La calles están llenas de pozos con agua acumulada de varios meses. A esto se le suman los montones de ramas y los focos rotos del alumbrado público. La inseguridad jaquea el sector y piden patrullajes.
./Diario UNO |
Diario UNO recorrió las calles del barrio, y a cada paso, los vecinos detallaban un hecho distinto y las pruebas estaban a la vista. En Pasaje Guevara por ejemplo, entre Bonazzola y Geneyro, son dos cuadras y en las que no se puede pasar ni siquiera caminando y lo llamativo es que tiene el cordón cuneta, pero está tan deteriorado el mejorado que se formó un gran pozo y tiene agua acumulada. Aseguraron que cuando llueve el panorama es peor.
En camino Viejo Esperanza hacia el oeste hay un gran zanjón paralelo a Gorriti. Este lugar figura en los planos como entubado pero sigue a cielo abierto. Animales muertos, basura de todo tipo y montañas de ramas son solo algunos de los condimentos que alimentan este gran foco infeccioso. En algunos sectores, los propios vecinos tienen que pagar para que alguien corte el pasto y limpie el terreno para evitar que allí se escondan los delincuentes.
Más hacia el norte, sobre Berutti la situación empeora. Este bulevar tiene pozos cuyo diámetro se extiende de cordón a cordón. En esta calle en su intersección con Larrechea está la parada de la línea 1 del transporte público de pasajeros. En varias ocasiones los choferes amenazaron con interrumpir la prestación porque “no pueden transitar” y no solo por este barrio sino por todos los que tienen que pasar hasta llegar a la avenida Blas Parera y dirigirse hacia el centro.
“Tenemos una larga lista de reclamos. El primero y que más nos preocupa es la inseguridad. Somos asaltados de mañana, tarde y noche. Salimos a tomar el colectivo y nos roban en el trayecto o en la parada y no podemos vivir así. No se ve nunca un patrullero recorriendo las calles”, contó Gustavo Monzón, uno de los vecinos.
Luego continúo con un tono de indignación: “Pero lo que más nos indigna es el estado de las calles. El barrio está muy abandonado, nunca ingresó una máquina a mover una piedrita o tapar un pozo. Tenemos los impuestos al día y no nos merecemos vivir así porque somos ciudadanos como todos y tenemos los mismos derechos. Necesitamos un ambiente mejor en donde estar no vivir como chanchos”.
Siempre a oscuras
La iluminación también integra esta lista de reclamos y se pudo comprobar que en muchas de las columnas solo está la estructura pero no las lámparas. “Muchos sectores son una boca de lobo y se convierten en tierra de nadie. En relación a los yuyos, en muchos lugares son los propios vecinos los que pagamos para que los corten y cuidamos entre nosotros. No tenemos vecinal y tampoco ninguna cuadrilla municipal visita el barrio para realizar los trabajos que necesitamos”, dijo más adelante Monzón.
Algunas cuadras tienen cordón cuneta, pero la mayoría no y las zanjas acumulan agua y la basura amontonada hace que se pudra y al transitar estar calles no se soporta el olor. A esto se le suma el canal a cielo abierto sobre Gorriti que además de agrandarse día a día circulan por él todo lo que el ser humano se pueda imaginar. “Las ratas de este lugar son nutrias y nos duele mucho vivir en estas condiciones”, agregó.
Transporte público
La línea 1 recorre distintos barrios hasta llegar a Los Troncos donde está la parada en bulevar Berutti y Larrechea en la mano norte y para iniciar el recorrido debe ir hasta Pasaje A. de Vera para arrancar el servicio. Allí hay un gran badén con agua acumulada todo el tiempo. Los mismos choferes son los que contaron que en varias ocasiones intentaron suspender la prestación porque no podían seguir circulando por estos lugares.
“No solo es en Los Troncos, en Caferata y Ayacucho, por ejemplo hay un pozo más grande que tenemos que pasar muy despacio y es ahí donde nos asaltan. Por eso se pidió desde la empresa que se arreglen estas calles sobre todo por donde transitamos”, contó a Diario UNO, Lucio, uno de los choferes que esperaba en la parada iniciar su servicio.
A la charla se sumó Eduardo Oviedo, otro vecino y contó que “en algunos lugares del barrio hay vecinos que podemos pagar para que una máquina nos arregle la calle, pero no podemos hacerlo porque necesitamos un permiso de la Municipalidad”. “En este sentido estamos atados: no lo arreglan ellos pero tampoco lo podemos hacer nosotros. Por eso mínimamente pedimos que se acerquen, nos arreglen las calles, nos repongan las luces, nos saquen las ramas de meses acumuladas; y que la provincia nos mande patrulleros para cuidar un poco el barrio”, dijo más adelante.
Para finalizar Monzón expresó: “Vivimos con miedo pero sobre todo con mucha indignación. Le pedimos al intendente que por favor nos escuche. Pagamos nuestros impuestos y nos merecemos vivir mejor. Cada uno cuida su casa, pero al salir a la vereda, la alegría de lo lindo que quedó se diluye. Necesitamos una respuesta y le pedimos que se ocupe también de barrio Los Troncos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario