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lunes, 12 de diciembre de 2011

SANTA FE/“No quiero que haya otro Marquitos más en el barrio”

El padre de Marcos Benítez anunció una nueva marcha al Ministerio de Justicia. Las ocho personas que estaban detenidas recuperaron la libertad por “falta de mérito”; mientras que está vigente un pedido de captura para el principal sospechoso.

“Nos van a terminar matando a todos y nadie dice nada”, declaró Pablo Benítez, padre de Marcos, el chico de 10 años asesinado de un balazo en el pecho en El Arenal de barrio San Lorenzo el pasado 23 de noviembre. “Esto no da para más, pedimos principalmente justicia y que se aclare el crimen de mi hijo; pero además que patrullen más la zona porque los desmanes y los tiroteos siguen”, denunció el cuidacoches que trabaja en la playa de Casa de Gobierno.

Para que el mensaje llegue a oídos de las autoridades provinciales, Benítez marchó el miércoles pasado hasta el Ministerio de Seguridad de calle 1° Junta, pero “el ministro (Álvaro) Gaviola no nos pudo atender porque cambiaba de mandato”, entonces “dejamos un petitorio”.

El 23 de diciembre, cuando se cumpla el primer mes de ocurrido el crimen, los Benítez y sus allegados piensan volver hasta el Ministerio “para hablar con las nuevas autoridades para que nos den una respuesta”, aseguró el hombre de la familia.

Casi un ruego

“No quiero que haya otro Marquitos más en el barrio”, dijo el padre, que ruega por sus otros hijos que “ahora sienten un cohete y disparan para adentro. Están más presos ellos que los delincuentes”, opinó Pablo sobre las secuelas del suceso.

El hombre reconoce que “el dolor que llevamos adentro lo vamos a ir superando, pero va a llevar su proceso”. Sin embargo, asume que “no es justo que cada vez que mis hijos salen a hacer un mandado tenga que ir por atrás custodiándolos”.

“A mi hijo me lo mataron cuando estaba sentadito en la vereda tomandose un jugo”, recordó Pablo, “y esto sigue y a nadie le importa nada”, se lamenta. “Yo tengo cinco chicos más que quedaron mal”, se quejó.

Por último y a pesar de que sabe que no hay detenidos por el crimen de su hijo, Pablo Benítez pidió a los vecinos que puedan aportar datos que se animen y que declaren. “Hay un sospechoso que están buscando, pero hay gente que no quiere hablar por miedo”, agregó.

Sin pruebas

Fuentes tribunalicias confirmaron hoy que las ocho personas que estaban detenidas por el crimen de Marcos Benítez recuperaron la libertad.

La medida se concretó el viernes 2 de diciembre, luego de que el juez de Instrucción Quinta, Darío Sánchez, dictara “falta de mérito” para todos ellos; mientras que se encuentra vigente un pedido de captura para el principal sospechoso, que estaría prófugo desde el día del hecho.

Con conocimiento del Fiscal N° 4, Juan Pablo López Rosas, el juez Sánchez optó por la soltura de los imputados debido a la falta de elementos de prueba que indiquen responsabilidad de esas personas que estuvieron ocho días privadas de su libertad.

Marcha por seguridad

El viernes 23 de diciembre, a las 9 de la mañana, la familia Benítez se concentrará en bulevar Zavalla y avenida General López, frente a la estación del Ferrocarril Mitre, desde donde partirán rumbo al Ministerio de Seguridad de la provincia -1a. Junta y 9 de Julio- para solicitar una entrevista con las nuevas autoridades de dicho organismo. El miércoles pasado dejaron un petitorio para el ex ministro Álvaro Gaviola.

Desde la defensa
El abogado Juan José Patiño confirmó la liberación de los ocho imputados por el crimen de Marcos Benítez. Junto a sus colegas Juan y Leandro Aguilar, Patiño tuvo a su cargo la defensa de tres de ellos, los cuales “estuvieron ocho días detenidos”, precisó la defensa. Además actuaron como defensores del resto los abogados Ignacio Ferreyra e Iván Leguiza.

“Por cuestiones investigativas, el juez (Darío Sánchez) los dejó detenidos, porque quería escucharlos” en Tribunales, ya que la mayoría de ellos “prestaron declaración en sede prevencional y después conteste en sede judicial ratificaron todos los dichos”, dijo Patiño.

A propósito de los motivos que ligaron a sus clientes con esta causa, la defensa argumentó que “son todos chicos del barrio” y que no existirían mayores motivos para su aprehensión. No obstante ello “negaron tener relación con las peleas de bandas”.

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