Lo dijo Romina Nonino, la hija del comerciante de Barrio San Martín, en la Ciudad de Santa Fe, que el martes fue baleado en un intento de robo.
“Fue todo muy rápido. Entraron dos varones, encapuchados y le gritaron «esto es un asalto» y él –sorprendido– sólo alcanzó a exclamar «¡¿Cómo?!» y le dispararon”, agregó la joven de 26 años.
Los delincuentes no se llevaron nada. Efectuaron el tiro y escaparon. Roberto estaba solo en el comercio, fuera del mostrador, cortando carne para el día siguiente. No pudo reaccionar, ni defenderse. Ni siquiera se resistió.
Este miércoles, continuaba internado en estado delicado pero evolucionaba. Lo operaron, y ahora debe esperar a ver cómo se recupera de una profunda incisión que los médicos debieron realizarle en la zona de los intestinos, donde recibió el disparo de un arma calibre 22.
La colaboración de los vecinos
“Estamos todos muy preocupados por la salud de mi papá. Tenemos que ver si no hay ningún órgano comprometido. Por eso todavía no nos pusimos a pensar cómo vamos a seguir atendiendo el local. Éste es un barrio (San Martín) donde hay muchos comercios, hay movimiento de gente. A mi papá lo habían asaltado una vez, pero hace más de un año y no fue tan violento, no tuvo estas características”, agregó Romina.
Quienes pudieron aportar algunos datos más sobre los delincuentes fueron los vecinos, que vieron cuando entraron al local y que escaparon en moto de baja cilindrada.
Pero, al no verles la cara, no pudieron determinar si se trataba de personas mayores o menores. Cuando el disparo resonó en el interior del comercio, se dieron cuenta de lo que había pasado e inmediatamente llamaron a la central 911.
“No fue un simple robo”
“La reflexión que hacemos de lo sucedido es que la inseguridad en Santa Fe no es una sensación. Lo estamos viviendo en carne propia, a diario. Ya no se trata de simples robos, no es por plata ni por comida, los delincuentes demostraron un total desprecio por la vida”.
La hija de Nonino, que se encontraba trabajando en la parte trasera del local halló a su padre malherido y tendido en el suelo. El comercio y la casa de la familia Nonino están conectadas y ocupan una esquina ubicada en la intersección de las calles Espora y Europa, en el noroeste de la ciudad.
Nonino, de 63 años, fue trasladado por una ambulancia del Cobem hasta el hospital Cullen, donde fue intervenido en el quirófano central del nosocomio por la grave herida que recibió.
En tanto, la Policía Científica se hizo presente en el lugar para realizar los peritajes criminalísticos. Nonino arribó al hospital Cullen acompañado de su hija, la que lo ayudaba en la carnicería, y de otra mujer familiar suya, acompañada de sus dos pequeños hijos. Ayer, la familia acompañaba al hombre mientras pensaban cómo continuar trabajando en el emprendimiento familiar.
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