Con cantos y banderas, pidieron la renuncia de Germán Lerche y de toda la comisión directiva. Una situación similiar había ocurrido el miércoles con un grupo de socios. La crisis deportiva e institucional sabalera se profundiza y su gente pide "cambios urgentes".
Preocupados por el presente institucional y futbolístico, los hinchas de Colón se movilizaron el jueves por la noche a la sede de la entidad rojinegra manifestando su descontento con la actual dirigencia y pidiendo la renuncia de todos los directivos, algunos de ellos en Capital Federal participando de una reunión en AFA.
Aproximadamente, 1000 personas se hicieron presentes para expresar su malestar por todo lo sucedido en el club en los últimos tiempos. Los primeros hinchas comenzaron a llegar cerca de las 19 y pasadas las 20 fue cuando más gente se agolpó y el calor le dio paso a los cánticos reiterados del “que se vayan todos”.
La concurrencia fue masiva, pero se desarrolló en términos de absoluta normalidad. Está claro que los insultos fueron moneda corriente, sobre todo para el presidente Germán Lerche, pero también hicieron foco en otros directivos sabaleros. Una de las particularidades que tuvo la convocatoria fue la firma por parte de los socios para dar lugar a una Asamblea extraordinaria.
El estatuto indica que se necesita el 10% del último padrón electoral para solicitar una Asamblea extraordinaria. En el último acto eleccionario fueron algo más de 8000 los socios que votaron, por lo cual se necesitaría alrededor de 800 firmas de socios activos para llevar a cabo dicha Asamblea.
La policía, con el objetivo de preservar las instalaciones del club, colocó una valla varios metros antes del ingreso a la sede con la intención de mantener a distancia a los simpatizantes. No obstante, con el correr de las horas esas vallas fueron derribadas y los hinchas se pararon delante de la puerta por donde se ingresa a la sede.
De esta manera y teniendo en cuenta lo nutrida de la concurrencia, los hinchas cortaron la Avenida Juan José Paso, lo cual ocasionó algunos contratiempos vehiculares pero que no tuvieron su correlato con ningún incidente para lamentar. Los cálculos policiales hablan de entre 400 y 500 personas, pero lo concreto es que había más hinchas en las inmediaciones del club.
Más de una veintena de efectivos fueron los encargados de ejecutar el operativo de seguridad, que al cierre de esta edición no tuvo que reportar ningún inconveniente. La policía se iba a quedar hasta la 1 de la madrugada, que era cuando finalizaba el operativo.
Los hinchas que se convocaron confirmaron que hoy luego del partido se van a movilizar nuevamente. Lo que habla a las claras de la intención manifiesta de seguir insistiendo hasta obtener una respuesta concreta por parte de la dirigencia. Indudablemente, que un resultado negativo frente a Boca aumentaría el malestar existente.
Para destacar, es que la manifestación fue producto de los hinchas genuinos, ya que en este caso no hubo presencia de los barras bravas.
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