La misma esta vigente en todo el país a partir de la 0 hora de este jueves, en cumplimiento de los anuncios efectuados por el gobierno nacional, a través del ministro de Economía, Axel Kicillof, y el titular de la cartera de Planificación Federal, Julio De Vido.
El anuncio fue formulado el 23 de diciembre pasado como consecuencia de la actual cotización del barril de crudo a nivel internacional, que en los últimos meses mostró una sensible baja.
Según los expendedores, la rebaja en el precio de los combustibles se comenzará a reflejar -para ellos- en las facturas que lleguen a partir de enero.
Hasta el momento, sólo YPF definió, aunque de manera extraoficial cómo operara la baja, mientras que el resto de las compañías (Oil, Petrobras, Shell, Axion) no brindaron precisiones al respecto.
"Todavía no sabemos cómo se la va implementar. El acuerdo se hizo entre el Gobierno y la petroleras. Nosotros lo que le pedimos al ministro de Economía es que busque una alternativa para compensarnos esa baja de rentabilidad", dijo a Télam el titular de la Federación de Entidades de Combustibles y Afines de la Provincia de Buenos Aires (FECOBA), Luis Malchiodi.
La cuestión en este caso pasa por el monto que percibe la estación expendedora por la venta de combustibles, que es un porcentaje del valor del producto. Al bajar el precio, también se reduce el ingreso que reciben los estacioneros.
En el sector sostienen que el nivel de rentabilidad es en la actualidad del 6 por ciento y que "si el volumen de dinero facturado baja, también impacta sobre nuestra magra rentabilidad", según dijo Malchiodi.
No obstante, el dirigente empresario señaló que la baja de precio será de algún modo compensada por el incremento de consumo que se registra habitualmente durante la época estival.
Por su parte Raul Castellano, secretario de la Confederación de Entidades de los Hidrocarburos (CECHA), contó a Télam que desde la entidad han mantenido conversaciones con todas las petroleras, pero sólo YPF, les dio una respuesta,"verbal, no escrita".
Al respecto precisó que YPF les informó "no sólo la reducción del precio final de venta de los combustibles, sino su incidencia en el margen del operador, que sería de un 2,5 por ciento, es decir la mitad de lo que finalmente abonará el usuario final".
Castellano explicó que YPF comercializa sus productos a través de una red de expendedores, y éstos reciben una comisión por el volumen despachado.
"Es una consignación del producto y por eso los precios los fija la petrolera, a diferencia del resto de las compañías que sí venden el combustibles a los estacioneros y éstos son los que fijan precios de acuerdo a las referencias del mercado", agrego Castellano.
El secretario de la CECHA dijo que la entidad "piensa reclamarle a las otras petroleras, con las que ahora no tiene nada acordado, alguna medida que neutralice el efecto de esta baja".
Los expendedores entienden que "las petroleras deberían neutralizar esa baja en la rentabilidad, porque van a verse beneficiadas por la baja del 7% del precio del crudo, y además se está hablando de una disminución en el Impuesto a la Transferencia del Combustibles (ITC)".
A esas dos ventajas se sumaría otro beneficio, como es la disminución de las retenciones a las exportaciones de crudo, un importe móvil que variará en función del precio internacional del petróleo, según los anuncios dados a conocer el 23 de diciembre pasado.
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