lunes, 8 de agosto de 2011

SANTA FE- La fiesta de San Cayetano renovó la esperanza de los santafesinos

El patrono del trabajo volvió a convocar a una multitud. Vecinos de distintos puntos de la ciudad se acercaron a la iglesia para compartir sus oraciones y participar de la procesión.

Ayer por la tarde, los santafesinos se congregaron en la parroquia de calle Padre Genesio 1.644 para agradecer por el bien recibido o pedir trabajo y salud a San Cayetano. Nuevamente la fiesta del patrono de los trabajadores reunió a miles de santafesinos que participaron de las distintas misas y de la procesión central que se realizó a las 17.


Los fieles que se congregaron en las inmediaciones de la iglesia que tiene la imagen de San Cayetano compartieron con Diario UNO sus pedidos y agradecimientos al patrono de la paz, el pan y el trabajo.
La mayoría de las personas que dialogaron con el matutino expresaron que ya son varios los años en los que se acercan a dar las gracias a San Cayetano. Los principales motivos de agradecimiento son el poseer o haber conseguido trabajo y el de que toda su familia tenga salud. Y entre quienes realizan pedidos al santo, el principal es el de un puesto laboral ya sea para ellos mismos o para algún familiar cercano.


Un día de celebración
Durante todo el día las familias se acercaron a la parroquia y compartieron una jornada de esperanza y alegría. Los niños pequeños corrían por las calles o acompañaban a sus padres y abuelos a rezar frente a la imagen de San Cayetano.


Por su parte, los vendedores ambulantes aprovecharon la oportunidad para trabajar y agradecieron al patrono la oportunidad. Mientras tanto, los vecinos de todas partes de la ciudad se encontraban y dejaban de lado sus diferencias para pasar un día distinto bajo la espiritualidad.


El mensaje de fe
El diácono Aldo Ducrano –uno de los tres que ayer por la tarde bendecía a los presentes mientras se desarrollaba una de las misas– expresó que el espíritu de la fiesta de San Cayetano “pide que, como Cristo, aprendamos la cultura del trabajo. Una cultura que va quedando por detrás desde hace unas cuatro o cinco generaciones. Por eso la gente, con mucha conciencia, peregrina hacia San Cayetano pidiendo paz, pan y trabajo y ahora se agrega salud”.


En ese sentido, dijo que hay mucha gente enferma no sólo desde lo físico sino también desde lo espiritual “por falta de pedir perdón por el pecado o de recurrir a los sacramentos”, sostuvo el diácono. Y lamentó que “muchas veces la gente se acerca a San La Muerte o el Gauchito Gil en lugar de ir a Cristo que es el que da la salud en el cuerpo y el alma”.


Consultado sobre cuál es el mensaje de la Iglesia para todas las personas que todavía no pudieron acceder al trabajo y lo están buscando o necesitando, Ducrano indicó: “Tenemos un país muy rico, donde nadie se puede morir de hambre, donde se pone el dedo y brotan plantas. Pero hemos enseñado mal a nuestro pueblo a través de dádivas y de planes sociales que nos han alejado de esa cultura del trabajo. La Argentina tiene de todo para darnos pero eso está quedando en manos de pocos y cada vez son más los que tienen menos”.

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