Uno de los imputados por el golpe boquetero en septiembre del 2012 fue excarcelado el viernes pasado, luego de que se reemplazara la prisión preventiva que venía cumpliendo desde hace dos años por un régimen de prisión domiciliaria con salidas transitorias para poder ir a trabajar.
Diario UNO |
Uno de los imputados por el golpe boquetero a la sede del Banco Macro, ubicado en la Peatonal santafesina, ocurrido entre la noche del sábado 8 de septiembre del 2012 y la madrugada del domingo siguiente, fue excarcelado el viernes pasado, luego de que se reemplazara la prisión preventiva que venía cumpliendo desde hace dos años por un régimen de prisión domiciliaria con salidas transitorias para poder ir a trabajar.
Se trata de Diego Agüero, un hombre de 33 años, oriundo de la ciudad de Córdoba y que habría sido uno de los que generó los contactos a nivel local para que la banda pudiera saquear el contenido de 67 cofres.
Condiciones
Para poder acceder al beneficio, Agüero tuvo que pagar una fianza de 500 mil pesos, que lo cumplió dejando en garantía una propiedad, designar una especie de cuidador, rol para el que designó a su esposa (esto no significa que ella tiene que controlarlo sino dar aviso a la policía en el caso de que él incumpla algunas de las condiciones establecidas) y presentar a su futuro empleador para que dé fe de que lo iba a contratar.
Agüero estaba detenido en la cárcel de Coronda, igual que otro de los acusados, Darío Eduardo Gómez, que el año pasado también fue excarcelado tras pagar una fianza de 150 mil pesos. Sin embargo, para ninguno de ellos este beneficio implica que no se siga adelante con la investigación.
La reconstrucción del robo apunta a que un grupo de unos ocho delincuentes irrumpió el sábado a la noche, aproximadamente a las 20, en dicho banco a través del patio trasero de la sucursal, que se trata de un edificio tipo “chorizo” que alcanza hasta la mitad de la manzana.
Este patio linda con una playa de estacionamiento con salida al otro lado de la manzana, hacia la calle San Jerónimo, y ubicada a unos 100 metros de la sede de la Unidad Regional I de Policía y del Ministerio de Seguridad de la provincia. En ese estacionamiento, los delincuentes colocaron una escalera por la que subieron la pared medianera y así accedieron al patio trasero del banco.
El patio cuenta con una ventana enrejada que da a las cajas de atención al público y que fue violentada por los ladrones mediante el uso de distintas herramientas. Una vez dentro del sector de cajas, los delincuentes redujeron a dos vigiladores privados, a los que dejaron maniatados mientras violentaban las cofres de seguridad.
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