Un informe del Grupo de Estudios sobre Transporte (Getrans) de la UTN Santa Fe reveló la cifra. Desde el municipio, apuestan al transporte público para descomprimir las calles más angostas.
Imagínese un viernes, a las 12.45, en calle 9 de Julio al 2500, con su auto frenado por una larga fila de vehículos con conductores ofuscados. No es difícil pensar la escena, ¿no?. Es que en el macrocentro santafesinos está sufriendo las consecuencias del vertiginoso crecimiento del parque automotor, cuyo ritmo no fue acompañado por modificaciones ni en infraestructura, ni en planificación vial. Para aportar datos concretos sobre ese embotellamiento vehicular que los santafesinos sufren de lunes a viernes al mediodía, el Grupo de Estudios sobre Transporte (Getrans) de la Universidad Tecnológica Regional Santa Fe, elaboró un informe con números que explican -en frío- el sentimiento de los conductores santafesinos que enfrentan la odisea. Concretamente, el estudio detalla que el parque automotor de Santa Fe está integrado por aproximadamente 160 mil vehículos. De ese total, un 10, 6 por ciento (unos 17 mil ) circula por el macrocentro todos los días, entre las 12 y las 13. De esos 17 mil vehículos, 13.260 son autos, 2.000 son motos y sólo 340 son ómnibus urbanos. El resto, Se divide entre camiones grandes y pequeños y bicicletas. Sobre ruedas “Algunos antecedentes de este informe nosotros los utilizamos para la reciente modificación del sentido de calles, que también es una forma de agilizar y descomprimir el tránsito. La dificultad del movimiento vehicular en la ciudad y el excesivo uso de los autos particulares ya tiene años. Y la forma que nosotros consideramos que realmente va a tener sus efectos positivos es generar un transporte público más eficiente”, de esta manera, el subsecretario de Transporte municipal, Sergio Ludueña, explicó cuáles son las medidas que viene trabajando desde el inicio de su gestión, para optimizar la traza vial de la ciudad. El parque automotor en la ciudad de Santa Fe crece en el mismo porcentaje que a nivel nacional, es decir que en siete años, la cantidad de vehículos que recorren diariamente las calles, se duplicó. “En este contexto, lo que hicimos fue adoptar medidas para fortalecer el transporte público de pasajeros: aumentamos la cantidad de licencias para taxis, creamos el sistema de bicicletas públicas, en breve estará por comenzar a funcionar el tren urbano, ya hay colectivos dobles (Línea 10) y proyectos de extender la peatonalización de algunas cuadras (como San Martín Norte), restringir el estacionamiento en arterias”, enumeró el funcionario y agregó que hay otras alternativas que son objeto de estudio pero que podría llevar más tiempo implementarlas. El gran invento argentino Esta última referencia tiene que ver - por ejemplo - con evitar el uso unipersonal del auto. “En realidad, el auto particular hace mucho que ya no es una solución para el usuario. No sólo aumenta la contaminación por lo gases de combustión y sonora sino que además es más lento que el transporte público (porque todos circulan por las mismas calles), sino que también ocasiona más accidentes, es más caro, y es difícil encontrar un lugar dónde dejarlo estacionado”, agregó Ludueña. De esta manera, el funcionario contabilizó que un ómnibus urbano puede trasladar a unas 60 personas que, si viajaran cada una en su auto particular, formarían una fila de al menos seis cuadras. Con lo cual le da un rendimiento muy alto a uno de los más importantes inventos argentinos. “Se suele asociar el auto particular a la comodidad, y no es así. El problema de restringir, por ejemplo, la circulación de quienes viajan solos es que es un control muy difícil de aplicar. Hay un único caso que se implementó en Buenos Aires, de cobrar tarifas diferenciadas en la autopista y no fue tan exitoso. Lo que tenemos que hacer, y que lo estamos trabajando, es hacer más eficiente el transporte público y que la ciudadanía reconozca esa diferencia”. Hasta ahora, entonces, desde el municipio se han trabajado líneas de acción, pero Ludueña destacó que se trata de soluciones progresivas y que es fundamental lograr un consenso entre los distintos involucrados: organismos provinciales, los municipios e instituciones científicas y de investigación.
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