El edil radical de Rosario, Jorge Boasso, negó las acusaciones que le hicieron funcionarias y concejales del oficialismo por sus dichos presuntamente agraviantes sobre la mandataria. "No discriminé, hice una valoración política", agregó.
La Capital |
"En la vida, la desesperación es mala consejera. Están desesperados porque les va muy mal en las encuestas. Rosario es una ciudad abandonada. Pende sobre su cabeza una comisión investigadora para establecer las irregularidades de las concesiones en la ciudad de Rosario que han favorecido a amigos del poder que han financiado campañas".
Así respondió hoy el concejal radical Jorge Boasso a las denuncia que funcionarias municipales y colegas del Palacio Vasallo formularon hoy en su contra por declaraciones que había vertido en un programa de televisión en las que se había referido a la intendenta Mónica Fein en forma despectiva. La concejala socialista Viviana Foresi, junto a la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Andrea Travaini manifestaron hoy en conferencia de prensa sus críticas contra lo que consideraron como agresiones verbales hacia Mónica Fein.
"Se dijo sobre la intendenta que le pican el cerebro, entendemos en esa declaración una clara descalificación a la capacidad de gobernabilidad de Fein por su condición de mujer", sostuvo Foresi, quien definió las palabras de Boasso como nocivas y peligrosas "porque tributan a retrasar los avances logrados por las mujeres en la lucha cotidiana por la igualdad de derechos", agregó la edila poco antes de anunciar que el caso será denunciado ante el Instituto Nacional contra al Discriminación, la Xeonofia y el Racismo.
Boasso recogió el guante y disparó contra quienes lo denunciaron. "Lo del día de hoy (por la conferencia de prensa) fue una sobreactuación de valoraciones políticas que he realizado y que las ratifico. Ninguna de ellas son injuriosas y hasta algunas son risueñas. Lamentablemente están bastardeando a un organismo contra la discriminación. Discriminación que tienen que ser investigada en los verdaderos casos y no en actos desesperados, sobreactuado. No hay ningún acto de discriminación en mis dichos. Lo que hay es una valoración política sobre una intendenta que está perdida y tiene malas influencias. Esas malas influencias hacen que en lugar de que busque y encuentre el buen camino, esté como en el Laberinto de Los Cocos. A veces viene un asesor, un secretario, le llena la cabeza, a eso me refería cuando hablaba de esos personajes de historieta risueños", agregó Boasso.
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