La discusión presupuestaria en los tres niveles del Estado, el recambio político, el lobby empresario para ganar competitividad y la demanda social contribuyeron a ubicar en la agenda pública los problemas de infraestructura, en particular las obras viales, en el interior de la provincia. Así quedó evidenciado ayer también en los paneles del 7º Congreso de Economía Provincial organizado por la Fundación Libertad.
La discusión presupuestaria en los tres niveles del Estado, el recambio político, el lobby empresario para ganar competitividad y la demanda social contribuyeron a ubicar en la agenda pública los problemas de infraestructura, en particular las obras viales, en el interior de la provincia. Así quedó evidenciado ayer también en los paneles del 7º Congreso de Economía Provincial organizado por la Fundación Libertad. Una demanda de difícil atención cuando los diagnósticos de economistas y funcionarios locales arrojan como resultado que las cuentas públicas, pese a las altas tasas de crecimiento, están bastante agotadas, y la actividad económica en observación por efecto de la crisis. El ministro de Gobierno y Reforma del Estado y gobernador electo, Antonio Bonfatti, se defendió de las críticas que recibió la actual gestión en los últimos días en torno a la subejecución de obras con números sobre la infraestructura materializada en estos últimos cuatro años. De todos modos reconoció que aún el camino por recorrer es largo. No sólo en infraestructura vial. Recordó el déficit en acueductos, escuelas y habitacional. También le devolvió la pelota a la Nación por la demora de varias rutas bajo su órbita. Los intendentes electos de Rosario, Mónica Fein; de Santa Fe, Juan Carlos Del Corral, y de Carcarañá, Ramón Soques, expusieron la necesidad de mejorar el entramado y la conectividad no sólo entre las grandes urbes sino hacia y entre las poblaciones de menor envergadura. Las transformaciones en autovía de varias arterias como la 33 entre Rosario y Rufino, estuvieron entre las más citadas. Soques recordó que los objetivos que se prevén para incrementar la producción en diversos sectores en la próxima década y de fomentar los desarrollos locales y la ruralidad, "hoy no se corresponden" con la devolución en infraestructura de los recursos que aporta el interior. Las partidas plurianuales de fondos previstas en el proyecto de presupuesto nacional 2012 fueron criticadas desde el radicalismo y el socialismo, a lo largo de esta semana, ya que de las planillas anexas se desprende que para los próximos tres años los recursos alcanzarían para cubrir el 12 por ciento de la plata necesaria para materializar esos proyectos. La respuesta desde el justicialismo fue criticar la subejecución de las obras provinciales, fundamentalmente las de infraestructura vial y productiva, en contrapartida del aumento del gasto corriente. El ministro de Economía, Angel Sciara, respondió que el nivel de ejecución y gasto no difiere de las gestiones de Reutemann y Obeid. Previamente, el ex ministro de Hacienda y hoy senador provincial, Juan Carlos Mercier, propuso como esquema para acelerar las obras establecer un sistema de peaje. La situación de las cuentas públicas de los municipios y comunas tampoco colabora. Las previsiones de obras en los presupuestos locales no son mucho mejores que las proyecciones de provincia y Nación. Es más, hace un mes la Legislatura aprobó una nueva excepción para que la mitad de los recursos del Fondo de Obras Menores, que es para todas las ciudades y comunas menos Rosario y Santa Fe, puedan ser destinados a gastos corrientes. En tanto, el intendente electo de la capital provincial se quejó de que Rosario y Santa Fe están relegados debido al congelamiento del Fondo del Conurbano respecto a los recursos que perciben los demás distritos con el Fondo de Obras Menores. La cuenta que saca es que mientras los distritos de segunda categoría y comuna perciben 100 pesos per cápita, las dos principales ciudades apenas 20 pesos per cápita.
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