Ocurrió en Mendoza. El agresor es el concuñado de Horacio Isgro, quien antes había atacado con un arma a las cámaras del Canal 7 de Mendoza. Esta vez, hubo un diputado como testigo. Los hechos.
El periodista de Radio Nihuil Miguel Urbani denunció ante la Justicia haber recibido amenazas de muerte por parte del concuñado de Horacio Isgró, el productor aceitunero quien junto a su hijo fue acusado por el ataque cometido el jueves de la semana pasada contra un periodista y un camarógrafo de Canal 7 cuando hacían en una finca una nota sobre explotación laboral.
Según la denuncia realizada ante la Fiscalía Nº 4 de Guaymallén, a cargo del fiscal Julio Milla, Urbani fue amenazado el lunes por Ricardo Lisori, en una heladería de Los Corralitos. En la vereda del local se realizaba una reunión de aproximadamente 30 personas, entre ellos, productores agrícolas, y familiares de los Isgró. Además, estaba el diputado nacional Roberto Pradines (PD) ya que se habían convocado para redactar un petitorio que presentaron ayer al ministro de Gobierno de la Provincia, Félix González (ver nota).
A ese lugar, tal como consta en la denuncia, Urbani había llegado cerca de las 22.30 del lunes junto a su hijito. Mientras esperaba los helados que habían pedido, comenzó a escuchar insultos y agresiones dirigidas a su profesión de periodista, particularmente vinculados a la causa en la cual se investigan los robos agravados, amenazas y privación ilegítima de la libertad a los trabajadores de Canal 7, todas imputaciones por las cuales Horario Isgró y su hijo Antonio por orden de la fiscal especial Claudia Ríos se encuentran detenidos.
La denuncia continúa explicando que, debido al clima hostil, Urbani decidió retirarse de la heladería, momento en que uno de los que asistían al encuentro le advirtió que no debía contar nada sobre la reunión que se desarrollaba en la vereda.
Urbani denunció que cuando iba camino a su vehículo y se despedía de Pradines, Ricardo Lirosi le gritó: “¿Vos sos periodista?”, y que tras su respuesta afirmativa, el concuñado de Isgró lo amenazó, diciéndole: “A vos te voy a hacer cagar y te voy a enterrar a cinco metros bajo tierra”. Luego pretendió agredirlo físicamente, lo cual fue impedido por algunos de los presentes que lo contuvieron a la fuerza.
Urbani, totalmente atemorizado, llamó al 911 para realizar la correspondiente denuncia, pero no lo hizo en ese momento debido a la insistencia de algunos de los acompañantes de Lirosi. Acto seguido, el periodista se retiró del lugar, con su hijo llorando presa del espanto por lo presenciado.
Como parte de la denuncia, Urbani solicitó que se adoptaren a las medidas para garantizar la protección física y moral de su persona y su familia, ya que si Lirosi actuó de ese modo ante una treintena de personas, y frente a un Diputado Nacional, surge la duda de qué podría hacer si se lo encontrare a solas en algún lugar de Corralitos donde vive el denunciante.
Consultado sobre las penas previstas en el Código Penal para los delitos de amenazas y coacciones, Martín Armentano, abogado de Uno Medios, y uno de los patrocinantes de Urbani, indicó que para el caso de amenazas simples se establece la prisión de entre seis meses a dos años.
Si las amenazas tuvieran como propósito obligar a alguien a hacer abandonar su residencia habitual o lugar de trabajo, la sanción prevista se agrava a la de entre cinco a diez años de prisión o reclusión.
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