El edificio de la vieja usina eléctrica, construido a principios del siglo XX y en desuso desde 1987, continúa siendo recuperado y puesto en valor por el Gobierno de Santo Tomé. La meta es que albergue al Instituto para la Formación Empresaria y el Empleo (IFEE) y se convierta en un polo educativo para la ciudad y la región.
Prensa Municipalidad de Santo Tomé |
El proyecto contempla conservar lo máximo posible de la obra original y su realización está planteada en tres etapas. Actualmente se avanza con la primera de ellas, consistente en la restauración del casco principal del inmueble y su refuncionalización como salón auditorio y de usos múltiples.
Paralelamente, se ejecuta una nueva galería adyacente al edificio histórico, cuyas primeras dependencias serán una oficina administrativa y los sanitarios. Dicha estructura constituirá la base de los tres niveles que tendrá la edificación una vez terminada completamente.
Los trabajos descriptos están a cargo de la firma A + C y demandarán, en esta fase inicial, una inversión de $1.689.270,55 que será afrontada en parte con el Fondo Provincial para la Construcción de Obras Menores y en parte con recursos propios del Municipio.
Las próximas etapas incluyen en la planta baja un gran hall de ingreso contenido en un pórtico, un sector administrativo, zona de depósito y camarines, dirección, sala de reuniones, patios aire – luz y un gran espacio de exposiciones. Por su parte, en las dos plantas superiores se proyectó el sector educativo con la disposición de 7 aulas, talleres y 2 laboratorios.
Testigo de la historia
La Usina Eléctrica de Santo Tomé, ubicada en calle Rivadavia al 1600 (entre Sarmiento y Avellaneda), comenzó sus actividades con la firma de un convenio con la empresa de Juan B. Nigro, en agosto de 1926, con 37 lámparas para alumbrado público y un poco más de 20 abonados particulares.
Veinte años más tarde, y a pesar de las restricciones que habían gravitado en esa industria, la Usina había conseguido ampliar sus instalaciones en relación con la creciente demanda del mercado, al mismo tiempo de seguir prestando sus servicios a más de 600 abonados, algunas industrias y al alumbrado público sensiblemente más extendido que en sus orígenes.
En 1948 su administración pasó a ser responsabilidad de la Comisión de Fomento, para luego formalizar un contrato en 1953 con la Empresa Agua y Energía Eléctrica, de acuerdo con las disposiciones vigentes en ese momento.
Con la instalación de una oficina de la Dirección de Provincial de la Energía en 1987, el edificio quedó en desuso hasta el día de hoy, en que el Gobierno de Santo Tomé inició su recuperación.
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