La Comuna propuso construir una necrópolis en donde hoy funciona el camping. Un grupo de vecinos se opuso. Si se realizan algunos cambios, se podrá hacer allí.
Diario UNO |
La problemática que enfrenta Arroyo Leyes no es sencilla. Necesita un cementerio y los terrenos disponibles, por la geografía de la zona, no son muchos. Tampoco es una lucha nueva, lleva varios años. Mientras tanto, cuando alguien fallece, sus familiares deben iniciar un largo periplo para encontrar un lugar de descanso para sus seres queridos.
Hace un tiempo, la Comuna dispuso usar una fracción de una hectárea y media de un campo donde hoy funciona el Camping Municipal para que se construya la requerida necrópolis. Se presentaron estudios de factibilidad y se aguarda ahora la respuesta de Planificación Urbana y de Medio Ambiente para poder avanzar. Pero, paralelamente, hubo objeciones de un grupo de vecinos sobre el emplazamiento del futuro cementerio, sobre todo viviendas de fin de semana que quedarían cerca del lugar elegido.
En diálogo con Diario UNO, el subsecretario de Gestión Ambiental, Edgardo Seguro, contó que a raíz del pedido de algunos vecinos y de razones ambientales, se solicitaron cambios al proyecto presentado por la Comuna. Estos cambios fueron aceptados por el presidente comunal, y lo que resta ahora es plasmarlos en un nuevo proyecto que contemple todas las modificaciones propuestas por la Subsecretaría de Gestión Ambiental.
“Con las modificaciones que se realizaron no habría prácticamente impacto ambiental, porque no generaría ningún impacto, ni siquiera visual”, sostuvo Seguro y detalló que algunos de los cambios que pidió su área consistieron en trasladar la construcción sobre el lateral norte del terreno, despejando la futura construcción de la línea de vecinos más de 100 metros, y el cambio de la calle de ingreso.
“En el proyecto original, la edificación estaba en la zona central del terreno, y dividía el camping en dos, y el ingreso era por el lateral donde hay vecinos. Lo que se pidió reformular es que el acceso fuera por el otro lado, y que se abriera una calle nueva. Que la distribución dentro del terreno fuera distinta y tuviera una orientación en el eje este-oeste. Si se realizan estos cambios, los vecinos prácticamente no se darían cuenta de que existe esa construcción”, manifestó.
Igualmente, aclaró que los vecinos siempre tendrán la posibilidad de pedir una revisión, ver el proyecto, y hacer sus observaciones, pero que lo importante es lo que determina la provincia y es que no habría riesgo ambiental para la edificación de un cementerio en ese lugar.
No hay otro lugar
Todos los terrenos que se evaluaron, e incluso algunos que ofrecieron los vecinos, tienen distintos grados de riesgo hídrico. Es decir, son inundables por lo menos en parte. Esto sucede fundamentalmente con las tierras al oeste de la ruta 1. “Lo que nosotros hicimos ante un proyecto presentado, en un lugar determinado y no habiendo disponibilidad de otros suelos, fueron correcciones para que tuviera viabilidad ambiental”, explicó Seguro y agregó: “De hecho no habría enterramiento, con lo cual no habría contaminación de napas. Además, todo lo que era relativo al impacto visual se tuvo en cuenta para cambiar la orientación, el eje y los ingresos. El cementerio quedaría en el centro de donde hoy funciona el camping. No tendrá visibilidad de ningún lado, lo único que se van a ver son árboles. Lo que queda ahora es que el presidente comunal presente estas modificaciones formalmente”.
Nuevo encuentro
En este sentido, hoy por la mañana habrá un encuentro en la Subsecretaría de Gestión Ambiental en donde se explicará al presidente comunal de Arroyo Leyes, Eduardo Lorinz, las reformulaciones a realizar para que el proyecto quede aprobado.
“De eso se va a hablar en la reunión de hoy, para después poder avanzar en la parte administrativa y a partir de ahí, la idea es que nos den el permiso”, dijo Lorinz en declaraciones a Diario UNO.
El mandatario remarcó además que la Comuna cumplió con todo lo que pidió la cartera de medio ambiente y detalló: “Teníamos el frente del cementerio hacia el sur, y nos pidieron que lo cambiemos hacia al norte. También pidieron que se haga una calle interna para que los cortejos fúnebres no pasen por la puerta de los vecinos, y eso está previsto. Todas estas cuestiones se tuvieron en cuenta, y esos aspectos se han minimizado. La idea es no dejar nada librado al azar, para que estos pocos vecinos que se oponen no tengan argumentación para revertir esta autorización”.
Con estas modificaciones y el proyecto final aprobado, Lorinz se deberá presentar ante los vecinos que se oponen a la obra, y mostrarles todo lo que se mejoró. Si después de la explicación del presidente comunal, el grupo de vecinos aún no quiere la obra, es algo que se dirimirá ante la justicia, o mediante una audiencia pública. Sobre este particular, desde la Subsecretaría de Gestión Ambiental aclararon: “Nosotros impusimos todas las condiciones necesarias para que el cementerio no fuera un problema visual, ni estético, ni ambiental, y creemos que eso está resguardado. Después hay elementos subjetivos, como gente que piensa que esto desvaloriza su propiedad, pero hoy por hoy las ciudades, en un gran número, tienen enclavados los cementerios en zona urbana”.
En ese mismo sentido, el jefe comunal remarcó que “se ha intentado minimizar todos los riesgos”, y sostuvo además que el desarrollo del cementerio será lento y progresivo, de acuerdo a las necesidades del pueblo. El diseño de máxima prevé la construcción de 3.600 nichos, pero en una primera etapa solamente se construirá un primer módulo con capacidad para 48 nichos, y que alcanzaría a cubrir la demanda de tres años. En ese tiempo se irá construyendo un segundo módulo. “No es que se va a hacer todo de una vez, y además así como está pensado, tendrá una vida útil por lo menos para los próximos 60 años”, explicó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario