No logró resucitar del letargo de resultados (7 partidos sin ganar) y recibió una paliza futbolística a manos de All Boys por 3 a 1 que lo estancó en la tabla.
/La Capital |
A Newell’s sólo le servía ganar. Para seguir con chances concretas —a pesar de que aún no todo está dicho— debía sumar de a tres para luchar por el bicampeonato. Y volvió a derrapar mal, en el momento menos indicado y cuando no había espacio para el error. No logró resucitar del letargo de resultados (7 partidos sin ganar) y recibió una paliza futbolística a manos de All Boys por 3 a 1 que lo estancó en la tabla. Y ahora sólo le queda rogar más que el Papa Francisco, quien seguramente sí lo hará para el Ciclón, para que San Lorenzo no logre los tres puntos esta tarde. Pese a eso, los propios protagonistas se bajaron de la pelea.
Newell’s se vio sorprendido por el Albo, que de arranque nomás mostró sus garras e intenciones de ganar con la presentación en casa de RRDT (Ricardo Rodríguez, el técnico). Y cacheteó a una Lepra que arribaba obligada a vencer para seguir entusiasmada con el título. Pero el local le dio un golpe a su realidad. Una gran tapada de Guzmán y un gol anulado a Ferrari fueron la presentación del juego.
Esto sólo fue el preámbulo, porque el sufrimiento al que fue empujado el rojinegro era intenso. Núñez la picó al gol a los 9’ y un minuto después Espinoza clavó un golazo espectacular desde lejos. Y se sucedieron más acciones en Floresta. Matos cabeceó apenas arriba (15’) y luego Núñez desde lejos probó y la pelota besó el poste derecho del Patón (18’).
Sí hubo mucho más en un Albo incentivado por su fútbol, porque Grana se lanzó al ataque por el sector derecho, pasó a sus marcadores como poste y dentro del área sacó un zapatazo goleador para poner el 3-0.
¿Newell’s? Nada de nada. El equipo lucía perdido, desorientado, superado y sin reacción después de besar tres veces la lona en lo que era hasta ese entonces una paliza futbolística.
Tenía, debía y estaba obligado a reaccionar. Por eso en el complemento entró con otro chip, decidido a quemar las naves y buscando la heroica, claro que con las pocas energías que le quedaban. Berti mandó a Vieyra por Muñoz y fue el pibe el que inquietó tres veces seguidas y por primera vez en el partido. All Boys replegó sus líneas después de un desgaste intenso y en un primer tiempo espectacular.
Newell’s comenzó a hacer pie en la cancha, Bernardi se conectó un poco con la pelota, Villalba rompía en el medio y Maxi inquietaba en la ofensiva. Claro, le llevó 20’ para cachetear con el tanto de Pablo Pérez a un All Boys que a esa altura lucía tranquilo con la diferencia obtenida en el primer capítulo. Y la que le fue suficiente para ganar.
No hubo caso. La Lepra no pudo salir de la racha sin victorias, quedó nocaut y prácticamente dejó en el camino una de las últimas chances de ir por la gloria por segunda vez consecutiva. All Boys se floreó en Floresta ante un equipo que no encuentra el camino de los triunfos y del que se perdió hace siete fechas. Un pecado demasiado grande para aspirar a un nuevo título. Y, como si fuera poco, anoche prácticamente recibió el golpe decisivo a la ilusión.
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