El intendente Miguel Lifschitz llamó ayer a defender los vuelos de LAN que salen del aeropuerto de Fisherton, seriamente amenazados por la posibilidad de que la Nación no renueve el permiso a la compañía para operar la ruta que une a Rosario con Perú y que transporta a unas tres mil personas por mes. Adelantándose a la decisión que finalmente tomará la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) y a las reuniones que autoridades del aeropuerto Islas Malvinas mantendrán mañana sobre el tema en Buenos Aires, Lifschitz convocó a las instituciones, funcionarios, legisladores y candidatos políticos a "impulsar un reclamo conjunto" e intentar frenar lo que definió como "un gran perjuicio no sólo para Rosario, sino para toda la provincia".
El presidente del directorio del aeropuerto, Raúl Garo, confirmó que hasta ayer no se había recibido una respuesta respecto de la decisión que finalmente adoptará la Anac ante el pedido de Lan para renovar el permiso de operatividad de la ruta Rosario-Lima. Tan alto venía siendo el factor ocupacional de los aviones (del orden del 85 por ciento), que la línea aérea ya había planificado incluso elevar la frecuencia de vuelos de cinco semanales a uno diario. Pero desde que la semana pasada se supo que el trámite iniciado vía diplomática (como establece el acuerdo que habilitó la concesión de la ruta por 180 días con carácter inicialmente "exploratorio") estaba paralizado, se volvió evidente el riesgo de que en 20 días Lan directamente deje de operar desde Rosario. "Pareciera que no hay fundamento ni motivo para que no se autorice la continuidad de la operatoria de LAN, pero lo cierto es que hasta ahora las autorizaciones no han salido y esta es una empresa que no improvisa, por lo cual si no se resuelve el tema es probable que los vuelos se levanten, lo que sería un gran perjuicio no sólo para Rosario, sino para toda la provincia", aseguró Lifschitz. Silencio de radio. No sólo las autoridades del directorio aeroportuario recibieron hasta ahora el silencio como única respuesta. Tampoco el intendente tuvo eco en sus pedidos de explicación. "Hace un par de semanas envié una nota al secretario de Transporte (de la Nación, Juan Pablo Schiavi) pidiendo que interviniera para destrabar el tema, pero no me respondió", admitió. Mañana habrá una nueva oportunidad en Buenos Aires, donde Garo se reunirá con autoridades de la Anac. Mientras tanto, la incertidumbre da lugar a las especulaciones. "Evidentemente, acá existen distintos intereses desde el punto de vista comercial y económico, espero que no políticos...", se despachó Lifschitz. Y fue más allá, al afirmar que aunque esos motivos "no se expliciten" deben existir, "porque de otro modo no se entiende por qué impedir una operatoria que a todas luces es beneficiosa para todo el mundo: para la empresa, para Rosario y para los usuarios. Con esa lógica, el intendente convocó a "las instituciones de la ciudad, organizaciones empresarias, sectores vinculados al turismo, entidades intermedias, legisladores nacionales de Rosario y candidatos en campaña" para "impulsar un reclamo conjunto" y frenar la partida de LAN. "Yo lo acompaño" El senador provincial Juan Carlos Zabalza dijo que lo de la Nación con LAN es “fundamentalismo K”. Y el diputado nacional kirchnerista Agustín Rossi le sugirió que le diga al gobernador Hermes Binner que hable con la presidenta Cristina Fernández y con la Anac sobre el tema. “Yo lo acompaño. No lo hace porque está de campaña y no gobierna desde hace un año”, replicó.
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