STA FE-TITULAR DE LA EPE: El servicio eléctrico recién será “confiable” en 12 meses

Por lo menos, ésa es la estimación que hizo el titular de la EPE, Daniel Cantalejo, en relación a las redes de alimentación de la ciudad de Santa Fe. “Nosotros, principalmente ante estas temperaturas extremas, hemos tenido un mayor grado de dificultad donde se presentan redes subterráneas porque cuando falla un cable que va bajo tierra el tiempo de reparación es más prolongado", sostuvo Cantalejo. También, habló de la necesidad de las inversiones.

Luego de postergar por 30 días la aplicación del aumento de la luz –del 13,4 por ciento en el primer bimestre– para usuarios que durante diciembre o enero hayan tenido tres o más cortes de tres horas cada uno o cuando se haya registrado uno mayor a ocho horas, desde la dirección de la Empresa Provincial de la Energía dijeron que entre las temperaturas extremas y la obsolescencia de las redes se explican las dificultades que hubo en el verano con el sistema eléctrico. La perspectiva en la ciudad capital, es que dentro de 12 meses habrá “una mejoría notoria”.

Fue el titular de la EPE, Daniel Cantalejo, el que argumentó los motivos de la decisión que –se supone desde el Estado– descomprimirá el malestar popular de los últimos días cuando se produjeron cortes prolongados. A su vez, aclaró que no en toda la provincia hubo problemas como los que se generaron en Santa Fe y en Rosario, donde incluso hubo cacerolazos, porque la EPE no tiene un sistema de distribución homogéneo para todos los vecinos, ya “la empresa brinda el servicio en 295 pueblos y ciudades y tiene realidades diferentes en el territorio”.


“Nosotros, principalmente ante estas temperaturas extremas, hemos tenido un mayor grado de dificultad donde se presentan redes subterráneas porque cuando falla un cable que va bajo tierra el tiempo de reparación es más prolongado. Técnicamente no se puede hacer más rápido, porque primero hay que detectar el lugar de la falla, hacer el pozo, eso mínimo lleva seis horas y con una complicación puede llegar 10 horas o más. Por lo tanto, este tipo de molestias que provoca este tipo de fallas son las que se presentaron en los últimos días”, explicó el funcionario.


“Lógicamente, que en una ciudad como Rosario o Santa Fe, si nosotros no hubiésemos llevado adelante la inversión que se realizó en estos años, el perjuicio que alcanzó en su peor momento, que fue de alrededor del seis por ciento de la población sin servicio, hubiera sido un perjuicio que habría alcanzado al 40 por ciento de la población. En ese sentido, la planificación y las obras que llevamos adelante nos permitió reducir el espectro de clientes abarcados por fallas en esta situación extrema (de abastecimiento) de las instalaciones”, agregó.


Asimismo, Daniel Catalejo remarcó: “Ante la falla que hubo en el Centro de Distribución Calchines, nosotros planteamos que ésta había sido una instancia excepcional por la cantidad de clientes afectados y por el tiempo que nos llevó arreglar el desperfecto. Pero, durante la semana que siguió, que tuvo temperaturas muy extremas, de alrededor de 41 grados, no hubo cortes masivos en la ciudad de Santa Fe. De esa manera, se confirmó que la situación que vivimos fue de excepcionalidad total”.


En relación a esos problemas estructurales, el titular de la EPE indicó: “Debemos tener en cuenta que estamos en un programa para ir reemplazando la obsolescencia que tenemos en instalaciones y nosotros creemos que en particular en Santa Fe, el verano próximo, ya con el Centro de Distribución Alem –hecho totalmente a nuevo– y con la Estación Transformadora Puerto –vinculada a Calchines– vamos a tener una mejoría notoria en cuanto a la confiabilidad del sistema eléctrico”.

Recuperación y transformación
—¿Cuánta es la inversión que se precisaría para solucionar de manera definitiva los cortes? ¿Y cuánta es la pérdida de la EPE por bonificar los aumentos de luz?


—Nosotros el valor de lo que no facturaremos recién lo vamos a tener cuantificado cuando realmente tengamos relevados la totalidad de los cortes durante el período (bimestre), por lo tanto no se puede adelantar el valor económico que representa la medida. Lo que sí puedo decir sobre los niveles de inversión que hemos llevado adelante en todo este proceso, a nivel global en toda la provincia, es que la empresa invirtió en 2008 entre 140 y 150 millones de pesos, en 2011 estuvimos en alrededor de 300 millones de pesos, 2012 lo presupuestamos en 370 millones de pesos y en 2013 tenemos que estar superando los 400 millones de pesos.


“Incluso para este año estamos viendo la posibilidad de que algunos créditos nos permitan una inversión adicional, con lo cual podríamos estar superando los 400 millones de pesos. Además, una cosa son los fondos con los que se dispone, que son importantes, y otra cosa es que a nosotros también nos gustaría acelerar todo este proceso de obras pero muchas veces –por más que se disponga de fondos– no hay cantidad suficiente de proveedores como para llevar adelante determinado tipo de trabajos”, añadió Cantalejo.


“Por ejemplo –continuó–, si en Rosario nosotros dispusiéramos de una enorme cantidad de dinero como para cambiar todas las redes subterráneas del casco céntrico, que tiene mucha antigüedad, no lo podríamos hacer porque no tenemos capacidad de ejecución en una obra de esa magnitud. Por lo tanto, aquí hay un proceso de inversión en todo lo que es la instalación de la Empresa Provincial de la Energía en el marco del incremento en la oferta energética para la expansión natural de la red, pero además es un proceso de formación de proveedores”.


—¿Qué significa, que no encuentran quien abastezca con materiales a la Empresa Provincial de la Energía?


—En estos primeros cuatro años de gestión que pasaron las cosas pudieron mejorar. Cuando empezamos la gestión, una estación transformadora en la provincia llevaba un tiempo de ejecución que superaba un año y medio. Hoy nuestros proveedores están más entrenados, tenemos mayor cantidad, y hay estaciones transformadoras que se terminaron en sólo 10 meses.


“Este proceso hay que acelerarlo. El grueso de las instalaciones de nuestra empresa fueron transferidas por Agua y Energía en 1981 y muchas de esas instalaciones tenían un nivel de obsolescencia ya importante en aquella época, por lo tanto, hoy el desafío es un proceso de ir controlando la inversión, que sea creciente año a año, y así es la única forma de ir mejorando el servicio; lo cual no quiere decir que no haya más cortes, sino que en la medida en que nosotros podamos acelerar la inversión, los cortes van a ir disminuyendo y las reparaciones serán en menos tiempo”, finalizó el director de la EPE.