Ya no existe el obstáculo formal que le impedía a Mario Barletta llegar al máximo cargo partidario: el radicalismo santafesino le allanó el camino al designarlo delegado al comité nacional con una maniobra legal que es objetado por Jorge Henn, su principal oponente interno en la Provincia de Santa Fe.
Mario Barletta está a punto de convertirse en el nuevo presidente de la UCR. Ya no existe el obstáculo formal que le impedía llegar al máximo cargo partidario: el radicalismo santafesino le allanó el camino al designarlo delegado al comité nacional con una maniobra legal que es objetado por Jorge Henn, su principal oponente interno en la provincia. “Todos los pasos que hemos dado se ajusta a derecho”, aseguró en referencia a la impugnación que hizo el vicegobernador electo.
En una entrevista con La Capital, Barletta dijo que el radicalismo se tiene que dar un fuerte debate interno, pero puertas adentro. “Es importante la autocrítica, pero eso no significa pedir pasos al costado: la UCR necesita pasos hacia adelante”, planteó. El intendente de Santa Fe dijo que está dialogando con todos los sectores internos en procura de llegar al 16 de diciembre (el día de la convención nacional) con el “máximo consenso posible” para ser ungido titular de partido.
Por otra parte, se manifestó conforme con la integración que tuvo la UCR en el gabinete de Antonio Bonfatti. Dijo que es “un avance” respecto al elenco ministerial con el que gobernó estos cuatros años Hermes Binner, pero no quiso ahondar en mayores comentarios sobre ese punto en particular.
—Salvado el requisito formal para ser delegado al comité nacional, todo indica que usted va a ser el futuro presidente de la UCR. ¿Puede haber algo que modifique ese escenario?
—De acá al 16 de diciembre, cuando se elijan las autoridades, hay que seguir buscando consensos, pero no sólo respecto a los nombres que van a conformar el próximo comité. Es importante que ese consenso también tenga que ver con el proyecto de la UCR, con lo que debemos hacer con el partido. En este sentido, me parece crucial tener la mayor cohesión posible para enfrentar los cambios internos, pero también, y fundamentalmente, tener claro que hay que recuperar la legitimidad. Tenemos que volver a representar los intereses de la sociedad.
—En caso que no haya consenso en torno a su nombre, ¿se presenta igual para presidir el partido?
—Insisto: hay que lograr el máximo consenso posible, porque no sería un buen inicio de gestión que haya fuertes disputas o luchas internas. Al margen del nombre, creo que es importante alcanzar un importante nivel de consenso.
—¿Lo que sucedió en la convención de Vicente López puede repercutir en la elección de autoridades?
—Lo que ocurrió en la convención no puede volver a pasar. Fundamentalmente porque no es el modo de plantear las diferencias. Más que convencer al otro, hay que tratar de hacerse entender y esa es la base de los diálogos constructivos. No quiero decir con esto que no existan miradas distintas, pero esto no tiene que ser un problema, debería ser una ventaja. Siempre he pensado que se crece en el marco de las diferencias, pero con denominadores comunes que nos hacen parte de un mismo partido.
—Ernesto Sanz y Ricardo Alfonsín ya le dieron su aval. ¿Ha conversado con el sector que en su momento lideró Julio Cobos?
—He tenido conversaciones. Estamos en una instancia previa de análisis y de diálogos. Hay dos datos importantes que van mostrando la superación de los problemas internas. El primero fue la reunión de la Juventud Radical (JR) hace una semana atrás, donde por primera vez desde 1984 logran nominar a su presidente y todas las autoridades por unanimidad. Confluyeron todos los sectores y se logró que Lucio Lapeña sea el nuevo presidente de la JR, que también nos apoya. Creo que los jóvenes nos están indicando el camino. Lo segundo, fue el acuerdo para la designación de Luis Naidenoff como presidente del bloque de senadores radicales. Creo, por lo tanto, que estamos en por la buena senda.
—El resultado electoral de las presidenciales va a requerir un balance. ¿Cómo imagina esa autocrítica?
—El balance crítico tiene que ser puertas para adentro. Tiene que hacerse en profundidad la autocrítica, pero no sólo el análisis de lo que le viene sucediendo al partido tiene que estar centrado en un resultado electoral. Creo que la UCR comienza a tener dificultades cuando finaliza el mandato de Raúl Alfonsín, allá por el 89. No ha estado a las alturas de las circunstancias en la década del 90. Luego tuvo una buena estrategia electoral con la conformación de la Alianza, pero quedó demostrado que no estábamos preparados para gobernar, más allá de que el contexto económico influyó para que pase lo que pasó. Por eso es importante ese análisis profundo, esa autocrítica, pero eso no significa pedir pasos al costado; el radicalismo tiene que dar pasos hacia adelante.
—El vicegobernador electo, Jorge Henn, impugno acá en Santa Fe el procedimiento para que usted sea delegado...
—Bueno, estoy seguro que hemos hechos todas las cosas a partir de las decisiones que han tomado los órganos partidarios. Todo lo que se hizo se ajusta a derecho. Y la verdad es que me honra que la totalidad de los diputados y senadores, los actuales y los que van a asumir, y más del 90 por ciento de los intendentes de la provincia hayan manifestado el apoyo para que un santafesino pueda conducir los destinos del partido.
—¿El desempeño del radicalismo santafesino es un punto de partida respecto de lo que debe ser el partido a nivel nacional?
—La fortaleza que ha alcanzado el radicalismo en el orden provincial es una referencia importante para trabajar en lo que tenemos que hacer a nivel nacional. Si bien las situaciones son diferentes, en la provincia de Santa Fe conformamos un frente, al que hay que fortalecerlo de cara al nuevo período de gobierno. A nivel nacional hay que plantear una primera etapa de reordenamiento y en una segunda etapa analicemos si están dadas las condiciones para que integremos algún espacio donde participan otros partidos. Pero eso es un debate que hay que dar más adelante.
—¿Quedó conforme cómo se integró la UCR al gabinete de Antonio Bonfatti?
—Creo que el Frente Progresista se ha fortalecido y esto va a significar avanzar sobre algunas deudas pendientes. Me refiero puntualmente a la institucionalización del frente. Pero es importante que a través de la conformación de los equipos de trabajo que se están llevando adelante, se pueda seguir transformando a la provincia.
—¿Para usted significa un avance respecto del gabinete que formó de Binner?
—Sí, creo que hubo un avance.
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