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domingo, 31 de marzo de 2013

ALICIA GIMENEZ, DEL GRUPO ATENCION AL MALTRATO INFANTIL-"No mienten en lo que cuentan"


La coordinadora reveló que en los últimos años aumentaron los casos que llegan al Hospital de Niños de Rosario. "Se debe trabajar mucho en la prevención porque si al niño le brindamos herramientas puede pedir ayuda, sabe que su cuerpo le pertenece", indicó Giménez.
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 La coordinadora del Grupo Atención al Maltrato Infantil (GAMI) del Hospital de Niños Víctor J Vilela, Alicia Giménez, reveló esta semana que en los últimos años aumentaron los casos que llegan al efector municipal. "Mientras que del total de sospechas de maltrato del año 2004, que llegó a 78 casos en el año, de los cuales el 17 por ciento eran situaciones de abuso sexual, hemos llegado en el 2012 a 172 casos (mas del doble), duplicando también el porcentaje de casos de abuso sexual: 33 por ciento", señaló a Rosario/12. "Lo fundamental es poder sospechar la situación, y quien la sospecha en el hospital es el médico, que puede realizar una interconsulta con la gente que trabaja la problemática. En general, de todas las que se realizan, se desestiman muy pocas, todas las sospechas se confirman", agregó Giménez. Según la coordinadora del GAMI, hay que estar muy atentos a los mensajes de los chicos, prestarles atención. "Ellos no mienten en lo que cuentan y cuando cambian su conducta", precisó.
La necesidad de un trabajo diferente para abordar la problemática aparece en el Hospital Vilela en 1982. Médicos, psicólogas y trabajadoras sociales comienzan a pensar que algo pasaba con algunas situaciones. No se trataba solamente de un chico que llegaba con una fractura, si no que había otras cuestiones. En este marco, el grupo decide empezar a trabajar en lo que se conoce como un diagnóstico diferencial. Con el transcurrir del tiempo la tarea se sostuvo. Se fueron incorporando más profesionales ?enfermeras, abogadas? conformando un equipo con todas las disciplinas que tienen que trabajar en el tema y con un objetivo: poder detectar situaciones de maltrato hacia los niños. Según explicó Giménez, que fue subdirectora del Hospital Vilela desde el 2008 hasta el 2011, a los fines del estudio, existen categorías: maltrato físico, maltrato psicológico, negligencia, abandono, niño testigo de violencia, y otro que es más difícil de detectar, el síndrome de Mounchausen, cuando al niño le aparecen síntomas de enfermedades que no son reales. "Incluso con el tiempo se han incorporado nuevas categorías, entran niños en situaciones que 10 años atrás no ocurrían, producto de la realidad social, niños que ingresan con adiciones, los que viven en la calle, que hay que diferenciarlo del niño de la calle, que es su medio de vida", indicó la coordinadora del GAMI.
"Ahora aparecen los niños heridos con arma de fuego, que antes había uno por año. Aquí hay que hacer diferenciaciones: el niño que está jugando en la casa donde hay un arma, el que queda en el medio de una balacera", agregó la abogada. En este sentido, la estadística refiere que en 2010 ingresaron al Vilela 12 chicos heridos con arma de fuego, 10 fueron internados, 5 de ellos fueron a terapia. En el año siguiente ingresaron 25 niños, de los cuales 20 fueron internados y 12 pasaron a terapia. En 2012 volvió a bajar a 15 ingresos, 12 fueron internados y 4 fueron a terapia.
Lo cierto es que en el GAMI comenzaron a tomar estadísticas desde hace 10 años. "Estos datos nos han ido mostrando cómo ha ido aumentando la cantidad de casos que llegan. Y la característica última que puedo dar de esto es que no solamente han aumentado si no que se han complejizado y la razón es que la sociedad se ha vuelto mucho más compleja y los niños forman parte de esta sociedad", planteó Gutiérrez. Si bien la relación del aumento de casos van claramente de la mano de la problemática de la droga, de familias muy vulnerables, la precariedad, la coordinadora del GAMI subrayó: "Acá no hay clase social, la diferencia es que hay otras formas bastante sutiles de violencia y maltrato infantil que no llegan al hospital público, y para estos chicos es mucho más grave todavía porque a lo mejor no tienen ninguna oportunidad".
La abogada precisó que cuando los consultan si hay más casos en los últimos años, ellos consideran que sin duda se denuncian más, lo cual no significa que antes no ocurrieran. El maltrato infantil, el abuso hacia los niños es tan viejo como el mundo. "Creo también que no todo se denuncia. Cuando hablamos de lo que pasa en el hospital, que es un efector de salud de la red municipal, al cual llega una determinada población de la ciudad, aunque llegan chicos de afuera, nos referimos a lo que pasa ahí. Esto puede dar una muestra muy pequeña de la problemática, porque no sabemos lo que pasa en otros efectores, no sabemos lo que pasa en las escuelas, en la calle".
Para Giménez, esto sí es preocupante porque si un efector de salud puede detectar esto, quiere decir que esto es apenas una pequeña muestra, que existen muchas situaciones que no llegan y por ende no se trabajan. "Es muy ardua la tarea, se debe trabajar mucho en la prevención porque si al niño le brindamos herramientas puede hablar, pedir ayuda, sabe que su cuerpo le pertenece y que nadie tiene derecho a hacer nada en su cuerpo, el chico debe saber que él no es culpable de lo que está pasando; que no es el responsable, como han dicho muchas veces, de provocarlo. La característica de abuso sexual es que no siempre hay violencia; en la mayoría de las situaciones hay seducción. Si la caricia le viene del abuelo, del padre, del primo, el niño no puede discernir si está bien o está mal, es mucho más perverso y difícil de detectar. El abuso sexual es un crimen a la infancia", indicó.
Desde el GAMI tratan de que el responsable asuma su responsabilidad y haga la denuncia. En este sentido, Giménez señaló que muchas veces existen situaciones que no es que no lo quieran hacer si no que por las condiciones no lo pueden hacer, entonces ahí realizan la denuncia. "Técnicamente, denunciar es poner en conocimiento al Poder Judicial para que investigue. No estamos diciendo que es verdad o que es mentira, ni estamos acusando a nadie. Existe un hecho que no es claro para que se investigue. Esa es la función de la denuncia, y más de un efector de salud lo que hace es asistir al niño y a ese grupo familiar y acompañarlo. Y cuando esos derechos del niño han sido vulnerados por quien es el responsable de su guarda, de su cuidado, lo que queda por hacer es poner en conocimiento de la autoridad que en nuestra ciudad es la Dirección Provincial de Promoción y Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que adoptarán las medidas de protección que transitoriamente se van a definir", indicó.
"En el hospital, cuando dejamos a un niño internado, que muchas veces no necesita quedarse, pero como no sabemos a dónde vuelve y en qué condiciones, lo dejamos internado; eso es una medida de protección", agregó.
Finalmente, la coordinadora del GAMI consideró: "Si podemos detectar que en un determinado momento de su historia una situación, marcarla, y empezar a trabajar de otra manera, puede llegar a posibilitarle a ese chico una vida diferente. Si de 120 chicos que se detectaron situaciones de maltrato el año pasado, pudimos darle una chance diferente a 10 chicos, vale la pena el trabajo, y hay que seguir trabajando para que se multiplique".

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