Todo nació el 23 de agosto de 1941 cuando, producto de problemas económicos, se separó de su similar de calle 4 de Enero y Juan de Garay (que se fundó en 1901 y funcionó a pleno hasta dicha época). Fue un notición para la ciudad, ya que uno de sus clubes principales debía fraccionarse para funcionar individualmente. No se trató de un dictamen fácil, todo lo contrario, generó mucha incertidumbre en la comunidad, que debió adaptarse a lo nuevo que estaba emergiendo.
Así fue como Juan Carlos Posentini, uno de sus socios más arraigados, tomó las riendas como presidente y con el fin de diferenciarse, pasó a llamarse Club Atlético Gimnasia y Esgrima. El comienzo no fue el más libre, ya que hubo que remar contra la corriente para acomodar una estantería que estaba pronta a derrumbarse, pero en base a un trabajo responsable y denodado, los cimientos de una institución modelo comenzaron a levantarse.
Inicialmente realizaba sus actividades en 4 de Enero y Bulevar Pellegrini donde, en 1924, inscribió su nombre para la práctica del fútbol. Al tiempo se decidió vender dicho campo para adquirir uno más grande hacia el norte de Santa Fe, en el mítico barrio de Ciudadela.
A pura identidad
Varios años después, Gimnasia fue invitado para afiliarse a la AFA, al igual que Unión, en la Segunda División del Futbol Argentino; sin embargo, esta posibilidad quedó trunca a raíz de que la comisión directiva priorizó salvar y enderezar el presente del club, producto de las deudas que venían de la construcción del estadio, que se inauguró un 25 de mayo de 1931 en calle Dr. Zavalla al 5100 (cuenta con visera de 110 metros de largo y tribunas con 33 escalones), con un torneo amistoso que disputaron el local, Unión y Ferroviarios. En 2012, el Concejo Municipal de Santa Fe declaró, por medio de una Ordenanza, de interés Histórico-Artístico y parte del Patrimonio Cultural de la ciudad a su tribuna.
De esta manera, Colón fue el que ocupó su lugar haciendo que el clásico santafesino sea el de tatengues y sabaleros, aunque este puesto pudo tranquilamente ser lugar de los Pistoleros (seudónimo en reconocimiento a la delantera goleadora de aquel primer campeonato logrado en 1931, fecha en que inició el profesionalismo en la Argentina).
El 24 de noviembre de 2012 descendió por primera vez en su historia a la B de la Liga Santafesina de fútbol, tras perder por 4-1 ante San Cristóbal.
En la actualidad, la institución –que es catalogada como una de las fundadoras de la Liga– recibe todos los días a cerca de 300 chicos que se congregan para disfrutar de la variada gama de disciplinas deportivas que ofrece y que tiene como principal emblema al fútbol. También se practica hockey, patín, vóley y musculación con un gimnasio bien equipado. En pocas palabras, un gigante con todas las letras.
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