En cambio, su esposa prefirió contarle a la Justicia qué fue lo que ocurrió entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, cuando debieron llevar a sus dos mellizos al hospital.
El hombre de 33 años que el viernes quedó detenido, acusado por la muerte de uno de sus hijos mellizos, se negó a declarar ante el juez de Instrucción Sexta, Sergio Carraro. El magistrado, dispuso la presencia del defensor general para que lo asista durante la indagatoria, pero se encontró con la negativa del acusado, que está imputado por el delito de “homicidio calificado por el vínculo y por el ensañamiento”.
Su esposa en cambio, accedió a la indagatoria en calidad de “coautora” del mismo delito y le relató al juez cómo sucedieron los hechos que derivaron en la muerte de Ignacio, de apenas 3 años de edad.
Por otra parte, la Justicia esperará hasta el lunes para tomarle una declaración de tipo informativa al resto de los menores que estaban a cargo del matrimonio. Dicha cautela se debe al estado de shock y conmoción que atraviesan los hermanos de la víctima.
Cinco hermanitos
En total son cinco los pequeños que quedaron bajo la tutela de la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia, que además de brindarles asistencia necesaria por parte del Equipo de Contención Psicológica, les garantizó la protección necesaria poniéndolos bajo el cuidado de una de sus tías.
Se trata de cinco menores de 2, 9, 14 y 15 años, además de Valentín, el otro mellizo que sufrió los golpes junto con su hermanito fallecido.
El viernes por la tarde, el magistrado ordenó una serie de medidas complementarias para profundizar la investigación, entre las que se cuentan pedidos de informes a la empresa empleadora del imputado, que se desempeñaba como chofer de colectivos. También la carpeta médica del acusado, que al parecer se encontraba bajo tratamiento.
Horas antes, una comisión encabezada por el juez Carraro, el secretario Marcelo Fontana y el fiscal N° 1, Gerardo Alesso, se constituyeron en la casa de calle 3 de Febrero al 2000 del barrio San Martín, en Santo Tomé, donde se secuestraron varios elementos de prueba.
Estampa de San La Muerte
Los peritos de la Policía Científica de la URI secuestraron una computadora, cintos, un toallón con manchas de sangre, una pistola recortada 12/70 y aire comprimido del tipo “mata gato”, además de fotografías de tinte macabro en las que aparecían varios de los hermanitos.
Según se pudo conocer, también fueron halladas imágenes y estampas de San La Muerte, que llamaron poderosamente la atención de los investigadores.
El caso se conoció la madrugada del viernes, cuando desde el hospital de Niños Dr. Orlando Alassia notificaron el deceso de Ignacio, el chiquito de 3 años. Tal como se pudo reconstruir, el hecho se habría consumado entre la medianoche del jueves y las primeras horas del viernes, en una precaria vivienda del barrio San Martín, en Santo Tomé.
La primera versión de los mayores indicaba que el padre había asumido su responsabilidad ante la agresión; mientras que su mujer se excusó diciendo que estaba en la casa de un familiar, cosa que más tarde fue puesta en duda por la Justicia. El motivo de la agresión, no habría sido otro que el enojo de su padre al advertir que los mellizos se habían excedido en la ingesta de una mermelada y que como consecuencia se desató la golpiza.
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