domingo, 11 de diciembre de 2011

Por primera vez en la historia, tres mujeres reciben el Nobel de la paz

La ceremonia fue en Oslo, Noruega. Una de las galardonadas es la presidenta reelecta de Liberia La mandataria comparte el premio con una compatriota y con una periodista yemení.
Tres mujeres que han combatido la injusticia, las dictaduras y la violencia sexual en Liberia y Yemen recibieron el premio Nobel de la paz 2011 pidiendo a las mujeres reprimidas de todo el mundo que se levanten contra la supremacía masculina. Por primera vez en la historia, tres mujeres recogieron ayer el prestigioso galardón.

"Mis hermanas, mis hijas, mis amigas: hallen su voz", dijo la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, de 73 años, al recibir su diploma y la medalla del Nobel durante una ceremonia en la capital noruega.

Sirleaf, la primera mujer elegida democráticamente para la presidencia en un país de Africa, compartió el premio con la defensora de los derechos de las mujeres y compatriota Leymah Gbowee. Y también con Tawakkul Karman, un ícono de las mujeres en Yemen, activista prodemocracia y periodista en ese país del sur de la península arábica. De 32 años, Karman es la ganadora más joven del galardón y la primera mujer árabe en obtenerlo.

Las tres mujeres representan la lucha por "los derechos humanos en general y de las mujeres por la igualdad y la paz en particular", manifestó el presidente de la comisión del premio Nobel de la paz, Thorbjoern Jagland.

Ninguna mujer o persona de la Africa subsahariana había ganado el premio desde 2004, cuando la comisión lo otorgó a la keniana Wangari Maathai, quien había movilizado a las mujeres en una campaña contra la deforestación mediante la siembra de árboles.

El otorgamiento del premio a Karman significó un reconocimiento de la comisión del Nobel de la Paz al movimiento de la Primavera Arabe, que se propagó de Túnez a Siria y al que impulsaron activistas a menudo anónimos.

Al elogiar la lucha de Karman contra el régimen de Yemen, Jagland también envió un mensaje al presidente sirio Bashar Assad, cuya campaña de represión contra los opositores ha matado en varios meses a más de cuatro mil personas, según la ONU.

"Ningún dictador puede a la larga encontrar refugio en medio de estos vientos de la historia", dijo Jagland. "El presidente Assad en Siria no será capaz de resistir las demandas populares por la libertad de los derechos humanos", agregó.

Sirleaf fue elegida en 2005 presidenta de Liberia y en octubre ganó la reelección. Se le reconoce el mérito de haber ayudado a su país a surgir de una guerra civil que fue especialmente brutal.

Gbowee, por su parte, de 39 años, había hecho campaña por mucho tiempo a favor de los derechos de las mujeres y en contra de las violaciones, en un desafío a los jefes paramilitares que controlan puntos en Liberia.

En 2003, Gbowee encabezó a cientos de mujeres que marcharon en Monrovia en demanda de un desarme rápido de los combatientes que continuaban agrediendo a las mujeres a pesar de un acuerdo de paz que debía haber puesto fin a la guerra civil, que duró 14 años.

Gbowee dijo que el haber recibido el Nobel de la Paz es un reconocimiento a la lucha por los derechos de las mujeres, no sólo en Yemen y Liberia, sino en cualquier lugar donde las mujeres se enfrentan a la opresión.

"Tenemos que seguir unidas en la hermandad, para convertir las lágrimas en triunfos", expresó.

Karman, de 32 años, periodista e integrante del partido islámico Islah, también encabeza al grupo Periodistas Mujeres sin Cadenas que defiende los derechos humanos.

En 2010, el Nobel de la Paz fue otorgado al disidente chino Liu Xiaobo, quien se encuentra preso en China. En la ceremonia de entrega Xiaobo estuvo representado por una silla vacía debido a que China no le permitió viajar a Noruega.


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