La obra de Alberto Serruya
volverá a presentarse este viernes, a las 21, en el espacio de San
Martín 2020. Esta puesta en escena “recorre el itinerario de una pasión e
intenta responder a esta pregunta: ¿cuáles son los límites del amor?”.
Anticipadas en venta. Invita el Gobierno de la Ciudad.
“¿Cuáles son los límites del amor?” es la pregunta que guía el
argumento de “Los Puros. Una noche de Amor”, la obra de Alberto Serruya
que se presentará este viernes a las 21 en la Sala Marechal del Teatro
Municipal 1º de Mayo. Basada en un hecho real, la puesta en escena nace a
partir una carta pasional que en uno de sus párrafos sostiene: “Acabás
de cumplir años y todavía guardás la gracia deseable de la hermosura;
estamos juntos y te amo más que nunca. Hace poco me he vuelto a enamorar
de vos y llevo en mi seno, de nuevo, un vacío devorador que sólo colma
tu cuerpo apretado contra el mío”.
Se trata de una propuesta protagonizada por Adriana Rodríguez y
Marcos Martínez, que cuenta con la participación especial de la soprano
María Victoria Dávila. Las entradas están a la venta en la boletería del
Teatro a un valor general de 35 pesos.
Amor puro
“Los Puros” es una historia inspirada en la pasión amorosa, de su
prolongación más allá del tiempo que pone en crisis la entidad y el
valor que nuestra civilización ha asignado a categorías tales como el
coraje, el dolor y el valor de la vida. Al respecto, Serruya confiesa:
“Una mañana de finales de septiembre de 2007, leí una noticia que me
conmovió profundamente. El hecho había ocurrido en Francia y tenía como
protagonista al delicado amor que se había prodigado, durante más de
cincuenta años, un matrimonio”. Por este motivo, el director sostiene:
“sé que decir que ‘Los Puros’ nació de ese temblor, del vértigo y la
fascinación que me despertó ese suceso, puede sonar banal, exagerado o
pretencioso. Pero fue así. Lo sabía: nada más difícil que hablar de la
pasión amorosa, de su prolongación más allá del tiempo”. El dramaturgo
agregó, “escribir sobre el amor en tanto tópico que se desarrolla en una
secuencia temporal es, irremediablemente, interpelar al tiempo en
términos de su materialidad. Describir las formas que asume el amor en
la vejez, la manera en que la biología decanta la pasión y la transmuta
en otra cosa. Cuando alguien a quien se ama, enferma, uno también se
enferma. Quizá eso sea el amor: una prolongación de otro cuerpo en uno”.
Créditos
El elenco lo integran Adriana Rodríguez y Marcos Martínez. La
música original es de Carlos Serruya y la ejecución de la misma incluye
la presencia en vivo de la soprano local María Victoria Dávila que, de
esta manera, suma otro personaje dentro del funcionamiento de la pieza.
El diseño del vestuario y parte de su ejecución es de Facundo Ternavasio
y Federico Cuenca. El elemento escenográfico es obra de Leonardo
Rusillo y Gustavo Efchi sobre un boceto original de Adrián Airala. El
resto del equipo lo componen Agustín Serruya en el diseño y ejecución de
la planta de luces y Marina Serruya en maquillaje. Cecilia Whiljelm ha
asumido, una vez más, la producción ejecutiva y la dramaturgia,
dirección general y puesta en escena pertenecen a Alberto A. Serruya.
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