El gobierno provincial publicó
en el Boletín Oficial la ley 13.243, por la cual se habilita a todos los
concejos municipales a incrementar el número de miembros de acuerdo a
la cantidad de vecinos.
El Poder Ejecutivo de Santa Fe publicó en el Boletín
Oficial la ley Nº 13.243, por la cual se habilita a los concejos
municipales de toda la provincia incrementar su número de miembros de
acuerdo a la cantidad de habitantes de cada localidad. De esa manera, se
modifica la Orgánica de Municipalidades con el objetivo de dotar de
mayor representatividad política a los poderes legislativos locales.
El autor de la ley es el ex diputado provincial y actual presidente del Concejo de Santa Fe, Leonardo Simoniello, quien recordó que al calor del reclamo popular que exigía “que se vayan todos”, en 2002 se sancionó en la Legislatura un proyecto –denominado Ley Borgonovo– que obligaba a la ciudad capital y a Rosario a reducir a la mitad su número de ediles. Santa Fe pasóde tener 23 concejales a 13 y en la Cuna de la Bandera el descenso fue aún más drástico, porque pasó de 42 a 21. La excusa fue reducir el costo político, pero eso nunca se dio en la práctica porque el gasto en esos cuerpos deliberativos aumentó.
En cambio, sí se afectó la representación política de las minorías. Es que al bajar el número de bancas se limitó la participación de nuevas fuerzas ya que se necesitan más votos para ser concejal que diputado provincial. Por ejemplo, en la ciudad de Santa Fe para ser concejal hay que obtener 40 mil sufragios, pero para ser legislador bastan no más de 20 mil, de acuerdo a lo que sucedió en las elecciones del año pasado.
Ahora, con el visto bueno del gobierno, “en las municipalidades de primera categoría (Santa Fe y Rosario, que son los dos únicos distritos en esa situación), por los primeros 200 mil habitantes se elegirán 13 concejales, agregándose en ambos casos un concejal por cada 50 mil habitantes o fracción no inferior a 30 mil”, dice la norma.
El autor de la ley es el ex diputado provincial y actual presidente del Concejo de Santa Fe, Leonardo Simoniello, quien recordó que al calor del reclamo popular que exigía “que se vayan todos”, en 2002 se sancionó en la Legislatura un proyecto –denominado Ley Borgonovo– que obligaba a la ciudad capital y a Rosario a reducir a la mitad su número de ediles. Santa Fe pasóde tener 23 concejales a 13 y en la Cuna de la Bandera el descenso fue aún más drástico, porque pasó de 42 a 21. La excusa fue reducir el costo político, pero eso nunca se dio en la práctica porque el gasto en esos cuerpos deliberativos aumentó.
En cambio, sí se afectó la representación política de las minorías. Es que al bajar el número de bancas se limitó la participación de nuevas fuerzas ya que se necesitan más votos para ser concejal que diputado provincial. Por ejemplo, en la ciudad de Santa Fe para ser concejal hay que obtener 40 mil sufragios, pero para ser legislador bastan no más de 20 mil, de acuerdo a lo que sucedió en las elecciones del año pasado.
Ahora, con el visto bueno del gobierno, “en las municipalidades de primera categoría (Santa Fe y Rosario, que son los dos únicos distritos en esa situación), por los primeros 200 mil habitantes se elegirán 13 concejales, agregándose en ambos casos un concejal por cada 50 mil habitantes o fracción no inferior a 30 mil”, dice la norma.
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