Vecinos de la zona de Pami I aseguran que los "trapitos" cobran sus servicios a los visitadores médicos en remedios que luego venden sin control alguno. Uno de ellos incluso dijo que un familiar consume psicotrópicos de ese origen. El gremio de los agentes de propaganda médica sostiene que es "imposible" porque no existen más las muestras gratis de ese tipo de fármacos.
Vecinos de la zona del Pami I, ubicado en Sarmiento entre Tucumán y Catamarca, denuncian que cuidacoches que de esa cuadra y del pasaje Zabala, que desemboca frente a la entrada del centro de salud, manejan una verdadera farmacia paralela con medicamentos que –supuestamente a cambio de sus servicios– les dan visitadores médicos que van al policlínico. Es más, uno de ellos, Jorge, dijo en el programa Radiópolis, de Radio 2, que tiene un familiar de edad avanzada que le compra regularmente psicotrópicos a los cuidacoches. Jorge llamó desesperado a la radio por una situación que directamente dice no poder manejar. El aseguró haber visto a visitadores médicos que les dan los remedios a los cuidacoches y encontrado los psicotrópicos que toma este familiar, sin indicación médica que lo haya aconsejado, en su propia casa. Otros vecinos se sumaron a la denuncia de este negocio de venta paralela de medicamentos y hasta dijeron que los cuidacoches tienen un listado de remedios pedidos que a su vez ellos les exigen a los cuidacoches. Pero, ante el periodista de Radio 2 Pablo Procopio, pidieron que sus nombres se mantuvieran en reserva por temor a lo que describen como un grupo delictivo que es comandado por un joven al que le dicen El Padrino. Desde el lado de los visitadores médicos, Jorge Martín, secretario general del Sindicato de Agentes de Propaganda Médica de Rosario, dijo a Rosario3.com que no sólo es falsa la denuncia pública sino que además es “imposible” que los visitadores entreguen psicofármacos ya que por ley no existen las muestras gratis de este tipo de remedios. Es más, Martín explicó que incluso si un médico pide un psicofármaco para uso personal tiene que hacer una receta al visitador y el laboratorio le manda el medicamento, que se entrega contra la firma de un recibo por parte del profesional. “Es imposible desviar el psicofármaco”, afirmó. Y agregó que para otro tipo de remedios los laboratorios “mandan lo justo”, con lo cual “no sobran muestras” como para repartir a cualquiera. Sin embargo, otras fuentes del sector consideraron verosímil que ante un “apriete” de cuidacoches un visitador entregue algún tipo de medicamento, pero no psicofármacos.
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