartel puede observarse en los locales de distintas cadenas de supermercados santafesinas, en las góndolas que ofrecen esos productos. La decisión rige desde hace varias semanas en forma más o menos similar. No es la primera vez que ocurre ni con éste ni con otros componentes de la canasta básica de alimentos. En otras oportunidades, se limitó también la compra de pollo y de leche.
Sin razones explícitas ni fundamentos que puedan deducirse con facilidad del escenario actual, estas restricciones aparecen y desaparecen de los pasillos de los súper, sin ningún tipo de control ni sanciones. Tampoco hay gran variedad de marcas disponibles.
El secretario general del Sindicato Aceitero de Rosario, Adrián Dávalos, señaló que “la producción no desciende, lo que ocurre es que no hay muchos controles”. En ese sentido explicó que pueden haberse incrementado las exportaciones, pero que en la provincia de Santa Fe al rubro “le va muy bien, al igual que al resto de la agroindustria”.
De hecho, esta semana, la entidad fue la primera en resolver las escalas salariales de este año con los empresarios del rubro, con un buen acuerdo para sus trabajadores. A nivel nacional se acordó el 24 por ciento.
“El acuerdo consiste en un sueldo básico de 6.000 pesos a partir del primero de enero de 2012 para la categoría del peón, y una suma fija no remunerativa de 200 pesos también a partir del primero de enero. En tanto, 100 de esos 200 pesos pasan a ser remunerativos a partir de julio próximo y los otros 100 pesos restantes a partir de octubre próximo”, indicaron desde Rosario.
El sindicato informó que además se logró una suma fija no remunerativa de 4.600 pesos por única vez en concepto de premios para todos los trabajadores aceiteros a cobrarse en este mes de enero.
Hace cuatro años
En febrero de 2008, Diario UNO reflejaba en sus páginas los mismos inconvenientes en cuanto a este producto. Cuando los santafesinos llegaban a la góndola del supermercado para elegir y comprar aceite comestible, se encontraban con que, en general, sólo podían optar entre una o dos marcas, una sola variedad (girasol), en envase de un litro.
Los compradores remarcaban que el producto –más allá de que su precio está regulado desde hace años– también estaba más caro, por lo cual comenzaron a volcarse a las segundas y terceras líneas.
Si bien la mayoría de los comerciantes reconocía en ese entonces tener faltante de mercadería, los responsables de supermercados del centro de la ciudad confirmaban que habían “recibido con normalidad” de los proveedores, aunque sus góndolas estaban semivacías.
La justificación de ese momento era el incremento de las exportaciones y las fallas que surjían en la cadena de distribución hacia el interior del país.
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