El gobernador Bonfatti se
comprometió a dar una solución a un proyecto que requiere del aporte de
la Provincia para expropiar 66 hectáreas al suroeste del barrio Amancay.
“El Gobernador se interesó en el proyecto de lagunas de
retención y se comprometió a dar una solución. Y también a agilizar esa
solución, ojalá que así sea pues ya han pasado 5 años desde que hemos
iniciado la gestión”, afirmó Luis Ambort, secretario de Obras Públicas
de la Municipalidad de Rafaela.
El funcionario realizó una evaluación positiva de la cumbre de gabinetes del martes pasado al menos por la actitud de Antonio Bonfatti en torno a una iniciativa que apenas avanzó en los papeles pero que prácticamente fue paralizada durante la gestión de Hermes Binner en la Casa Gris. “Estamos satisfechos. La ley está vigente y ahora la Provincia debe avanzar con la expropiación de esas 66 hectáreas”, agregó Ambort.
-¿En qué consiste el proyecto?
-En efectuar un terraplén lateral y después preparar un espacio interior que tendrá una profundidad de un metro aproximadamente. En un terreno de 66 hectáreas es prácticamente imperceptible. Además contará con una obra de regulación en el extremo este, que es un vertedero, donde se deja salir en forma regulada los caudales que se almacenen por una lluvia inusual y que atravesará la ciudad utilizando el Canal Sur. Es como una especie de diquecito. Será una laguna de retención que estará parquizada y que generalmente estará seca, excepto cuando sucedan eventos extraordinarios.
Las tierras, que pertenecen a tres propietarios distintos (Bruno, Posebón y Mutual del Club Sportivo Ben Hur), habían sido cotizadas en 1,5 millón de pesos aproximadamente en 2008 por una Comisión Evaluadora de la Provincia. Por tanto, para avanzar se requiere actualizar los valores que se le pagarán a los dueños.
Entusiasmado con las nuevas perspectivas del proyecto, Ambort recordó cómo nació la alternativa de construir lagunas de retención. “Entre el 27 y el 29 de marzo de 2007 se produjo en Rafaela una precipitación de 437 milímetros que no sólo afectó a la ciudad sino también a una gran parte de la Provincia, a tal punto que hubo más de 30 mil evacuados en 70 localidades afectadas. En Rafaela sufrimos anegamientos y evacuaciones. Uno de los lugares donde se registró el mayo ingreso de volúmenes de agua fue en el suroeste”, indicó.
La Municipalidad contrató a un consultor externo para elaborar un estudio hídrico integral y “un proyecto de desagües que sirva para mitigar este tipo de situaciones”. El ingeniero Juan Carlos Bertoni señaló que “la solución adecuada es la conformación de lagunas de retención, que consiste en retener los volúmenes que llegan del sector rural e ingresan a la ciudad, en forma temporaria, y dejar salir el agua en forma regulada utilizando la infraestructura que tenemos en materia de canales y desagües sin necesidad de sobredimensionar estas obras existentes”.
Ambort puntualizó que “el proyecto se presentó ante el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de la Provincia, y después de un proceso de intercambio de observaciones técnicas se llegó a la presentación del proyecto ejecutivo, después la Comisión Evaluadora monitoreó los terrenos y le puso un precio, que en ese momento fue de 1,5 millones de pesos”.
El paso siguiente para concretar la expropiación de esas tierras debía darlo la Provincia con la transferencia de los fondos para comprar los terrenos, lo cual nunca se cristalizó. “El marco de este trabajo era, en 2007, una situación de emergencia hídrica y de desastre que había dictado la Provincia para ocho departamentos, uno de los cuales era Castellanos”, detalló Ambort. Precisamente, en el artículo 5 de ese decreto se declaraba “de interés general y sujeto a expropiación, con carácter genérico, los inmuebles que se localicen en la zona de ejecución de obras de saneamiento hídrico”.
Con el proyecto técnico de lagunas de retención, el Municipio logró en mayo de 2007 que el Concejo Municipal apruebe la Ordenanza Nº 4054 “en la que se establece cuáles son los inmuebles sujetos a expropiación y donde se define que solamente serán destinados a ejecutar obras de saneamiento hídrico”.
Por último, la Legislatura aprobó la Ley 12.806 en la que “declara de utilidad pública y sujetos a expropiación los tres terrenos que solicitamos para efectuar las obras de lagunas de retardo”, agregó el secretario de Obras Públicas. Ante la falta de avances, esta ley se debió prorrogar a través de otras dos normas, la Nº 13.037 en 2009 y la Nº 13.238 el pasado 28 de diciembre.
“Constituir las lagunas de retención demandará una inversión muy grande que, seguramente, nos obligue a ejecutar la obra gradualmente. Pero lo importante es que, una vez que contemos con el espacio, estaremos en condiciones de solicitar fondos ante organismos de la Provincia y la Nación. Mientras los terrenos no sean propiedad de la Municipalidad, no se pueden iniciar gestiones”, finalizó Ambort.
El funcionario realizó una evaluación positiva de la cumbre de gabinetes del martes pasado al menos por la actitud de Antonio Bonfatti en torno a una iniciativa que apenas avanzó en los papeles pero que prácticamente fue paralizada durante la gestión de Hermes Binner en la Casa Gris. “Estamos satisfechos. La ley está vigente y ahora la Provincia debe avanzar con la expropiación de esas 66 hectáreas”, agregó Ambort.
-¿En qué consiste el proyecto?
-En efectuar un terraplén lateral y después preparar un espacio interior que tendrá una profundidad de un metro aproximadamente. En un terreno de 66 hectáreas es prácticamente imperceptible. Además contará con una obra de regulación en el extremo este, que es un vertedero, donde se deja salir en forma regulada los caudales que se almacenen por una lluvia inusual y que atravesará la ciudad utilizando el Canal Sur. Es como una especie de diquecito. Será una laguna de retención que estará parquizada y que generalmente estará seca, excepto cuando sucedan eventos extraordinarios.
Las tierras, que pertenecen a tres propietarios distintos (Bruno, Posebón y Mutual del Club Sportivo Ben Hur), habían sido cotizadas en 1,5 millón de pesos aproximadamente en 2008 por una Comisión Evaluadora de la Provincia. Por tanto, para avanzar se requiere actualizar los valores que se le pagarán a los dueños.
Entusiasmado con las nuevas perspectivas del proyecto, Ambort recordó cómo nació la alternativa de construir lagunas de retención. “Entre el 27 y el 29 de marzo de 2007 se produjo en Rafaela una precipitación de 437 milímetros que no sólo afectó a la ciudad sino también a una gran parte de la Provincia, a tal punto que hubo más de 30 mil evacuados en 70 localidades afectadas. En Rafaela sufrimos anegamientos y evacuaciones. Uno de los lugares donde se registró el mayo ingreso de volúmenes de agua fue en el suroeste”, indicó.
La Municipalidad contrató a un consultor externo para elaborar un estudio hídrico integral y “un proyecto de desagües que sirva para mitigar este tipo de situaciones”. El ingeniero Juan Carlos Bertoni señaló que “la solución adecuada es la conformación de lagunas de retención, que consiste en retener los volúmenes que llegan del sector rural e ingresan a la ciudad, en forma temporaria, y dejar salir el agua en forma regulada utilizando la infraestructura que tenemos en materia de canales y desagües sin necesidad de sobredimensionar estas obras existentes”.
Ambort puntualizó que “el proyecto se presentó ante el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de la Provincia, y después de un proceso de intercambio de observaciones técnicas se llegó a la presentación del proyecto ejecutivo, después la Comisión Evaluadora monitoreó los terrenos y le puso un precio, que en ese momento fue de 1,5 millones de pesos”.
El paso siguiente para concretar la expropiación de esas tierras debía darlo la Provincia con la transferencia de los fondos para comprar los terrenos, lo cual nunca se cristalizó. “El marco de este trabajo era, en 2007, una situación de emergencia hídrica y de desastre que había dictado la Provincia para ocho departamentos, uno de los cuales era Castellanos”, detalló Ambort. Precisamente, en el artículo 5 de ese decreto se declaraba “de interés general y sujeto a expropiación, con carácter genérico, los inmuebles que se localicen en la zona de ejecución de obras de saneamiento hídrico”.
Con el proyecto técnico de lagunas de retención, el Municipio logró en mayo de 2007 que el Concejo Municipal apruebe la Ordenanza Nº 4054 “en la que se establece cuáles son los inmuebles sujetos a expropiación y donde se define que solamente serán destinados a ejecutar obras de saneamiento hídrico”.
Por último, la Legislatura aprobó la Ley 12.806 en la que “declara de utilidad pública y sujetos a expropiación los tres terrenos que solicitamos para efectuar las obras de lagunas de retardo”, agregó el secretario de Obras Públicas. Ante la falta de avances, esta ley se debió prorrogar a través de otras dos normas, la Nº 13.037 en 2009 y la Nº 13.238 el pasado 28 de diciembre.
“Constituir las lagunas de retención demandará una inversión muy grande que, seguramente, nos obligue a ejecutar la obra gradualmente. Pero lo importante es que, una vez que contemos con el espacio, estaremos en condiciones de solicitar fondos ante organismos de la Provincia y la Nación. Mientras los terrenos no sean propiedad de la Municipalidad, no se pueden iniciar gestiones”, finalizó Ambort.
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