domingo, 25 de diciembre de 2011

El padre de Heyn: "No sé qué pasó, hay algo raro y vamos a averiguar"

Duda de todas las hipótesis y asegura que Iván estaba bien de ánimo.

—¿Cómo ha recibido la noticia su familia?
—Yo no lo puedo creer. Estamos viajando para allá a ver qué pasó, porque algo pasó. No entiendo qué, pero algo pasó y vamos a averiguar. ¿Qué le pasó?, es la pregunta del millón para nosotros. Un chico involucrado, estudioso, estudió toda la vida para estar ahí. No sé… no sé qué pudo haber pasado.
—¿Iván le había comentado que algo anduviera mal en su vida, acerca de alguna pelea con algún familiar, amigos, novia, algo que le indicara que estuviera deprimido o tal vez desesperado?
— No, nada de eso. Por eso le digo que hay algo raro. Con su novia estaba muy bien, hace tres años que convivían.
—¿Descarta la posibilidad de un suicidio?
— No descarto ninguna hipótesis.
—¿Cuándo fue la última vez que tuvo contacto con Iván?
— Este lunes estuve chateando con él y estaba todo bien. Y el miércoles de la semana pasada hablamos por teléfono. Me pidió que fuéramos todos a pasar las fiestas allí, a Buenos Aires. Quería saber si íbamos a ir todos.
—¿Y usted qué le dijo?
—Que mi mujer y yo estamos con trabajo, que ahora es muy difícil conseguirlo, y que además aquí no podemos vender todo lo que tanto nos costó conseguir porque no se vende rápido, que nadie tiene un duro. Entonces no se puede vender una casa rápido. Aunque todos siempre queremos volver, porque ese es nuestro país, allí viví 28 años y tengo a mis hijos, está difícil volver.
—¿Y cuándo fue la última vez que vio a Iván?
—El vino en agosto de este año aquí, y pasamos las vacaciones juntos. Vino con su pareja y los vi muy bien. También vino en 2003.
—¿Es cierto que usted había tenido un intento de suicido?
—Sí, es así. Pero eso fue hace muchos años.
—¿E Iván tenía conocimiento de este tema?
—Por supuesto, toda la familia lo sabía y siempre lo hemos hablado en casa. Todos siempre estuvimos en el mismo barco.
—¿Y cree que ese episodio tal vez guarde algún vínculo con lo sucedido con Iván?
—No tengo ni idea. Seguramente un especialista lo pueda explicar mejor que yo.
—Un colega vio llorando a Iván tras hablar con usted. ¿Sabe por qué fue?
—No, nada. Lo que le digo, es lo de siempre, él siempre quiso que volviéramos. En todos sus mails nos preguntaba para cuándo.
—¿Cómo lo ha tomado su esposa?
—Está destruida. Estamos absortos. Yo no pude viajar con ella porque necesito que me sustituyan en mi empleo, lo que ocurrirá en las próximas horas.
—¿Puede ser que su hijo se haya sentido presionado por su nombramiento?
—No. El estaba preparado. Y se preparó toda su vida para eso. Estudió economía, se metió en política, se preparó. Era brillante. Estudioso. Un chico muy formado y capacitado. El estaba preparado.
—La Presidenta sufrió una descompensación al recibir la noticia. ¿Tiene algunas palabras para ella, sus amigos?
—Que sigan adelante, como él lo hubiera hecho si hoy estuviera vivo. El era un chico fuerte. Estudió y vivió solo desde los veinte y pico de años y mire los logros que ha alcanzado. Por eso digo que sigan.

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