De acuerdo a su exposición, el Reino Unido adoptó esa decisión producto de la falta de pago de sentencias contrarias por parte de la Argentina en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) y a la reciente moción de censura que aplicó el Fondo Monetario Internacional (FMI) por no contar el país con estadísticas oficiales confiables.
La iniciativa si bien había surgido de un grupo de bonistas con deuda en default como represalia al reclamo de soberanía en las Islas Malvinas, el gobierno británico no lo mencionó en sus considerandos, publica el diario El Cronista.
Al pedir que esas entidades financieras rechacen financiar a Buenos Aires, Gran Bretaña se suma a los Estados Unidos, España y a Alemania, que vienen votando contra la Argentina en el BID.
La secretaria de Estado para Desarrollo Internacional del gobierno inglés, Justine Greening, sostuvo el martes al realizar un informe ante el Parlamento que ha “instruido a los representantes del Reino Unido en el BID y el BM para que voten contra toda nueva propuesta de ayuda financiera que la Argentina presente en esas instituciones”.
No obstante, pese a la negativa de financiar al territorio nacional, Greening aclaró que se reservan “el derecho de apoyar propuestas que puedan demostrar beneficios excepcionales para la población más pobre de Argentina”.
“A la luz de las recientes acciones del gobierno argentino, ya no estoy segura de que las futuras inversiones en Argentina sean consistentes con estos objetivos”, planteó la funcionaria y citó como ejemplo de esos incumplimientos las “acciones que incluyen el fracaso en la comparecencia ante el Ciadi, el fracaso en el acuerdo de revisiones del artículo IV del FMI desde 2006, y la reciente censura del FMI”.
La cuestión Malvinas no fue empleada en la argumentación de la secretaria pero el año pasado, un grupo de 29 diputados conservadores habían pedido al gobierno de Cameron que votara contra la Argentina en los organismos de crédito.
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