Se necesitan 5 mil pesos promedio para cumplir el horario de oficina, tener la comida lista y que los chicos no se queden solos. Especialistas analizaron con Infobae la encrucijada: pagar una empleada y colegio doble turno o uno de la pareja deja de trabajar
Es la encrucijada en la que se encuentran muchas familias de clase media hoy que para salir a trabajar y cumplir con los horarios fuera de casa necesitan una empleada doméstica por lo menos en una jornada de 8 horas, y además enviar a los chicos a un colegio doble turno para evitar que pasen tiempo solos o que los hermanos mayores se conviertan en niñeros.
Este escenario logístico y económico plantea la decisión de que uno de los padres deje de trabajar por dos grandes motivos: para que uno de los miembros de la pareja tenga agenda flexible para el "lleva y trae" cotidiano y también para reducir el gasto mensual.
Es clarificador poner el tema en números. El salario promedio y mínimo de una trabajadora doméstica que realice tareas de limpieza y cuidado de niños -acorde al marco legal actual- por una jornada máxima de 8 horas es entre 3.549 pesos (sin retiro) y 3.184 pesos (con retiro).
Si a esto le sumamos que la cuota promedio de un colegio doble turno es de 2.300 pesos, para las familias de clase media el gasto en educación junto con el de empleadas domésticas representa la porción de mayor impacto en los salarios de los matrimonios: aproximadamente el 50% de su ingresos mensuales.
Infobae habló con la licenciada Sofía Scagliotti, directora de negocio de HR Consulting, para quien "más allá de la rentabilidad de contratar a alguien o no también juega un rol importante el tema de la angustia y la duda de dejar a otro cuidando a los hijos y cómo distribuir los tiempos".
Un estudio reciente aportó datos precisamente sobre este asunto. Sobre el tiempo dedicado a la familia, el 35% de los encuestados dijo compartir con ellos más de 20 horas semanales; le sigue un 25% que le dedica entre 15 y 20 horas; un 24% entre 10 y 15 y, en último lugar, un 16% que pasa menos de 10 horas a la semana con su familia.
Entendiendo que el hombre de la casa gane más que la mujer y que sea ella quien deba decidir si abandona su trabajo para quedarse en el hogar o contratar personal doméstico, Scagliotti consideró que "hay muchos casos de mujeres que se encuentran en esta disyuntiva de distribuir su vida entre lo laboral y la casa", a lo que agregó que "las organizaciones hoy son menos flexibles para darles beneficios que en otras épocas".
Ocurre que las mujeres hoy en día tienen hijos alrededor de los 30-35 años, edad en la que generalmente ya adquirieron un rol destacado en su profesión.
Y ahí las disyuntivas son: ¿Me abro de todo lo conseguido en mi mundo laboral y me dedico a ser madre? ¿Trabajo media jornada y la otra media soy madre a riesgo de no ser ni una cosa ni la otra?
"Muchas mujeres se acercan a la consultora en busca de trabajo part time para reinsertarse y la verdad es que en el mercado esta necesidad es escasa, por lo que terminan relegando a desempeñarse en empresas más chicas, aunque de todos modos lo agradecen porque se sienten productivas", explicó Scagliotti.
Tras asegurar que "hoy no hay empresas que busquen empleados con la flexibilidad horaria que las mujeres buscan después de ser madres", la especialista reconoció que "las compañías tienen que adaptarse porque las mujeres son necesarias en las organizaciones".
En este marco, la opción del home office es una de las nuevas modalidades que las empresas implementan de un tiempo a esta parte. También muchas compañías arman estructuras de guarderías dentro de la compañía para las mujeres de alto rango. "Conozco el caso de la gerenta general de una compañía importante a quien le armaron la guardería al lado de la oficina", contó Scagliotti.
En la Argentina, por ejemplo, muchas compañías adoptaron beneficios para las mujeres madres, más allá de guardería, implementan más tiempo de lactancia o les ofrecen trabajar menos horas los primeros meses de vida del niño. "Están intentando aggiornarsea este encuadre", resaltó la especialista.
El desafío de ser "mujer-mamá-profesional"
"Es interesante ver cómo las profesionales arman toda una logística muy astuta para lo que tiene que ver con el cuidado de sus hijos. Para poder estar sin estar", reflexionó Scagliotti, quien contó que "arman jardines rodantes en los que se turnan entre amigas o familiares para cuidar a los niños y hay cada vez más negocios que tienen que ver con el cuidado de bebés al que las mamás pueden ir en medio de la jornada a encontrarse con sus hijos".
Cifras locales
Con respecto a las madres argentinas el 71% de ellas aseguró ser madre y trabajar a la vez, mientras que un 29% no lo hace.
Consultadas sobre si lo que gana le alcanza para pagar su día a día y el de su hijo, el 10% respondió que no le alcanza, el 55% dijo que sí pero justo y el 35% aseguró que sí y además se puede dar gustos.
Y sobre su papel en el mundo laboral, el 50% de las mujeres consideró que ganó terreno, el 21% siente que son algo discriminadas, el 15% considera que son un elemento fundamental para las organizaciones y el 14% dijo postergarse profesionalmente por sus familias.
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