Daniel Mendoza. Está acusado de regentar más de 20 kioscos de droga con la protección de Tognoli. UNO de Santa Fe/Manuel Testi
El juicio contra el exjefe de la Policía provincial, Hugo Tognoli, acusado de haber protegido a dos narcotraficantes mientras era jefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, y de haber amenazado a la titular de la Asociación Madres Solidarias del barrio René Favaloro, Norma Castaño, quien lo denunció ante la Justicia cuando ya estaba a cargo de la fuerza de seguridad provincial, continuará mañana en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe con los alegatos de los abogados defensores.
El resto de los imputados son dos policías, José Luis Baella y Mauricio Otaduy, y los acusados por narcotráfico, Fernando Torres y Daniel Mendoza. Según dispuso el presidente del Tribunal, José María Escobar Cello, la primera en iniciar la ronda de exposiciones será la abogada Hilda América Knaeblein, en defensa de Mendoza, para quien la fiscalía requirió ocho años de prisión al considerarlo autor de los delitos de fabricación y comercio de estupefaciente y coacciones, todos ellos en concurso real (artículo 5°, incisos “b” y “c”, de la ley 23.737 y 149 bis, segundo párrafo, del Código Penal, en función del artículo 55 del mismo Código), junto a una multa de 15 mil pesos.
El allanamiento a la casa de Mendoza, ubicada en el final del bulevar Los Jazmines y calle Las Encinas, en Colastiné Norte, se produjo el 12 de julio del 2012. Allí fueron secuestrados 10 kilos de cocaína, seis botellas de precursores químicos, tales como ácido clorhídrico y acetonas; una prensa regulable para armar los ladrillos de droga, una estufa para secado, un revólver calibre 32 cargado, un GPS y teléfonos celulares.
Lo que motivó la orden de allanamiento en la casa de Mendoza, fue la detención de Fernando Torres, ocurrida el día anterior en la terminal de ómnibus, con dos kilos de cocaína que había ido a buscar a la casa de Mendoza. En el debate de este martes, se vio un video que filmó el agente Daniel Tomas, quien había sido designado para que realizara una guardia encubierta en la casa de El Tuerto. Así filmó cuando se acercó un remís del que se bajó Torres y recibió un paquete de parte de Mendoza. Tomas siguió el remís y dio aviso a otros dos agentes para que se acoplaran a la persecución que terminó menos de una hora después, con Torres detenido al lado del baño de damas, dentro de la estación.
En el juicio, el testigo encubierto contó que él era cadete de Mendoza y que junto con Raúl El Beto Basimiani (también detenido por narcotráfico) regenteaban más de 20 kioscos de drogas en el norte de la ciudad.
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