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jueves, 15 de diciembre de 2011

NACIONALES/Masacre de Mendoza: la confesión del chico de 13 años puede revelar lo que ocurrió

Es el único relato y no convence a los investigadores que buscan determinar cuál fue la verdadera razón de la matanza. Las hipótesis están orientadas hacia situaciones sexuales
El caso criminal más importante ocurrido en la provincia está en manos de un fiscal Penal de Menores: Gustavo Farmache. No es un magistrado que recién aterriza en el Poder Judicial, hasta hace un año se desempeñó en Delitos Complejos como ayudante del fiscal Daniel Carniello. Hoy es el instructor encargado de desenmarañar la masacre de Las Heras.


Tal vez no sea suficiente la pericia de Farmache y de los científicos y sea necesaria la colaboración o confesión de la única persona que quedó viva de esa tragedia: el chico de 13 años.


Hasta el momento hay un solo dato objetivo: el adolescente mató a puñaladas a su amigo Ezequiel Miguel, de 10 años. Esto fue declarado por el “sobreviviente”, quien agregó que fue en defensa propia porque el niño lo atacó después de asesinar a su madre y abuelos.


A los investigadores no les convenció este relato y mucho menos el motivo que desató la masacre. Según el chico, discutió con su amiguito por un pen drive, entró la madre a la habitación, lo retó y el nene se enojó, al punto de tomar un cuchillo y apuñalarla. Luego continuó con sus abuelos.


Si bien Ezequiel tenía problemas de conducta, un reto de su mamá, Sara (49), difícilmente haya desencadenado semejante matanza. Además, el abuelo, Alí (79), medía casi un metro noventa y su cuerpo fue arrastrado varios metros del lugar donde fue acuchillado.


Que un chico de 10 años mate a toda su familia y acomode los cuerpos mientras su amigo se queda estático hasta que supuestamente viene a atacarlo, es dudoso. Sobre todo porque el adolescente ya inventó una historia y la contó con toda frialdad a la media hora de ocurridos los crímenes.


La primera vez que habló con la Justicia dijo que había ingresado por el techo un hombre, vestido de ropas oscuras, con la capucha de un buzo puesto pero que se veía que tenía rulitos, con una cicatriz en el rostro y un colmillo más grande que el otro. Inventó una descripción y lo hizo con la misma templanza que cuando le dijo a la fiscal Claudia Ríos el segundo relato.


Todo el caso genera incertidumbres y no cierra el único testimonio. Por ello los investigadores tienen tres hipótesis. La más fuerte es que el adolescente asesinó a todos. La segunda, que entre los dos chicos mataron a la mujer y a los ancianos y luego, por alguna razón, el más pequeño fue ultimado por su amigo. La tercera y más débil, que haya sucedido lo que relató el sobreviviente.


Pero los pesquisas deben establecer no sólo cómo fueron asesinadas estas cuatro personas sino también el motivo y esto aparece como la mayor incógnita. Y cuál fue la razón que desató la masacre lo sabe una sola persona: el adolescente de 13 años.


Qué sucedió en ese cuarto -donde estaba la computadora- y qué generó tanta ira en uno o en los dos chicos parece estar ligado a una instancia sexual y es el “móvil” que tiene el fiscal Farmache.


Es importante recordar que Sara, la madre del niño, fue asesinada en esa habitación donde estaban los chicos con la PC. Es decir, es a la que primero atacaron posiblemente porque fueron sorprendidos en una situación incómoda. Ezequiel estaba sin remera y una prenda similar fue encontrada tirada en el cuarto con un fluido que está siendo analizado en el laboratorio. En principio todo indica que es semen aunque trascendió que no habría sido volcado sobre la prenda el día del múltiple homicidio.


Entonces los investigadores apuntan a que en esa habitación estaba sucediendo algo extraño que descontroló a los dos chicos o sólo al adolescente cuando entró la madre de Ezequiel.


Y fue por ese motivo que el ordenador y el pen drive fueron secuestrados y analizados por efectivos de Delitos Tecnológicos. Corroboraron en el historial de los sitios web visitados había páginas con contenido pornográfico que fueron visitadas pero nada bajado al disco rígido. En cuanto al dispositivo de almacenamiento extraíble, una alta fuente ligada a la causa expresó: “No descartamos que hayan otros archivos”. Esto debido a que trascendió que había sólo canciones en el pen drive.


Aún comprobando que en la remera hay semen o que habían archivos de sexo explícito en la memoria de la PC, no esclarecerá el cuádruple crimen. Sólo un nuevo testimonio del adolescente puede echar luz al caso.


Por el momento el chico está siendo tratado por psicólogos en una dependencia de la Dinaf. Cuando pasen los días, tal vez los meses, seguramente Farmache lo siente frente a él y le pida que le cuente la verdad.


Los mendocinos estamos ante el hecho criminal más importante y brutal de nuestra historia y quizá nunca tengamos la certeza de qué sucedió en esa vivienda del barrio 8 de Mayo, de Las Heras. Y sólo lo sabremos si el chico un día decide revelarlo.

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