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lunes, 12 de diciembre de 2011

LOS GOLES DE CASTILLEJOS LE PERMITEN A CENTRAL PELEAR ARRIBA

Central encontró en Gonzalo Castillejos al dueño de la camiseta número nueve. Al menos en el primer tramo del torneo que acaba de terminar el Flaco centrodelantero canalla redondeó una hoja de ruta casi impecable.

LOS GOLES DE CASTILLEJOS LE PERMITEN A CENTRAL PELEAR ARRIBA

Central encontró en Gonzalo Castillejos al dueño de la camiseta número nueve. Al menos en el primer tramo del torneo que acaba de terminar el Flaco centrodelantero canalla redondeó una hoja de ruta casi impecable. Porque estuvo en cancha casi todos los minutos que jugó su equipo, pero por sobre todas las cosas en 10 de los 18 partidos disputados anotó goles importantísimos para apuntalar la campaña más que auspiciosa que lleva adelante la formación de Juan Antonio Pizzi. Así Castillejos terminó siendo un delantero indiscutido, casi irreemplazable, a fuerza de goles, sacrificio y humildad.
Castillejos volvió de Lanús como un refuerzo que pidió casi como una prioridad Pizzi cuando asumió. Y a decir verdad no todos estaban convencidos de su efectividad en el área de enfrente. Después del torneo traumático que había tenido Rosario Central en su primer año en la Primera B Nacional se pensaba que tal vez era necesario conseguir los servicios de un artillero experimentado, con más chapa y al que no le pesara la presión de la gente. Pero partido a partido, gol a gol, Gonzalo se fue transformando en una pieza casi determinante.
Al punto que casi nunca salió antes de los 90 minutos y a su poder de fuego en la red le agregó un sacrificio conmovedor a la hora de ser el primer defensor cuando los rivales salen del fondo.
Como todo artillero en racha hizo goles de buena factura, otros empujando la pelota abajo del arco, incluso algunos gritos fueron sin definir de manera ortodoxa y mordiendo el balón en el tiro final, pero siempre lo más importante fue que la pelota terminó en el fondo de la red. Hasta cuando facturó de penal. Esa es la ley del goleador, patear y embocarla como se pueda.
Otra virtud del nueve canalla es hacer un culto de lo que pregonaban los directores técnicos de antaño. Que es estar siempre en la última foto de la jugada.
Es decir acompañar permanentemente el desenlace de la acción ofensiva, tanto para mostrarse como opción de pase a los compañeros, o bien para estar atento ante un rebote del arquero o un despeje defectuoso del rival.
Tal vez el perfil bajo, el optimismo para ir siempre por más y el sacrificio permanente que demostró Castillejos, sean un reflejo de lo que fue Central en este último semestre. Un equipo al que no le sobró mucho desde lo futbolístico, pero que en base a la disciplina táctica, el orden en las líneas y la voluntad de ser protagonista en todas las canchas logró encaramarse bien arriba en las posiciones.
Falta una vida (20 fechas) para que termine el torneo de la B Nacional y conocer si Central podrá volver al círculo privilegiado del fútbol argentino, pero a esta altura del balance parcial no hay dudas de que el canalla después de mucho tiempo encontró al nueve efectivo y aplicado que necesita para sustentar el sueño de ascender.
Por eso si se busca algún refuerzo en ofensiva en este receso será para acompañarlo y no para reemplazar al dueño de la camiseta nueve titular. Castillejos hace los goles que necesita Central para estar bien arriba en la tabla. Se ganó el lugar con humildad y sacrificio.

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