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domingo, 4 de diciembre de 2011

ROSARIO/En qué se basaron los jueces para condenar a los homicidas de Pimpi Caminos

El Tribunal dio por acreditado que René Ungaro fue el asesino y Carlos Godoy su cómplice. Testimonios, llamadas, amenazas y alardes son parte de las pruebas evaluadas por los jueces.
En qué se basaron los jueces para condenar a los homicidas de Pimpi Caminos
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A Roberto Pimpi Caminos lo mataron entre las 5.25 y las 5.35 del 19 de marzo de 2010 frente al bar Ezeiza, en Servando Bayo al 1400, por "la enemistad que mantenía con los hermanos Ungaro" y por "el indiscutible encono que existía entre las dos facciones de la barra brava de Newell's Old Boys" de la que había sido líder hasta fines de 2008. Así lo afirma el fallo del Tribunal Oral en lo Penal número 5, presidido por el juez Gustavo Salvador y con las vocalías de José Luis Mascali y Julio Kesuani, que el viernes condenó a 17 años de prisión a René Daniel Ungaro como autor de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y a 11 años de cárcel a Carlos Alberto Betito Godoy como partícipe primario del mismo delito. En el mismo dictamen, los magistrados absolvieron por el beneficio de la duda a Emanuel Suárez.
Para llegar a esa conclusión, el Tribunal valoró las pruebas recolectadas en la instrucción de la causa llevada adelante por el juez Javier Beltramone y los elementos expuestos en las audiencias orales y públicas en las que desfilaron numerosos testigos. Sin embargo, los magistrados admitieron que "gran parte de la prueba directa está ausente y se debe recurrir a las presunciones e indicios que, plurales, precisos y concordantes, dan la razonable certeza para emitir un pronunciamiento".
Qué hicieron. Los jueces en el fallo desglosan paso a paso, y hora a hora, lo hecho tanto por Ungaro como por Godoy la noche del crimen, remarcando su encuentro en la disco Bonita (ubicada en el Patio de la Madera); las 11 comunicaciones telefónicas entre ellos antes de ese encuentro; el incidente que hubo alrededor de las 3.30 en el boliche y que derivó en la detención de los hermanos Aldo y Jonatan F., quienes fueron conducidos a la seccional 6ª; el derrotero que siguieron las novias de ambos muchachos, Pamela y Betiana, y a pedido de ellas Ungaro y Godoy; en qué autos se movieron todos los implicados; los espacios de tiempo en que no estuvieron juntos y cómo vuelven a reencontrarse a pedido de René. Ese derrotero, dicen los jueces, "se encuentra acreditado no sólo por las constancias telefónicas sino también por las testimoniales" y argumentan que los imputados "pergeñaron una acción disuasiva a sabiendas de las graves consecuencias que les llevaría la autoría del crimen y por eso tramaron una sucesión de hechos para ubicarse en sitios diferentes y separados".
Teléfonos y llamadas. La noche del hecho Ungaro usó un celular terminado en 919, aparato que se le secuestró al ser detenido en mayo de 2010 en un boliche céntrico y cuyo número coincide con los testimonios de quienes dijeron haberse comunicado con él a distintas horas de la noche, algo que confirmaron las planillas de las empresas telefónicas. Godoy, en tanto, uso un aparato terminado en 112 cuya titularidad era del líder de la barra brava de Newell's, Diego Panadero Ochoa, quien se lo había dado a la hermana del imputado con la que había mantenido una relación. Ese teléfono registró la noche del homicidio 74 llamadas entrantes y salientes, algo que para los jueces no pudo haber hecho la hermana de Betito, ni tampoco el Panadero, quien descansaba con su actual pareja.
Versiones mendaces. A partir de las declaraciones brindadas por Ungaro y Godoy en sus indagatorias, el Tribunal sostuvo que "no pueden soslayarse las contradicciones que existen entre los imputados: la versión del primero dista mucho de ser concordante con lo declarado por el segundo". Las dicotomías que plantean los jueces están referidas a cómo llegaron los acusados a la comisaría 6ª donde estaban detenidos los hermanos de sus amigas, a qué hora lo hicieron, lo que sucedió tras retirarse de la seccional y la coartada presentada por los acusados. Otro de los aspectos mendaces que contempló el tribunal fue la negación de Godoy a haber utilizado su celular la noche del crimen y haberse comunicado con el Panadero Ochoa, lo que los jueces descartan ya que el imputado usó ese teléfono y que hubo al menos un llamado al barrabrava según éste mismo admitió como testigo.
Lo dicho por Suárez. Emanuel Suárez fue absuelto en el juicio. Sin embargo, la declaración que hizo en la instrucción del caso "ubica a sus amigos en lugares y horas que se compadecen con la reconstrucción histórica del andar de los autores del hecho", afirmaron los jueces. En ese sentido, el Tribunal recordó que el muchacho dijo conocer a los coimputados; que a las 23 del 18 de marzo de 2010 recibió un llamado de Ungaro desde la radio de Godoy para decirle que Pimpi estaba en un bar y si quería ir con ellos; que los acusados fueron a buscarlo por la casa de su cuñada y le pidieron que les preste su radio y él se las dio "para no tener problemas"; que a las 4 volvió a verse con los acusados en un bar de Pellegrini y Alsina, hasta donde llegó con un amigo en su moto y que ahí Ungaro y Godoy le dijeron "le vamos a pegar al Pimpi que está cerca, en un bar" y que le mostaron una pistola. También dijo que cuando ya estaba solo empezó a escuchar sirenas y el paso de patrulleros y que alrededor de las 5.40 llamó a René para preguntarle qué había pasado. "Me pidieron que no diga nada, que no hable por radio, que lo hicieron mierda al Pimpi". Suárez sostuvo que los volvió a ver a las 6 de la mañana cuando pasaron de nuevo por la casa de su familiar y René le dijo: "Tirá la radio porque le pegamos a Pimpi".
Un anónimo. "Otro elemento que no puede pasar desapercibido es el llamado anónimo que se recibió en el juzgado de Instrucción 9" y que orientó la pesquisa, dijo el Tribunal. Hace referencia a una comunicación a ese juzgado en la cual un hombre que dijo vivir a media cuadra del bar Ezeiza y que a las 5.25 del 19 de marzo salió de su casa en moto para ir a tarbajar vio un auto blanco que estacionó sobre calle Zeballos del cual bajó una persona, fue hasta la puerta del bar, efectuó los disparos y volvió al vehículo rápidamente para huir. "Aún cuando con razón no pueda sostenerse que un llamado anónimo revista el carácter de indicio por tratarse de un mero aporte brindado por algún desconocido", los jueces remarcaron que fue hecho cuando "la policía trabajaba sobre otras hipótesis que tenían como destinatarios a quienes estaban con Caminos al momento del hecho" y que el contenido "da una precisión horaria y ubicando en la escena un auto que no había sido introducido en las hipótesis".
De las menazas. También analizaron los jueces los hechos endilgados a Ungaro y Godoy antes y después del crimen. René "llevó a cabo actitudes que culminan por demostrar el grado de omnipotencia con el que creía contar desplegando todo tipo de amenazas y conductas amedrentadoras hacia la familia de la víctima". Y mencionan los testimonios de las hermanas de Pimpi en torno al ataque a tiros en un bar céntrico en 2007; las amenazas de los Ungaro manifestadas en "tiros, pintadas e internet"; y lo dicho por un músico que aseveró en las audiencias haber escuchado a Ungaro decir en relación a Pimpi "que se deje de romper los huevos porque lo voy a dar vuelta". Y en cuanto a Godoy, no dejaron pasar de lado "el indiscutible encono que existía entre las dos facciones de la barra brava de Newell's desde la asunción de la nueva comisión directiva". Al respecto remarcan que Betito militaba junto al Panadero Ochoa según quedó acreditado en fotos donde se lo ve armado y en la tribuna junto al nuevo referente leproso.
Ya lo hicimos. "En casos como el que nos ocupa, sin testigos presenciales, las actitudes anteriores, concomitantes y posteriores de los acusados, deben ser analizadas si es que se quiere reconstruir integralmente lo sucedido", dijeron los jueces en su fallo. En ese orden, remarcaron que Ungaro después del homicidio hizo alarde de la muerte de Caminos en numerosas ocasiones. Ya en lo que le dijo a Emanuel Suárez aquella misma noche, o lo que refirió la testigo Jorgelina J. cuando escuchó en boca del condenado: "Si no se dejan de joder los voy a matar como al Pimpi". También tuvieron en cuenta el testimonio de un músico que, en medio de una reyerta en un bar, escuchó decir a René: "Ya lo matamos a Pimpi, no se hagan matar ustedes también".
Así las cosas, "a juicio del Tribunal todos esos indicios hablaron y señalaron a los imputados como quienes tuvieron la participación que se les reprocha".

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