En los primeros ensayos futbolísticos, Pablo Morant puso en cancha un equipo ofensivo con un esquema de juego 4-2-1-3. Incluyendo de esta manera un enganche (Mugni) y tres puntas (Curuchet, Luque y Gigliotti).
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Pablo Morant tiene en claro que está ante el desafío más importante de su carrera desde que decidió ser entrenador. Si bien en su momento le tocó dirigir a Colón, en aquella oportunidad fue un interinato, en cambio ahora la dirigencia rojinegra está dispuesta a bancarlo pese a los resultados.
En consecuencia, el Flaco junto a su cuerpo técnico tienen la total libertad para definir el equipo que mejor crean conveniente para afrontar el partido del próximo viernes ante Tigre. En la semana que pasó, el técnico habló sobre los objetivos que tiene en vista, por lo cual expresó su intención de poner en cancha una formación con jugadores rápidos, aptos para superar al adversario en el mano a mano.
De allí el dispositivo táctico que puso a prueba en la primera práctica de fútbol que se llevó a cabo el jueves en el predio y que repitió en la mañana del sábado, para comenzar a darle una identidad de juego con un esquema audaz y pensando siempre en el arco rival.
En relación al equipo que venía jugando con Roberto Sensini, existieron algunas modificaciones de nombres y también en el aspecto táctico, ya que la estructura de juego estuvo conformada por un 4-2-1-3, aunque llevadas a la práctica estos números se van modificando porque los jugadores que actúan como extremos (Facundo Curuchet y Martín Luque) tienen la obligación de retroceder para cubrir las bandas cuando el rival tiene la pelota.
La novedad está dada en los dos volantes centrales, que son Sebastián Prediger y Hernán Bernardello con la misión de repartirse la mitad de la cancha, ya que con este esquema el equipo no tiene los carrileros tradicionales que terminan haciendo los relevos. Por ello el despliegue de ambos será mayor al que venían realizando los centrocampistas.
Por su parte Lucas Mugni, quien había perdido su lugar dentro del equipo, tendría nuevamente la chancede ser titular en su posición natural que es la de enganche; el nuevo cuerpo técnico confía muchísimo en las condiciones del enlace y por eso la idea es potenciarlo dándole continuidad.
Si tomamos en cuenta la formación que arrancó el encuentro frente a San Lorenzo, en relación al equipo que puso en las dos práctica de fútbol el ex defensor sabalero, las variantes serían Luis Castillo en lugar de Gerardo Alcoba (lesionado), Bruno Urribarri por Maximiliano Caire, Sebastián Prediger reemplazó a Iván Moreno y Fabianesi, Lucas Mugni en lugar de César Meli y Martín Luque sustituyó a Rubén Ramírez (cinco amarillas).
La misión del Flaco
El mayor desafío que tiene Morant y sus colaboradores por delante es recuperar el funcionamiento que en algún momento evidenció el equipo. Para ello el técnico tiene en la cabeza dos esquemas teniendo en cuenta las circunstancias del partido, más allá de que el pensamiento primario es conformar un equipo ofensivo.
El mayor desafío que tiene Morant y sus colaboradores por delante es recuperar el funcionamiento que en algún momento evidenció el equipo. Para ello el técnico tiene en la cabeza dos esquemas teniendo en cuenta las circunstancias del partido, más allá de que el pensamiento primario es conformar un equipo ofensivo.
A la hora de analizar el presente futbolístico y las causas que llevaron a que Colón esté último en la tabla de posiciones se puede mencionar los continuos cambios que dispuso Sensini a lo largo de las seis fechas en las que nunca repitió la formación, pero que además utilizó diferentes sistemas: con Lanús jugó 4-4-1-1, con San Martín de San Juan un 3-4-1-2, a la fecha siguiente ante Belgrano fue un 4-4-2 y con San Lorenzo terminó jugando con un 4-3-3, aportando demasiada confusión a los jugadores.
Pensando en el compromiso frente a Tigre, habrá que aguardar un nuevo ensayo futbolístico para terminar de confirmar la formación que marcará el debut de Morant, quizás las dudas pasen por ratificar el bloque defensivo con Castillo por el lateral derecho o si en este caso puede jugar Caire o Alcoba, si se recupera. Por su parte, a Raldes habría que descartarlo ya que llegará con lo justo sin realizar ningún trabajo con el equipo.
En el ataque con Ramírez suspendido, la única incógnita sería si termina jugando con tres puntas o si resigna en este caso a Luque para jugar con un mediocampista que se pueda ubicar por el carril. Son dudas que se irán develando con el correr de la semana.
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