Casella: "Algunos funcionarios deberían leer un poco al Perón conciliador"

A los ocho años pidió su primera Spika y soñaba con ser parte del mundo de la radio. Hoy es el conductor más escuchado. Ya consagrado como animador de televisión y entrevistador se animó a actuar y quiere escribir una película

¿Qué te generó la noticia del Papa argentino?

- No podía parar de reírme. Era como si me hubiera tomado una cosita para la ansiedad o hubiera fumado un cigarrillo de marihuana. Se me juntó el Papa argentino, Messi, la Reina de Holanda. Es todo muy bizarro. Un amor Máxima, un groso Bergoglio, me parece que tenemos un papa divino. Yo voy poco a la iglesia. Soy un hombre de fe, a veces voy a visitar a San Pantaleón para pedirle salud para mi familia, voy a Luján y bendigo la llave del auto, tengo esos rituales. He tomado la comunión y he sido confirmado, pero no soy un cuadro católico ni muchísimo menos.

¿Y qué lectura haces del nacionalismo que surgió con el Papa argentino?

- Es imposible que no te surja una cosa de “Eh somos los campeones del mundo papá”. Tenés al mejor jugador del mundo que sucedió al anterior mejor jugador del mundo, tuviste al quíntuple campeón del mundo de automovilismo, tenés un campeonazo como Maravilla Martínez, tenés a Ginóbilli que es el único blanco que descolla en la NBA, todos los extranjeros quieren una novia argentina y se la llevan, todos los extranjeros vienen a Bariloche y se vuelven locos, Palermo está lleno de gente que me dice 'vine por unos días y me quedo a vivir acá'. Y ahora el Papa. ¿Cómo no sentirte campeón del mundo? Ahora, ¿qué implicancia política puede tener? Yo pienso que no demasiada. Que lo analice el analista, pero esta buenísimo tener un papa argentino.

Cuando ves una situación como la pueblada de Junín, ¿como comunicador qué análisis hacés?

-Me parece que es un poquito herencia de los años noventa, donde se instaló una cosa de que la justicia en la Argentina no existe y entonces la justicia la hago yo en el barrio. Creo que hay jueces muy serios y que todavía tenemos una corte muy creíble comparada a la corte de otros gobiernos y otros años, pero hay una idea de “yo voy a hacer justicia acá”. A mí me preocupan los chicos chiquitos que ven por televisión que hay un ladrón que ya robó diez veces y que nunca va preso y que los vecinos quejándose de que hay un ladrón en el barrio que nunca va preso prenden fuego la comisaría. Ese nene tiene un matete en la cabeza.

¿Hay más impunidad que en otras épocas?

- Me parece que hay una sensación de que acá no hay tribunales. Entonces si no hay tribunales “yo voy a ser un tribunal” y la gente lamentablemente se arma para defenderse de un eventual robo. Linchan a un tipo que todavía no pasó por un tribunal, prenden fuego una comisaría, rompen con piedras un patrullero, toman la catedral y la hacen pelota. No sé, a mí no me gusta mucho ese tipo de expresiones, aunque sean en muchísimos casos expresiones populares espontáneas, a mí no me gusta.

Macri dijo que si fuera Presidente daría de baja el Fútbol para Todos, ¿estás de acuerdo?

-Creo que cuando Macri dice eso le reditúa votos. Hay un montón de gente a la que se le instaló la idea de que “yo estoy bancando con mis impuestos el fútbol”, por ahí es una jugada política. La idea de tener que ir a un bar a ver un partido de fútbol y si no la variante es ver tribunas a mí me parecía bochornosa. Sí creo que debería venderse, lo he hablado con funcionarios del oficialismo, creo que se podría vender y muy bien. El Gobierno ha elegido usar los entretiempos con este pretexto de “yo necesito mis espacios sino todo lo demás es de Clarín”. Yo creo que la variante sería tengamos Fútbol Para Todos y comercialicémoslo. Recuperemos gran parte de esos quinientos y pico de millones.

¿Cómo ves la relación de los argentinos con el dólar?

-La conducta del argentino y el dólar creo que viene genéticamente. Para mí viene de tanos, judíos y gallegos que venían y por ahí no sé, a partir de los 70 o de los 80 empezó esta cosa de que “yo me aseguro con el dólar, que por lo menos mi platita la voy a tener”. Evidentemente tenemos un romance genético con el dólar que complica la cosa y esto va a complicar a todos los gobiernos hasta que cambien las generaciones. El dólar no lo suben los gobiernos, lo sube la gente. Algunos analistas económicos que agitan la cosa también, por ahí les conviene que el dólar no esté quieto. Hay un grupo de periodistas al que le conviene un dólar a $10 o un dólar inquieto. La verdad que es un cáncer, el dólar es uno de los enemigos más históricos de la Argentina, el día que dejemos de pensar con cabeza de dólar yo creo que se soluciona gran parte de la economía argentina.

Y en este sentido, ¿cómo ve las medidas del Gobierno?

- Este intento de dólar blue y el cepo capaz que es buenísimo técnicamente, yo no entiendo de economía, pero me parece que como mínimo estuvo mal explicado. Si había un dólar a algo más de $4 y después de la restricción se fue a casi $8, permítanme pensar que la idea de bajar la ansiedad con el dólar no funcionó. Todo hay que comunicarlo y desarrollarlo, lleva tiempo. La restricción a las importaciones por ejemplo, ¿quién no quiere juguetes argentinos, zapatos argentinos, industria argentina fuerte? Desde que soy chiquito los tacheros dicen “acá hace falta una industria argentina fuerte como en Brasil o en Europa”. Bueno, ahora se intenta eso. Fue un poquito brusco. Ahora el tipo que tiene un auto usadito modelo 97 no lo puede sacar porque por ahí le falta la tapa del distribuidor. Podría haber sido más gradual y bien explicado. Creo que Moreno debería hablar, por el cargo importante que tiene debería dar una conferencia de prensa por semana.

¿Hay un problema comunicacional?

- Total, tal vez las medidas están todas buenas, pero hay un problema de comunicación clarísimo. Los referentes K salieron a twittear contra el Papa, me pregunto cuál era la necesidad. Yo creo que la Presidenta posiblemente se dio cuenta que no era necesario provocar al campo con la frase “Paro de la abundancia”. A mí me parece que mucha de la gente que cacerolea está más en contra de algunos tonos y gestos de la Presidenta, y de gente que la acompaña, que de las medidas. Hoy leía Conducción Política de Perón, que de vez en cuando lo vuelvo a releer, es una biblia sobre todo para quienes se dedican a dirigir y a la política ni hablar. El tipo decía que no hay que mandar, hay que persuadir, hay que convencer, no se puede mandar todo el tiempo. A mí me parece que algunos funcionarios de este gobierno deberían leer un poco a Perón, al Perón que conciliaba.

CASELLA ÍNTIMO

¿Hay una moda de hombres de 50 que están blanqueando relaciones con chicas muy jóvenes?

- El fenómeno de varón de 50 y la chica de 20 seguramente antes existía y no se mostraba, pero no tanto como ahora que nos explotó a todos en las manos. Yo lo pondría al revés, las chicas de 20 buscan a los tipos de 50, el tipo de 50 está un poquito en oferta. Yo tengo la teoría de que si un varón tuvo poco sexo en su adolesencia y juventud muy posiblemente se convierta en un depredador de grande y hasta el geriátrico. Al tipo de 50 que se separó no hay forma de hacerlo volver a la monogamia porque una vez que probó la cosa del macho ancestral no para más.

¿Le cuesta al hombre estar solo?

- No, el hombre se banca mejor la soledad que la mujer, básicamente porque el varón de 50 tiene otro mercado mucho más posible. La mujer de cuarenta y pico parece estar más acotada, todas se quejan de que no hay tipos, las mujeres de 30, de 28 se quejan de que no hay tipos. La verdad que el tipo está en la estupidez absoluta, creo que es un fenómeno fatal para la mujer de 40.

¿Estás preparando una película?

- Sí, quiero antes de morirme hacer una peliculita y estoy escribiendo un guión, no sé si dirigirla, por ahí codirigirla, pero escribirla seguro.

¿Qué otras cosas sentís que te faltan hacer?

- Me falta ser el 10 de River que ya no creo que llegue, yo juego al futbol todos los sábados y busco si hay un par de empresarios mirando y dicen “ese es un valor para llevarnos” pero siempre termina el partido y no pasa (risas). Un rockstar tampoco.

Bueno, pero tenés la banda

- Sí, tengo la banda y nos convocan mucho, tenemos muy claro que es porque somos caritas de tele, entonces para un boliche anunciar “La bien levantada” con la cara de los tipos que están en tele tiene un plus, no porque seamos muy buenos tocando. Sí tenemos tres o cuatro chicos en la banda que son profesionales y mi hijo Franco que es muy buen pianista y equilibran lo amateur que somos nosotros. Básicamente es para divertirnos.

¿Qué cosas te divierten fuera del ámbito del trabajo?

- Estar con mis amigos de toda la vida. Tengo mis rituales de asado, de poker, de charlas de sábado a la noche o de domingo a la mañana. Todos los domingos a la mañana yo desayuno con diez amigos de toda la vida donde se intercambian pavadas.

¿Este que sos hoy es el que soñabas ser?

-No, esta versión ha superado mucho lo que yo pretendía, yo lo único que soñaba era firmar alguna notita en una revista y ver Bautista Casella como firma, todo lo que vino después fue yapa. Poder vivir de esto ya era un sueño absoluto. Cuando llegas a la tele sos otra cosa, sos un entretenedor que hace lo que puede en un marco de algún informe más o menos periodístico. El periodismo quedó para los movileros que salen a buscar una notita a la mañana, para la gráfica y algo en la radio donde nos va muy bien y hacemos hoy por hoy el programa más escuchado entre AM y FM y esto es un halago.

¿Se volvió fundamental la radio en tu vida?

-Para mí la radio es lo más lindo, a los 8 años le pedí a mis viejos que me regalen una Spika, que no era un regalo muy común. Me volvía loco este fenómeno de gente hablando en un aparatito chiquito y tenía todo el día puesto en Rivadavia donde estaba Antonio Carrizo, José María Muñoz. Ya ahí soñaba con hacer radio. Ni en el sueño más loco de alguna borrachera se me ocurrió estar haciendo el programa más escuchado de todos. Pienso que me va a despertar mi vieja y me va a decir “che vago levantate que son las once” y yo voy a responder “uh sabes lo que estaba soñando…”. Es una locura, una bendición que agradezco todos días.