Fueron diseñados por un ingeniero de Río Cuarto y se empezaron a usar tanto en esa ciudad como en la capital cordobesa. Su creador dijo que los recolectores informales que los utilizan están contentos porque incluso les permite ampliar sus posibilidades de trabajo. Un veterinario de la Municipalidad de Rosario desdramatiza sobre el supuesto maltrato a los animales.
Los zootropos, una especie de triciclo o cuatriciclo a motor con una caja para carga detrás, son los vehículos que en Río Cuarto y Córdoba se empezaron a usar como reemplazo de los carros tirados por caballos para cirujeo y terminar así con la tracción a sangre. En principio, los cirujas rosarinos los rechazan. Pero desde la provincia mediterránea sostienen que dan buen resultado y que pueden ser una alternativa ante la ordenanza que da un plazo de tres años para el reemplazo de los animales de tiro. Guillermo Pedruzzi, un ingeniero que fue quien motorizó la creación de estos vehículos, dijo al programa A diario, de Radio 2, que empezó a pensar en esta alternativa luego de que en Río Cuarto hubo un accidente parecido al que, en la autopista Rosario-Córdoba, le costó la vida a un hombre que quso esquivar un carro de cirujeo que se cruzó en la calzada. Fue luego de este accidente que el intendente Miguel Lifschitz anunció que se colocarán microchips a lo caballos de tiro para censarlos, controlar su estado y mientras tanto trabajar en un plan de reemplazo. Pedruzzi dijo que hay tres prototipos de zootropos hechos y que primero se empezaron a usar en Río Cuarto y ahora también en Córdoba. “Lo que nosotros proponíamos que por cada carro se entregue un cuatriciclo a este reciclador urbano, tomando el caballo como parte de pago y cobrando luego un cuota social”, afirmó. Las exigencias, tener la escuela primaria hecha, plan de salud y que los chicos vayan al colegio. En el caso de Río Cuarto, la Municipalidad compra los zootropos a través de un fondo que se compone con lo recaudado por multas por mal estacionamiento y luego los entrega en comodato. Según Pedruzzi, en Río Cuarto ya son cerca de doce los recolectores que usan estos vehículos, mientras que otros seis los compró la empresa a cargo del servicio formal, Gamsur, que los usa para la limpieza de parques y plazas. El ingeniro explicó que los cirujas “están contentos” pues se les ha ampliado la posibilidad de trabajo, ya que además de recolectar basura están realizando servicios para terceros como fletes de pequeño volumen. No tan mal tratados En tanto, en Rosario, Eduardo Cocconi, veterinario que trabaja con la Dirección de Control Urbanos, desdramatizó sobre el supuesto maltrato que sufre los caballos de cirujeo. “La mayoría de la gente los cuida y el estado general es bueno”, dijo en diálogo con el programa Radiópolis, de Radio 2, aunque luego admitió que hay algunos animales que “están viejos y por más que los atiendas no pueden estar en la calle”. El veterinario sostuvo que “el caballo siempre fue utilizado como medio de movilidad”. Para él el problema no es que se haga trabajar al animal en sí sino el peligro que general su presencia en ámbitos urbanos, con miles de vehículos yendo y viniendo. Además, consideró que será difícil convencer a los cirujas de que tienen que cambiar el caballo por otro tipo de vehículo. “Es un problema cultural”, afirmó
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