El cuerpo fue hallado ayer a la tarde en un edificio de Salta y Paraguay. Llevaba horas muerto. La puerta del departamento no fue forzada por lo que no se descarta que haya conocido al agresor.
Un hombre de 87 años fue hallado ayer a la tarde asesinado en una de las habitaciones de su casa, en el cuarto piso de un edificio de Salta y Paraguay. El anciano había recibido varios golpes en la cabeza, presentaba al menos dos puñaladas en la cara y el cuello y los análisis preliminares indicaban que su deceso podría haber ocurrido hasta 24 horas antes del hallazgo. Fuentes policiales indicaron que la puerta de ingreso al departamento no había sido violentada y que, en principio, tampoco se relevaron indicios de que hubiera ocurrido un robo. Asimismo, algunos vecinos refirieron que solían escucharse fuertes discusiones en la vivienda de la persona asesinada.
El cuerpo sin vida de Meir Romano fue hallado alrededor de las 15 de ayer en su departamento del 4º piso "D" del edificio de Salta 1499, donde al parecer vivía solo. Según fuentes de la comisaría 3ª, que investiga el hecho junto con la sección Homicidios, la ex concubina del anciano —una mujer de 54 años que tenía una hija de 24 con la víctima— había concurrido a la seccional de Dorrego y Salta preocupada porque no podía establecer contacto telefónico con él.
Mucha saña. Personal de la comisaría 3ª fue entonces hasta el domicilio de Romano y encontró la puerta del departamento abierta sin violencia.
"En uno de los dos dormitorios estaba esta persona, vestida y tendida en el suelo junto a la cama", relató el subjefe de la 3ª, Néstor Fernández, y detalló que Romano presentaba "varios golpes en el cráneo asestados con un objeto contundente y heridas punzocortantes en el cuello y en el rostro".
"Da la impresión de que fue ultimado con mucha saña", evaluó el vocero consultado, quien agregó que en la escena del crimen "había mucha sangre" y que, si bien se incautaron algunos objetos punzocortantes para analizar, era probable que el objeto empleado para concretar el homicidio no estuviera en la escena del crimen.
En cuanto al móvil del violento episodio, en principio no había indicios de que se hubiera robado algo, aunque sí se hallaron cortados los cables del teléfono.
En duda. "Los electrodomésticos más grandes estaban en su lugar, pero no podemos saber todavía si había dinero o algún otro objeto de valor que se hayan llevado", sostuvo Fernández. Y agregó que si bien "había cierto desorden en el departamento", eso parecía más vinculado con las costumbres de su morador antes que con el paso de ladrones.
"Se presume que la víctima abrió la puerta de su casa, por lo cual es probable que haya conocido a la persona que cometió el homicidio", añadió el portavoz policial.
Pocas pulgas. El crimen conmovió a los vecinos del edificio ubicado en la esquina de Salta y Paraguay, que ayer a la tarde no salían de su estupor mientras se comunicaban la noticia en pequeñas reuniones en la puerta.
"¿Entraron a robarle?", interrogaban algunas señoras preocupadas por las razones del sangriento hecho. En cierto sentido, se tranquilizaban al enterarse de que, en principio, el homicidio habría estado vinculado con otro tipo de motivos.
En este marco, dos jóvenes que viven en el piso de arriba del departamento de Romano, recordaron como habitual oír violentas discusiones entre su vecino y gente que lo visitaba. "Eran continuas las peleas. A veces acusaba a alguien de drogarlo o amenazaba con matar a alguien", refirieron las muchachas sobre lo que solían "escuchar desde el baño".
"¿Cómo? ¿Mataron a Romano?", preguntó extrañada una joven vecina que salía del edificio junto con su marido y una pequeña hija en brazos. Al notar que alguien le indicaba que aparentemente el anciano habría abierto la puerta a su agresor, la mujer teorizó: "Seguramente conocía a esa persona, porque no le abría a nadie. Era muy desconfiado", recordó a su vecino, todavía sin terminar de creer lo sucedido, para agregar: "No parecía tener muchas amistades, era de pocas pulgas, aunque yo le caía bien por la nena".
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